Elijo "amor". Stuart Donald. Ficha de identificación y crítica.
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PRIMERA PELÍCULA INTERACTIVA, UN PROYECTO DE STUART DONALD AVALADO POR NETFLIX, LA PLATAFORMA QUE HA OPTADO POR EL RIESGO Y LA RENOVACIÓN.
Ficha de identificación:
Título original: Choose Love
País: Estados Unidos
Año: 2023
Duración: 85 minutos
Género: comedia romántica interactiva
Edad recomendada: Desde los 6 años de Holanda a los 14 de Estados Unidos, recomendaciones unidas a la que hace Singapur de que los menores la vean con la supervisión de los padres
Plataforma: Netflix
Dirección: Stuart Donald
Guion: Josann McGibbon
Casting: Nathan Lloyd
Dirección de Fotografía: Toby Oliver
Música: Gabriel Mann
Edición: Anita Brandt Burgoyne, Lauren A. Schaffer
Dirección artística: Robert Key
Decoración del set: Megan Vertelle
Maquillaje: Bridget Nulesi
Productores: Deborah Evans, Josann McGibbon, Axel Paton, Robyn Snyder, Melanie Turner
Diseño de producción: Jain Aitken
Compañías productoras: DAE light Media, Front Row Films, Netflix Studios. Distribuye Netflix
Casting:
Laura Marco: Cami Conway
Avan Jogia: Rex Galier
Scott Michael Foster: Paul Swartz
Jordi Webber: Jack Menna
Megan Smart: Amalia Benjamin
Hoetjes Benjamin: Florian
Nell Fisher: Luisa
SINOPSIS:
Cami Conway lo tiene todo, el trabajo que quiere, el novio casadero con el que va camino de prometerse, unirse en matrimonio y tener hijos : Paul. Y sin embargo… siente que le falta algo. Cami tiene ante sí un caleidoscopio de elecciones tentadoras, pero difíciles, desde serios dilemas éticos hasta cuestiones tan frívolas como el “verdad o consecuencia”. Lo que ella elija depende totalmente de lo que decidan los espectadores. Pero, ¡cuidado! Las cosas no siempre salen como uno piensa.
LO QUE SE DICE:
El film todavía no ha sido analizado y valorado por las páginas españolas, aunque sí por la norteamericana Imdb que publica una nota media modesta, 5,2, basada en la modesta participación de 517 usuarios. Rotten Tomatoes publica un índice de aceptación del 20% de la crítica, basado en 10 reseñas, pero, ¡atención!, del 70% del público, basado en una encuesta, muy usual en tiempos pre-pandémicos de 50 espectadores.
Los críticos se pueden dividir en dos clases: los que parecen despreciar lo que de especial tiene el film, y los que reseñan su importancia en lo que a la forma se refieren, y de lo que hablaré después. Entre los primeros, Lya Rosen (Diario La Tercera, Chile) se limita a decir que el relato se limita a desplazarse por diferentes situaciones cliché; Courtney Howard (Variety) afirma que promete diversión, pero acaba siendo frustrante; Fletcher Peters (The Daily Beast) sostiene que desperdicia una idea divertida
Frente a estos críticos, otros entran al trapo de la singularidad del film, como Adrian Horton (The Guardian) que se queja de que la dictadura de la elección ha entrado en acción y no es divertida; Bryan Lowey (CNN) advierte al espectador que, aunque pueda ser interesante ver cómo funciona la interacción, si la idea 'funciona' lo decidirá el espectador; Liz Kocan (Decider) introduce un matiz: ·El problema es que al hacer la historia interactiva, se piensa mucho más en la experiencia del usuario que en el guion. Luego deja caer un dardo envenenado : "La experiencia ha tenido éxito en dibujos animados para niños ". ¿Quiere esto decir que hay una generación tecnológica más joven que la de los Alpha, capaz de involucrarse en estos relatos? Pues estamos apañados, porque los que hoy superan la cincuentena tienen tres generaciones perfectamente preparadas para la era en la que ya hemos entrado, que los superan en capacitación para entender este mundo: los Alpha, los Millennials y los Centennials, siendo los más jóvenes, empezando de los tiempos más recientes hacia los ya pasados, los más capacitados, los que hace tres años tenían 12 y ahora tienen ya 15 años. Tempus fugit.
