Born To Be blue. Robert Budreau. Ficha técnica y crítica.




LA MAYORÍA DE LOS MÚSICOS DE HOY TOCAN POR ENCIMA DE 100 AÑOS DE LOS OÍDOS DE SUS OYENTES. ¿HAY QUE DESCONFIAR EN CASO CONTRARIO?


Ficha técnica:


Título original: Born To Be Blue
País: Canadá
Año: 2015
Duración: 97 minutos

Dirección: Robert Budreau (That Beautiful Somewhere, 2006; Stockholm, 2018)
Guión: Robert Budreau
Casting: John Buchan, Nancy Klopper, Jason Knight
Director de Fotografía: Steve Cosens
Música. David Braid, Todor Kobakob, Steve London
Edición: David Freeman
Dirección artística: Joel Richardson
Decoración del set: David LeBrun

Diseño de vestuario: Anne  Dixon
Responsable de maquillaje: Lynd McCormack
Responsable de peluquería: Katarina Chovanec

Productoras: Robert Budreau, Leonard Farlinger, Jennifer Jonas, Jake Seal
Productores ejecutivos: Terry Bird, Gurpreet Chandhoke, Andrew Chang-Sang, D,Matt Geller, John Hills, Stefan Jacobs, Christina Kubacki, Adam Moryto, Patrick Roy, William G.Santor, Mark Slone
Diseño de producción: Aidan Leroux
Compañías productoras: Universal, K5 International, New Real Films, Lumanity Productions, Black Hangar Studios, Productivity Medios


Intérpretes:


Ethan Hawke: Chet Baker,
Carmen Ejogo: Jane/Elaine,
Callum Keith Reiner: Dick Bock,
Dan Lett: Danny Friedman,
Kedar Brown: Miles Davis,
Kevin Hanchard: Dizzy Gillespie,
...

Sinopsis:


Biopic sobre el legendario trompetista de jazz Chet Baker en los años 60. La historia se centra en la  época en la que Baker comienza a rodar una película sobre sí mismo y se enamora de su compañera de rodaje, la enigmática Jane (Carmen Ejogo). El conflictivo pasado del músico vuelve para atormentarlo, hasta el punto de parecer que nunca volverá a ser capaz de componer, pero Jane lo reta a volver a la escena musical en contra de todos los pronósticos.


Lo que se dijo:


Este sombrío biopic fue bien recibido por la prensa, un hecho que lo demuestra la nota media que ofrece la página española Filmaffinity, 6,4, basado en una muestra de 1,434 votos, y de 6,9 de Imdb, apoyada en una muestra bastante más amplia; 7,498 usuarios. 

Se ha dicho que la interpretación de Ethan Hawke es una de las más encendidas de 1915 (Luís Martínez, Diario 'El Mundo'); un soplo de aire fresco, reforzado por el trabajo de Hawke (Nando Salvá, Diario 'El Periódico'); película un tanto plana y televisiva (Stephen Dalton, The Hollywood Reporter) ; Budreau intenta hacer una película real (Andrew Barker, Variety); Biopic poco convencional  con una enérgica interpretación protagonista (Benjamin Lee, The Guardian); Hawke y Ejogo convierten este drama en una historia de amor (Brian Tallerico, rogerebert.com)...Algunas más centran su atención en el trabajo del actor que viene del cine indie y que ha satisfecho a todos.

Crítica:

Robert Budreau construye un biopic poco convencional, precisamente porque aborda la atormentada existencia y los hábitos de los ricos ociosos que denunció Rosamond Marshall en 'All the Fine Young Cannibals', que Michale Anderson y Vincent Minnelli (sin figurar en los créditos) llevaron al cine en 1960; realizaron una película inspirada en la vida de Chet Baker. En 1988 Bruce Weber estrenó Let's Get Lost, un documental  nominado al Oscar sobre el trompetista, cuyo título deriva de una canción de Jimmy McHugh y Frank Loesser, un film al que siguió en 1997 un drama danés con el mismo título. Ninguna de estas películas se corresponde temporalmente con el anuncio que se hace al trompetista, arruinado física y moralmente, víctima de alucinaciones, y echado en el suelo de una celda de Lucca, Italia, donde es visitado por un agente de Hollywood que le anuncia que se va a realizar un film sobre él, un hecho que se ubica en 1966, una secuencia que introduce al espectador en la dimensión metaficcional del famoso local llamado Birdland, un modesto garito que reúne en su interior a los mejores intérpretes de jazz: Miles Davis y Dizzy Gillespie, acompañados de otros músicos negros, que desconfían de las posibilidades de un 'blanquito' que quiere jugar a competir con ellos. El relato entra en esta secuencia, que ubica la acción en el New York de 1954, semantizando el color, negro para la película que se desarrolla dentro de 'Brom to Be Blue', y en color para la realidad que representa la ficción que dirige Robert Budreau.

Existe una constante que atraviesa el relato de principio a fin: la angustia existencial de un hombre incapaz de ser feliz más de 10 segundos seguidos, parafraseando a su agente, productor y alma mater, Dick Bock (Callum Keith Reiner), cansado de ser su pañuelo de lágrimas, un papel que Ethan Hawke borda, haciendo sufrir a los espectadores. El film interrumpe la historia cuando todos los que rodean al músico yonki entienden definitivamente que no hay posibilidad alguna de recuperación de un hombre perdido, que según su propio padre ha arruinado el apellido de la familia, perdidas las esperanzas,renacidas al haber  logrado un pequeño concierto en Birdland y otro Carnegie Hall; en 1966 había sido apalizado por la banda de su proveedor de droga, y había conseguido volver a tocar, a pesar de perder parte de su dentadura. Los esfuerzos que realizaron su esposa Jane (Carmen Ejogo), y su manager, así como sus camaradas Miles y Dizzie fueron, como hemos dicho ya, infructuosos, una distopía que se hace patente en las primeras y últimas imágenes, sin orden cronológico lineal, y apoyadas en la película que habita dentro de la propia película y no en el recurso frecuente al flashback, muy utilizado en todo tipo de narraciones y que impone saltos temporales que dislocan un tanto el seguimiento lineal de la trama.

La secuencia inicial sitúa a Baker en Italia, la única nota, que apenas informa de nada, que permite a quien conoce la biografía del trompetista, entender que estamos ante una estación de la dura diáspora por Europa de un hombre con talento, triste, inseguro, enfermo y desquiciado, que acabó sus días en la extradiégesis,  fuera del relato, cuando el 13 de mayo de 1988, perdidas sus facultades a causa de la cocaína y la heroína, cayó por la ventana de un hotel en Amsterdam, después de visitar las cárceles de diferentes países europeos. Una travesía que Budreau prefiere dejar al margen de su película, si bien anuncia este triste final en una secuencia durísima que pone fin a su película.

Muy interesante. La podéis ver en Netflix.


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