El planeta salvaje. René Laloux. Ficha técnica y crítica.
Ficha técnica:
Título original: Le planète sauvage
País: Francia/República checa/Eslovaquia
Año: 1973
Duración: 73 minutos
Dirección: René Laloux
Guión: René Laloux, Roland Topor, basado en la novela de Stefan Wul "Oms en série"
Dirección de Fotografía: Boris Baromikyn, Lubomir Rejthar
Música: Alain Gorager
Edición: Hélène Arnal
Departamento de arte Roland Topor
Productor : Anatole Damiani
Productores ejecutivos: Simon Damiani, André Valio-Cavaglione
Compañía: Argos Films, Les Films Armorial, Institut National de L'Audiovisuel, Ceskoslovensky Filmexport, Krátky Film Praha
Intérpretes:
Animación
Sinopsis:
En el lejano planeta Ygam viven unas criaturas gigantescas llamadas Draags que han domesticado a los pequeños "Oms", seres humanos que están siendo exterminados, pero un Om consigue escapar...
Crítica:
René Laloux, animador y director de cine francés, formado en pintura, una destreza de la que se sirvió en su trabajo en psiquiátricos, donde comenzó a experimentar con pacientes, emprendió en 1973 un proyecto en el que lo más sorprendente, inquietante y moderno es la forma elegida y el impacto de unos dibujos de fuertes colores que conectan con las vanguardias de principio del siglo XX, especialmente con los surrealistas y los cubistas, en concreto con el cubismo, que fue denominado por algunos tubismo, y clasificado en libros de teoría del arte como tal, de Fernand Léger.
Laloux imagina un mundo en el que el hombre ha perdido el protagonismo y se ha transformado en una mascota, un animal de compañía minúsculo de los draags, auténticos gigantes para ellos, tratados por los seres adultos de esta sociedad que ostenta el poder como insectos que se exterminan a cientos cuando resultan molestos. Estos gigantes azules evocan el diseño del endriago, un ser con facciones humanas y miembro de varias fieras, protagonista de la 'La mujer y el monstruo' (1954) , que inspiró el espécimen de Guillermo del Toro en 'La forma del agua' (2017), que basan su fuerza en la relación con seres de otros medios que tienen forma de estatuas con cabeza, en cuyo lugar se colocan unos globos que llevan en su interior a los draags en edad de procrear, divididos por sexos, que se unen para crear descendientes cada vez más fuertes, que se benefician del desarrollo intelectual de los draags y la dureza de la piedra de las esculturas descabezadas, y como consecuencia sin cerebro. Una metáfora sólida y muy explícita.
Los oms, dirigidos por uno de ellos que ha sido domesticado y ha realizado la función de juguete de un draag , enseña a los suyos, recelosos, ignorantes y con la fiereza que les otorga el poder, a rebelarse contra sus opresores y ganarles la batalla decisiva. Un film único, curioso, interesante y que se introduce, sin complejos, en el terreno de la ciencia-ficción.
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