´Mi último día en Tremor. Creadores: Oriol Paulo y Jordi Vallejo. Ficha de identificación y crítica
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y/o las compañías productoras y distribuidoras
FALTA ALGUNA PIEZA A ESTE PUZZLE QUE DE COHERENCIA AL DISCURSO
SINOPSIS:
Un músico. compositor de bandas sonoras, sufre una gran crisis y se refugia, con el objetivo de componer su última obra en una playa del Norte de España. donde traba una amistad con unos vecinos, que serán fuente de sus futuras pesadillas, que se atribuyen al hecho de haber sido herido por un ray una noche de tormenta.
LO QUE SE DICE:
La serie recibe su mejor calificación de la página norteamericana Imdb, un 7,1, producto de la valoración de tan solo 2,900 usuarios. Sin datos que lo avalen, Rotten Tomatoes da un índice de aceptación de la prensa del 80%, y del público del 62%.
CRÍTICA:
Con una buena producción que se traduce en una excelente factura, que es lo que en realidad te mantiene frente al televisor, pero esta buena redacción visual de la historia de la historia se diluye en varias líneas argumentales que abarcan desde el instinto de posesión de una madre, la violencia sexual contra las mujeres, las bandas criminales, y la imposibilidad de la pareja trascendida a cualquier tiempo o lugar que confluyen en una fosa comunal junto a la playa, que alimenta los delirios de un joven compositor de bandas sonoras, Alex de la Fuente, interpretado por Javier Rey, cuya conexión no acaba de estar clara, y a las que se une el sacrificio incomprensible de dos agentes de la ley. Nos falta el conector de todas estas historias, su leitmotiv que nos permita disfrutar de ellas, y que acaba ralentizando un discurso perfectamente olvidable. Y no nos vale que Netflix sea una maquinaria que imponga sus directrices comerciales, porque en esta plataforma podemos ver las creaciones tanto del Hallyu surcoreano como del cine español. La incorporación de Guillermo Toledo al reparto de este producto constituye un atractivo para muchos espectadores, que reconocen el título por ser el último trabajo del actor.
Las pesadillas de Alex no se entienden bien por esa falta del background que anida en su subconsciente que emerge en forma de monstruos difíciles de interpretar, cuya traumática aparición el personaje atribuye a la herida que le provoca un rayo que lo hiere de vuelta a casa, pero que a lo largo del relato se va convirtiendo en la clave para la interpretación de otras disfunciones personales, cuyo origen está bien narrado, y la verdad que se esconde tras las máscaras, que se hacen visibles en las fiestas de Tremor, de algunos aparentes amigos del protagonista. Al final, la serie se resuelve en un pequeño fiasco que defrauda a quienes se habían introducido en un relato, especialmente visual, que pintaba muy bien.
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