La Tierra errante. Frant Gwo. Ficha técnica y crítica.

 



El copyright de las imágenes pertenece a sus autores

y/o las compañías productoras y distribuidoras

Se utilizar para facilitar la identificación del film


¡ADIÓS SISTEMA SOLAR!...UNA CIVILIZACIÓN O EL SOSTENIMIENTO DE LA ECONOMÍA SIN VIDAS ES INÚTIL.

Ficha técnica:


Título original: Liu Lang di qiu
País: China
Año: 2019
Duración: 125 minutos

Dirección: Frant Gwo (Lee's Adventure, 2011; My Old Classmate, 2014; The Sacrifice, 2020
Guion:  Gong Geer, Ye Junce, Yan Dongxu, Frant Gwo, Yang Zhixue, basado en una historia de Cixin Liu
Dirección de Fotografía: Michael Liu
Música: Shuo Yuwen
Edición: Kafai Cheung, Ruchang Ye,
Dirección artística: Ang Gao

Diseño de vestuario: Xiyu Wang

Productores: Peikang La, Ge Song, Wu Jing, Frant Gwo, Ping Jiang (Senior), Jianhai Xu, Yoe Zhang, Yan Wu
Productores ejecutivos: Men Deng, Yuanyu Tao, Yushan Chen, Zhi Yang
Jefe de producción: Haicheng Zhao
Compañías productoras: China Film Administración, China Film Co.,Ltd., Alibaba Pictures, Beijing Jingxi Culture & Tourism Company, China Film Company Limited, United Entertainment Partners; distribución: Baolin Zhou, Joe Zhang, Shen Lai, Netflix.



Intérpretes:


Wu Jing: Liu Peigiang,
Chuxiao Qu, Liu Qi,
Guangjie Li: Wang Lei,
Man-Tat Ng: Han Ziang,
Jim Mai Zaho: Han Duoduo,
Cixin Liu:
...


Sinopsis:



A medida que el sol se va extinguiendo, personas de todo el mundo construyen propulsores planetarios gigantes para sacar a la Tierra de su órbita y llevarla  a un nuevo sistema estelar. Sin embargo, la duración del viaje es de 2500 años, y, como consecuencia conlleva peligros inesperados, razón por la cual, para salvar a la humanidad, un grupo de jóvenes inexpertos se involucran en una odisea, mientras el planeta realiza su éxodo 

Lo que se dice:


La película ha sido recibida con tibieza, sobre todo por el público español que,  a pesar de no poder disfrutar de películas del género propias, ni buenas ni malas, muestra cierto desprecio hacia el espectáculo que crea Frant Gow, un hecho que se refleja en la página española Filmaffinity que publica una nota media de 4,8, basada en 1520 votos de sus lectores. Los norteamericanos que crearon el género, lo revolucionaron y le dieron solvencia y solidez, elevan esta media a 6, basada en las valoraciones de 27 272 usuarios.

Las reseñas de los críticos de los grandes rotativos han sido mucho más entusiastas, reconociendo en primer lugar que Liu Lang di qiu es el primer gran blockbuster chino, que en la primera semana recaudó 264 millones, estrenada, según Filmaffinity en el año nuevo chino. Se valora su ritmo furioso, sus imágenes espectaculares  y su trama original , así como su gran destreza técnica (Richard Kuipers, Variety); por su buen aspecto, , mejor que la mayoría de los espectáculos norteamericanos, realizados con efectos especiales (Simon Abrans, rogerebert.com); ser una maravilla de la imaginación, la inspiración, la ejecución y el entretenimiento (J.Hurtado, Screen Anarchy); ser una aventura muy sólida sobre el fin del mundo (Scott Mendelson. Forbes); construcción de un universo innovador y fascinante (Inkoo Kang, Slate); porque, a pesar de servirse de los estereotipos hollywoodienses logra cambiar el eje e la acción (Diario Página 12)...


Crítica:



Para construir un buen relato hacen falta, en primer lugar una buena idea, unos buenos guionistas, unos actores idóneos, la tecnología necesaria y los chinos la tienen, y un equipo técnico capaz de construir una diégesis, ficticia pero verosímil, y en el caso concreto de un film de ciencia-ficción  una urdimbre científico-tecnológica creíble situada en una contexto espacio-temporal bien armado basado en una extradiégesis comprensible para el público, y, después de todo esto, tener en cuenta que la diégesis creada se va a completar siempre con las experiencias, la sensibilidad y los conocimientos del espectador, y es en ese momento en el que entran en juego variables que tienen que ver con el estadio de desarrollo, el estado de ánimo o las circunstancias sociales que conforman la actitud del que mira y saca conclusiones, y disfruta con la historia o la rechaza. El film se estrenó en 2019, y, como cualquier otra obra del género, fue analizada en función de las circunstancias en las que Frant Gwo construyó esta narración; hoy, tan solo un año después, en lo que parece ser el principio de una pandemia, que lleva camino de convertirse en endémica, Liu Lang di qiu/The Wandering Earth/La Tierra errante, no sólo aparece como un cuento único, que se aleja mucho de la lógica de la ciencia-ficción clásica, sino que adopta la forma de una premonición realizada un año antes de la tragedia que vivimos, que se está llevando por delante a los ancianos, y no tan viejos, de la sociedad Occidental, que se cuentan ya por millones (de momento (1,282,828 en América, 897,671 en Europa, 371,037 en Asia, 107,826 en África y 1234 en Oceanía), y nos muestra unos momentos en los que las personas mayores todavía eran necesarias, queridas y respetadas.

