La sombra de la ley. Dani de la Torre. Ficha técnica y crítica.
EL DIFÍCIL ENCAJE DE CATALUÑA EN EL ESTADO ESPAÑOL
Ficha técnica:
Título original: La sombra de la ley
País: España. Co-producción España/Francia
Año: 2018
Duración: 126 minutos
Dirección: Dani de la Torre
Guión: Patxi Amezcua
Casting: Eva Leira, Yolanda Serrano
Dirección de Fotografía: Josu Inchaustegui
Música: Manuel Riveiro, Xavier Font
Dirección artística: Marta Blasco
Diseño de Vestuario: Clara Bilbao
Maquillaje y peluquería: Raquel Fidalgo
Productores: Ricardo Marco Budé, Mercedes Gamero, Mikel Lejarza, Borja Pena, Ignacio Salazar-Simpson
Productores ejecutivos: Toni Carrizosa, Emma Lustres
Diseño de producción: Juan Pedro de Gaspar
Compañías productoras: Vaca Films , AtresmediaCine, Movistar +, Televisión de Galicia (TVG)
Intérpretes:
Luís Tosar: Anibal Uriarte,
Michelle Jenner: Sara,
Vicente Romero: Inspector Rediú,
Ernesto Alterio: Tísico,
Paco Tous: Salvador Ortíz,
Manolo Solo: El Barón,
Jaime Lorente: León,
Pep Tosar: Comisario Verdaguer,
Fernando Cayo: Ministro,
William Miller: García Serrano,
Adriana Torrebejano: Lola,
Ricardo de Barreiro: Jefe de Turno,
José Manuel Poga: Mallorquín,
Elías Pelayo: General Martínez Anido,
Paula del Río: Elisa,
Albert Pérez: Manco.
Sinopsis:
Año 1921. España vive un momento agitado y caótico, que algunos han calificado como los años del plomo, consecuencia de los violentos enfrentamientos callejeros entre matones y anarquistas. El gansterismo y los negocios ilegales están instalados en la sociedad. En esta situación de disturbios, Aníbal Uriarte es un policía enviado a Barcelona para colaborar en la detención de los culpables del robo a un tren militar. Sus formas no encuentran mucho apoyo entre sus compañeros, una actitud que provoca enfrentamientos y desconfianzas con el inspector Rediú, un jefe de policía corrupto. Aníbal entrará en contacto no sólo con los bajos fondos de la sociedad barcelonesa, sino también con el mundo anarquista más radical, dispuesto a todo para conseguir sus objetivos. Allí conocerá a Sara, una joven luchadora y temperamental, cuyo encuentro tendrá consecuencias inesperadas para ambos.
Lo que se dice:
El film ha sido recibido con frialdad por los críticos de los rotativos españoles más importantes, un hecho que refleja la página Filmaffinity, que le otorga una notamedia de 5,8, basada en 4,545 votos, una media que la norteamericana Imdb eleva a 6,3, basada en una participación muy modesta en relación a lo que es habitual en este sitio: 2,713 usuarios.
Los argumentos que dan los que escriben en torno al film evidencian un hecho curioso: les ha gustado más a las mujeres que a los hombres (ignoro la razón, porque es el típico film masculinista). Ellos tildan el film de 'historieta sobre nuestra historia' realizada con una factura discursiva y visual de novela barata (Javier Ocaña, Diario 'El País'); film que nace con la vocación de emular el cine negro de los años 30, que resulta un fiasco (Alberto Luchini, diario 'El Mundo'); producto necesitado de precisión y pegada (Alberto Luchini, diario ABC). Para ellas el director ratifica su capacidad técnica y su amor por la narrativa clásica, el cine de gánsteres , y referencias cinéfilas y literarias (Beatriz Martínez, Diario 'El Periódico'); una película que utiliza el puro entretenimiento para calzar asuntos sociales y políticos (Irene Crespo, Cinemanía)...
Crítica:
Dani de la Torre construye un producto con vocación de blockbuster o mainstream, lo cual no es malo, sino todo lo contrario, a la vez que no se decanta por un genero determinado, presentado un film que participa tanto de las características del thriller policíaco, como del político, descendiendo a las cloacas del estado y a las maniobras de los gobiernos, contextualizando la acción en el Desastre de Annual, que obligó a redefinir la política colonial española, perdida la Guerra del Rif, en la que no se profundiza, y que acabó desembocando en la Dictadura de Primo de Rivera, un hecho simplemente citado que clausura el relato.
La cuestión no reside en que el título sea comercial, como hemos dicho antes, lo que supone una inversión importante que permite recurrir a la tecnología más avanzada que repercute en la calidad de la imagen, con independencia de que haya quien prefiera el grano grueso y los pelos en las pantallas, que corresponde a la diégesis de historias muy diferentes, sino en la capacidad para recrear un tiempo que todavía duele a los españoles, que han tenido que soportar en los últimos siglos, especialmente el XIX y el XX asonadas militares frecuentes, golpes de estado y dictaduras que han recortado las libertades de unos habitantes que apenas saben ser ciudadanos y que, con frecuencia, prefieren ser súbditos, guiados por sus líderes. El personaje femenino, interpretado por Michelle Jenner es poco creíble, y parece corresponder más al feminismo de la cuarta ola dominante en la entrada al siglo XXI.
Si fracasa en la creación de un contexto socio-económico y político determinado, patina más aún al construir una historia de amor con unos mimbres muy endebles. Es difícil de creer que una chica feminista (no se sabe bien cuál es su ideario, más allá del pensamiento libertario, inspirado en Mijail Bakunin), hija de un obrero de la CNT (el único sindicato del momento, escindido entre los que defendían la huelga y la negociación y los que se creían preparados para dar el salto revolucionario) en huelga indefinida contra un patrón que no negocia con sus trabajadores cuestiones que se debatieron en la Inglaterra de los siglos XVIII-XIX, como la reducción de la jornada laboral de 10 a 8 horas, la no contratación de menores o la elevación del sueldo. Todas estas circunstancias históricas están cogidas con pinzas, sin interés alguno por parte de guionista y director de involucrar al espectador en una nueva historia de enfrentamiento entre el gobernador militar de Cataluña, impuesto por el rey, y espías 'que vienen del frío' a poner orden en una zona que lucha permanentemente por su independencia del estado español.
Toda la historia se reduce a la presentación de dos universos que conviven y se relacionan entre sí, con diferente nivel de agresividad y odio, dependiendo de si se está arriba o abajo. Por un lado los policías, secretos y de uniforme, contrabandistas de armas ricos que presumen de su origen alemán, funcionarios del estado y empresarios, y, frente a ellos, trabajadores en los que ha hecho mella el anarquismo, que demandaban una vida digna, y exigían su derecho al trabajo y no a la pereza que defendía Paul Lafargue, al tiempo que denunciaba que los trabajadores se había equivocado de reivindicación. Los primeros se aglutinan en un cabaret, -un guiño muy claro al cine negro americano de los años 30,40 y 50 -, El Edén, en el que una diva del espectáculo de variedades, Lola Montane (Adriana Torrebejano), convertida en moneda de cambio en las relaciones que mantiene el propietario con el hampa, y toda la familia de funcionarios, policías y espías que se imponen a unos trabajadores cuyas condiciones laborales son ya inaceptables, en pro del beneficio del estado.
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