Elfo. Jon Favreau. Ficha de identificación y crítica.
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UN FILM REALIZADO EN 2003 POR UN DIRECTOR NACIDO EN 1966 ENTRE LA GENERACIÓN DE LOS BABY BOOMERS Y LA GENERACIÓN X, REALIZADO EN 2003 CUANDO LOS MILLENNIALS YA HABÍA IRRUMPIDO E IMPUESTO LA SOCIEDAD LÍQUIDA. A VUELTAS CON EL ESPÍRITU NAVIDEÑO DESDE UNA PERSPECTIVA MÁS HUMANA
Ficha de identificación:,
Título original: Elf
País: Estados Unidos
Año: 2003
Duración: 95 minutos
Género: comedia navideña
Plataforma: Netflix
Edad recomendada: Apta para todos los públicos
Dirección: Jon Favreau
Guion: David Berenbaum
Casting: Susie Farris
Dirección de Fotografía: Greg Gardiner
Música: John Debney
Edición: Jan Labental
Dirección artística: Kevin Humenny
Decoración del set: Johanne Hubert
Diseño de Vestuario: Laura Jean Shannon
Responsable de maquillaje: Victoria Down
Estilista de peluquería: Sherry Linder-Gygli
Diseño de producción: Rusty Smith
Productores: Jon Berg, Todd Komarnicki, Shauna Robertson
Productores ejecutivos: Kent Alterman, Cale Boyter, Cale Boyter, Julie Darmody, Toby Emmerich, Jimmy Miller
Compañías productoras: New Line Cinema; distribución: Netflix
Casting:
Will Ferrell: Buddy
James Caan: Walter Hobbs
Bob Newhart: Papá Elfo
Zooey Deschanel: Jovie
Edward Asner: Santa
Mary Steenburgen: Emily Hobbs
Daniel Tay: Michael
Peter Dinklage: Miles Finch
SINOPSIS:
La madre de la niñita que pide a Santa que le traiga el bienestar de su hacedora le dice a su inocente hija cuando el Grinch roba la Navidad: El villano no ha robado la Navidad, solo les ha quitado a los habitantes de Villa Quien, un nombre que evoca el cervantino 'lugar de La Mancha de cuyo nombre el escritor no quería acordarse, cosas; lo que se esconde en el ánimo de las personas nadie lo puede arrebatar, porque desconoce las claves para acceder a lo que guardan en su interior. De este modo, como vemos, en muchos relatos navideños se apela a esto que nadie puede arrebatar a sus dueños: sus ideas, sus ilusiones, su empatía, y un largo etcétera de condiciones que dan forma a su esencia humana. El protagonista, interpretado por Will Ferrell no encaja ni en el universo de los humanos, ni en el de los fabricantes de juguetes para el día señalado en el calendario en que deben hacer felices a muchos niños de todo el mundo, mientras conserven la inocencia (de noceo, innocens, el que no es capaz de hacer daño a nadie porque todavía no sabe), los elfos, invengenieros y artedores en su taller del Polo Norte, lo cual provoca conflictos cuando estos niños y niñas están a punto de despertar. Siendo un bebé lo abandonaron en un orfanato y se metió solo en los sacos de los ayudantes de Santa, fue adoptado por los elfos y creció entre ellos. Pero Buddy (el compañero) crecía tres veces más que sus colegas, lo que resultaba incómodo para todos, y decidieron buscar a su padre en la Tierra. Dieron con él, mas si su tamaño era un inconveniente par vivir entre los elfos, su inocencia lo era para hacerlo con los terrícolas. Pero encontró una familia, con padre, madre y hermano y entre todos lograron desterrar a los 'falsos profetas comerciales' y recuperar el 'espíritu navideño', que en este caso hace alusión más a la idiosincrasia, la naturaleza de los hombres y mujeres y su capacidad de hacer felices a los demás.
LO QUE SE DICE:
El film ha sido recibido de forma diferente en un lado y otro del Atlántico, en España y en Estados Unidos. En mi país ha sido suspendido claramente, con una media inferior a 5, a pesar de que también se está expandiendo el 'espíritu navideño relacionado con las cosas, el que hace referencia a la forma de celebrar estas fiestas con encendidos oficiales de árboles, luces, galletas, bastones de colores, y todo tipo de personajes disfrazados de los hérores del momento, Santa y su 'ho, ho, hooo', Papá Noel... y sus haters, el Grinch, el Krampus... El rechazo de la 'intelligentsiA' es unánime; en Norteamérica este espíritu ha arraigado en su imaginario colectivo, que se manifiesta en cientos de bombillas, animales luminosos en los jardines, calcetines, casas de jengibre, galletas, abetos llenos de bolas de colores... El film muestra otros aspectos más pueriles de las campañas comerciales de los grandes almacenes urbanitas.
Curiosamente Roger Ebert, el que era el crítico más temible mientras vivía, sostenía que es una de las pocas comedias navideñas que tiene corazón, cerebro y un sentido del humor retorcido. (rogerebert.com); también se siente satisfecho Michael Rechstaffen ( The Hollywood Reporter) que define el film como una película familiar, refrescante y con buen reparto. Sin embargo para Mark Kermode (The Guardian) el resultado es patético. Para Daniel de Partearroyo (Cinemanía) es la película navideña más subversiva de los últimos tiempos.
Imdb publica una nota media de 7,1, basada en las valoraciones de 317.000 usuarios. Rotten Tomatoes da un índice de aceptación de la crítica del 86 %, basado en 203 reseñas de prensa, y del 79% del público, según 250.000 lectores. Es indudable, tras ver estas cifras que estamos ante un film sobre unas fiestas que en al fin de cada año, cobran una gran importancia en la sociedad norteamericana. Pavo incluido.
CRÍTICA:
Coincido en gran parte con estas valoraciones, aunque debo reconocer que el histrionismo exagerado de Will Farrell no me acaba de convencer y las bromas no me llegan, haciendo mío el análisis de un personaje de 'Aquellas Navidades': "Si no te gustan los personajes, ni te atrapa la historia ¿Qué te gusta? ¿el título? Buenas preguntas que no sabría cómo responder. Quizá los personaje de la familia humana de Buddy sean más entrañables, aunque imperfectos, con las contradicciones que los norteamericanos muestran con frecuencia entre querer vivir bien pero no aceptar el sacrificio en horas de dedicación a su trabajo que este objetivo exige, sea del nivel que sea. Sin sacrificio no hay beneficio, decía Tarkovsky, y esto no parecen asimilarlo bien los norteamericanos. Pero no hay que preocuparse, este film clásico y apropiado para las fiestas fin de año no pretende aguárselas a nadie; el Happy End está garantizado y cumple con las expectativas más exigentes del género.
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