Frant Gwo nos muestra el fin de la Tierra por el calentamiento global de un planeta, el nuestro, que ha entendido por fin que la única forma de intentar salvarlo es eligiendo a un gobierno mundial que lleve a cabo un magno proyecto: alejar la Tierra del sistema solar y buscar una nueva estrella, construyendo motores que dirijan sus movimientos en fases que durarán 2,500 años y consumirán en su odisea cien generaciones, que vivirán en búnkeres subterráneos, sin poder salir al exterior arriesgando mucho más que un billete de avión (ya es imposible hablar de una 'vieja normalidad' o normalidad a secas. Hoy, cuando sabemos que se están congelando embriones de todas las especies animales y seres humanos y cultivando semillas de todas las especies vegetales que se extienden por los campos, para enviarlas al planeta más cercano y habitable por el hombre, no nos parece tan extravagante ver estos planes para mantener a la humanidad durante tanto tiempo fuera de su habitat natural. En este largo viaje se producirán contratiempos que no habían sido previstos por los científicos para una operación tan arriesgada como cambiar la dependencia de un planeta de una estrella que le ha proporcionado la energía necesaria para la vida a otra, agotado por quien ha hecho de la avaricia su norte, despreciando las sensaciones que desembocan en los sentimientos que nos hacen humanos, y dirigirse, con su población e impulsado por motores, en busca de otro astro protector. Es entonces cuando, muy a la manera de hacer norteamericana, pero también a la propia del héroe trágico asiático, surge el individuo, el kamikaze que se inmolará por todos los de su especie.

Hoy podemos entender el deseo temerario de los más jóvenes de salir de sus asentamientos bajo tierra, en los que deben organizar toda su vida, hasta la misma muerte, en pro de toda la humanidad. Respirar el aire puro, ver el hielo, la nieve, el sol, los astros y los planetas se convierte en una obsesión de los más jóvenes y arriesgados que, a diferencia de las aspiraciones de los de hoy, se hacen daño tan solo a sí mismos en su búsqueda de aventura. Es el caso de los Hermanos Liu Qui y Han Duoduo, detrás de cuyo parentesco no biológico se esconde una bellísima historia, que deciden escaparse el día en el que el 'Comité', casualmente, decide repartir entre los habitantes de los asentamientos los sabrosos 'dumplings' que les hace recordar los tiempos en los que quizá no tenían dinero (ahora no les sirve de nada ), pero sí humanidad. En la hora decisiva, el Gobierno de la Tierra, sin fisuras, de inspiración china (cada país representa un sistema universal a su imagen y semejanza, y en este caso la batuta la tienen los chinos, aunque los soldados son procedentes de los cinco continentes y el ruso se enorgullece de que su país fuera el primero que lanzó un satélite artificial al espacio, el Sputnik), opta por elegir la esperanza, entendiendo por fin que no importa el resultado, sino el ser digno de la Historia de la Humanidad, y aceptar las consecuencias, sean estas las que sean, con respeto. Hoy nos debatimos entre que hay que salvar: vidas o la economía, llevando el argumento a límites extremos. Una visión muy diferente a ls muy pesimista  de Robert Wise, que hizo 'Ultimatum a la Tierra' en 1951, en plena Guerra Fría, en el que un OVNI (Objeto Volante no Identificado), que hoy resulta ingenuo y naïf, llegaba a la Tierra en forma de platillo volante sin fisuras, y se encontraba en un mundo dividido en frentes irreconciliables; la globalización no ha mejorado mucho las circunstancias.

Planteado el tema, presentados los personajes, que crecen en su desarrollo, y con una estructura circular en lo que se refiere al análisis de los sentimientos y la espiritualidad de Liu Peigiang y su hijo Liu Qui, mirando el cielo en una playa casi malikiana  impregnado de nostalgia, Frant Gwo recurre a lugares comunes del cine americano, especialmente de la iconografía creada por Lucas en Star Wars y sus chatarreros, que también heredó Blomkamp en Distrito 9 o Elisium, o el cochambroso Chappie, e incluso Andrew Stanton en Chappie, el animé y el manga japonés, Alfonso Cuaron y su Gravity, y un cameo claro de Hal, el robot emblema de una inteligencia artificial que se rebela contra el hombre en 2001 A Space Odyssey de Stanley Kubrick, entre otros. El cineasta chino no tiene problemas en recurrir a quienes le precedieron en aventuras futuristas, distópicas, para las que se usan las nuevas tecnología de las que disponen, porque entienden el lema de Picasso: 'Lo malo no es imitar a los demás, sino imitarse a uno mismo.' Inteligente, una maravilla de la imaginación, la inspiración, la ejecución y el entretenimiento, como afirma J.Hurtado, Screen Anarchy.

Disponible en Netflix.

Comentarios

Entradas populares