CRÍTICA:
No se trata tanto de que nos guste el mundo que nos ha tocado vivir, como de aceptar que no hay posible marcha atrás y que caminamos hacia un universo diferente que están diseñando Musk, Zuckerberg o Jeff Bezos, entre otros, con un disidente entre ellos de la categoría de Bill Gates, que preconizan una realidad en la que los robots (que, por cierto, ahora se anuncia que tienen ideología, como no podía ser de otra forma; la del que los diseña) ocupen los puestos de trabajo y los hombres disfruten del ocio, salvo que deseen incorporarse al mundo laboral, apoyados en una renta básica universal que cubra todas sus necesidades básicas y aquellas que les generen los nuevos productos que fabrica ese 1% que controla el 99% de la riqueza; desde luego. Netflix, muy despreciada por amplios sectores que se resisten a esta evolución en la que las máquinas van a jugar un gran papel, se está colocando a la cabeza de las plataformas de Streaming, dando la oportunidad a cualquier país del globo de ocupar su espacio con producciones que abran ventanas al mundo, el sueño dorado de Godard, y muestren a la población global su cultura e idiosincrasia, pero también a la cultura de la diferencia o culture woke, una oportunidad que han sabido aprovechar países emergentes, especialmente Corea del Sur, y a la que ahora se suma la difusión de nuevos formatos, nuevas estructuras en las que se refleja el avance de la tecnología al servicio del entretenimiento, y lanza la primera película interactiva, que permite al espectador confeccionar el guion más acorde con su formación y sensibilidad. Parece que se acaba ese tiempo en el que al salir de una sala de proyecciones escuchabas quejas de parte del público por el perfil de algunos personajes y situaciones. Ahora puedes elegir. Aunque quizá llega tarde para la población menos joven.
Se han citado precedentes, como 'El tiempo que te doy', que apenas tiene que ver como 'Elijo "amor", 'Caleidoscopio' o un episodio de la serie Black Mirror (Black Mirror:Bandersnatch), que plantean situaciones alternativas, pero que no dejan actuar al espectador. Comenzar cualquier experiencia que no tiene precedentes es complicado, y Stuart Donald parece tenerlo claro. En su película construye un relato muy sencillo, basado en una idea no muy complicada, que implica la afirmación de que: "No existe el destino- le dice una vidente a la protagonista -sino la propia decisión del individuo en una encrucijada." Para hacer su historia más llevadera, elige un tono de Feel Good Movie', comedia cuyo único objetivo es entretener al espectador, haciéndolo feliz al evitar situaciones complicadas, con una simpática Laura Marco, en el papel de Cami Conway , que tiene que elegir entre tres posibilidades muy diferentes; el usuario será el que decida la que más se ajusta a su percepción y a su orientación vital. La trama pues está construida con un tono afable. Cuando uno se enfrenta desprevenido a este film, se encuentra con una invitación a seguir una dirección u otra en la encrucijada que se le sitúa con frecuencia, lo cual hace difícil que dos espectadores aislados vean la misma película. Indudablemente la historia no puede alcanzar los niveles de complejidad de los videojuegos, que parecían encontrase ya cerca del nirvana, aunque la escasa capacidad del mercado de divulgar dispositivos que no están todavía al alcance de la economía de las masas está ralentizando el proceso, ahora en Stand Bay. Aconsejo ver 'Recuerdos de la Alhambra', una serie coreana creada por Ahn Gil-ho, y protagonizada por Hyun Bin (2018), que destilaba un gran optimismo en torno a la implantación de la realidad aumentada. Una ensoñación que ha barrido momentáneamente del mapa la primera pandemia global, y que ha obligado al propietario de Meta, Zuckerberg, a ralentizar sus planes. Netflix salta a la palestra con un hito: lanzar la primera película para las masas interactiva, que es predecible que arraigue más y mejor entre las últimas generaciones antes citadas. Ahora la humanidad está a la espera, mientras se extiende el Layoff en las empresas cibernéticas, de momento en paro técnico, o casi.
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