Una familia normal. Per Hanejford. Ficha de identificación y crítica.
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LO QUE LE VERDAD ESCONDE: UNA DENUNCIA QUE PAGÓ CARA UN CINEASTA, HASTA ESE MOMENTO DESTACADO, QUE TUVO LA OSADÍA DE CRECER.
Ficha de identificación:
Título original: En helt vanlig familj
País: Suecia
Año: 2023
Formato: serie; capítulo 6; duración 46 minutos
Género: Drama, thriller, crimen
Plataforma: Netflix
Edad recomendada : mayores de 15 años, según los países, aunque el tema anima a un visionado previo de los padres que deben decidir sobre la educación de los hijos.
Dirección: Per Haneijford
Guion: Matis Edwarsson, Hans Jörnlid, Anna Platt
Casting: Frida von Koch Hasselvall
Dirección de fotografía: Gustav Danielsson
Música: Uno Helmersson
Edición: Sebastian Amundsen, Tomas Holmberg, Henning Mark, Thomas Täng
Dirección artística: Maria Haard
Diseño de vestuario: Camila Olai Lindblom
Diseño de maquillaje: Therese Sandersson
Diseño de producción: Jan Olof Agren
Productores: Anna Sofia Mörck
Productores ejectuvos: Emma Hägglund, Iréne Linbland, Lars Wannebo
Compañías productoras: Jarowskij, Seven Island Films; distribuidoras: Netflix
Casting:
SINOPSIS:
Una familia normal (título en castellano), narra el triste acontecer de la Familia Sandel, formada por un sacerdote, Adam, una abogada, Ulrika y su hija Stella de 19 años. Viven una vida aparentemente perfecta en un elegante suburbio residencial en las afueras de Lund, una ciudad sueca a 65 km. de Copenhague, un proximidad que puede llevar a confusión a más de un espectador sobre el país en que se localiza la acción . El lento y aparentemente pacífico del día y día de esta familia cambia bruscamente el día en que la joven hija es acusada de asesinato, y rompe la frágil racionalidad de un matrimonio burgués que no sabe cómo actuar; quieren ayudar a Stella, pero apenas se conocen unos a otros.
LO QUE SE DICE y BREVE CRÍTICA:
La serie ha sido bien recibida con notas media que fluctúan entre el 6,9, que publica Imdb, basado en las valoraciones de 16.000 usuarios, y los elevados índices de aceptación de un 75% de la prensa, basado en 8 reseñas, y del 76% del público, según una pequeña encuesta en la que han participado 100 espectadores. Estamos acostumbrados a los buenos thrillers que salen de la máquina de hacer cine de EE.UU., que tanto han influido en la manera de contar historias de otros pueblos; recientemente se han incorporado otros formas de tratar el lado oscuro que nuestra vida cotidiana desde una perspectiva racional y confuciana de los cineastas orientales que denuncian la alteración de la armonía familiar y social, y nos estábamos olvidando de la manera de contemplar la realidad en los países del Norte de Europa, que jugaron un papel fundamental en el siglo XX, representada por directores como Bergman, que cuestionaba la forma de ser coherentes consigo mismos en medio de las contradicciones de todo tipo del devenir cotidiano.
De todos los personajes, el que me ha resultado más atractivo es el del padre, el pastor protestante, que si bien no difiere mucho en la reacción de su esposa al salir a la luz pública el modo de socializarse y comportarse de los más jóvenes, muy próximo al que denuncias obras maestras del género como Carpenter, Craven o Cronenberg, que sin embargo no ponen su foco sobre otros miembros de la familia como las figuras paterna y materna, a las que se dedica sendos capítulos. No es Adam un patriarca al uso, es el padre que vela por su familia como lo haría una mujer, el que no duerme hasta que la hija vuelve a casa, el que sufre y el que llora. Una secuencia reveladora es aquella en la que el padre propone una puesta en común íntima y de aproximación con las dos mujeres de su hogar, una de las cuales, la hija, fue violada a los 15 años y se decidió no denunciar para no hacerla sufrir más. La esposa abandona la estancia con una excusa muy superficial, no le interesa el acercamiento que propone el marido; Ulrika, es más liberal e independiente, defiende el derecho de la hija de divertirse y no tiene pensamientos negativos al anochecer, un tiempo en el que ella hace también sus pequeñas escapadas. Los roles están invertidos, entre los jóvenes también, pero hay que esperar hasta el último momento para poder determinar qué nos ha querido contar Per Haneijford, en un momento en el que, aunque aún queda camino por andar en aspectos como el acceso de las mujeres a puestos importantes de instituciones públicas o privadas (muy presentes en la serie), parece que si han avanzado en otros relacionados con la vida social, diurna y nocturna. Cada cual puede sacar sus conclusiones y detectar lo que algunos llaman el mayor pecado de la serie, pero lo que sí queda claro es el terreno formado por arenas movedizas en que se mueven los jóvenes, que no se elimina aunque el malvado pague sus culpas.
Curiosamente, Netflix, contemplado como un caleidoscopio, está funcionando a la manera de un libro de viajes, financiando productos cinematográficos, unos mejores y otros de menor calidad, aunque todos ellos nos muestran la complejidad de nuestro planeta, las variedad en la idiosincrasia de los pueblos, y la diferente formas de hacer frente a los problemas que nos acucian. Hacía falta un relato así y se ha encargado Per Haneijford de llevarlo a cabo. Un poco de aire frío del Norte no me ha venido mal.
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