La novia de Re-Animator. Crítica.
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y/o las compañías productoras y distribuidoras
La casquería, la mermelada. el ketchup y otras materias gastronómicas del orden, impiden al espectador centrarse en un historia con un poco de coherencia, bastante tiene con imaginarse el asco que le da semejante orgía de fluidos
Ficha técnica, sinopsis, críticas y comentario, carteles y trailer (Pinchad aquí)
Críticas y comentario:
La crítica y el público coinciden de forma sorprendente en la valoración de esta película, algo que no ocurre con frecuencia. Unos y otros suspenden este film, la prensa específica con un 47% de aceptación , un criterio basado en unas cuantas reseñas, tan solo en 15, y el público, con una muestra más amplia (7.837 usuarios) ni tan siquiera llega a este índice y se queda en el 46 %., según el muestreo de la página Rotten Tomatoes. Lo cierto es que, con la salvedad del reto del hombre a Dios como creador, tratado de la forma más manida, y el modelado de un ser humano con restos de otros, (su obra maestra está compuesta con las piezas más selecta: los pies de una bailarina, las piernas de una corredora, el corazón de una amante...), los doctores malignos, y en especial Herbert West, son un mal remedo del imaginado por Mary Shelley. La casquería, la mermelada. el ketchup y otras materias gastronómicas del orden, impiden al espectador centrarse en un historia con un poco de coherencia, bastante tiene con imaginarse el asco que le da semejante orgía de fluidos.
El propio título es una hipérbole exagerada, ya que el hecho a que hace referencia difícilmente haría cosquillas al más sensible, aunque alguien lo tomara como la metáfora de un gran amor. La desagradable imagen del trailer demuestra la imperfección de la obra del hombre si se compara con la magna creación de Dios, representada por la actual novia del doctor Cain, que actúa por amor y no movido por la ambición, aunque no deja de tener su gracia la cabeza voladora del doctor superviviente de la tragedia ocurrida en el mismo hospital ocho meses antes, a la que se le han insertado las dos alas de un murciélago.
A diferencia de su predecesora, Re-Animator, dirigida en 1985 por Stuart Gordon, en la que Brian Yuzna trabajó como productor junto a su amigo, colaborador y adaptador, a su vez, de relatos de H.P. Lovecraft, la secuela en la que se da vida a la ex-novia de uno de los dos Re-Animator, el Doctor Cain, de la que sólo queda el corazón, no tuvo igual suerte, y no ha sido tratada por los fans del género como un film de culto, a pesar de que, como hemos dicho, sigue la tradición del enfrentamiento de la ciencia con la divinidad y la no aceptación de la inexorabilidad de una muerte impuesta por éste o por la naturaleza, así como la de la figura literaria y cinematográfica de los doctores malignos entre los que destacan Frankenstein, Mabuse o Bergerus, representado por Herbert West, Jeffrey Combs (como en Re-Animator), dispuestos a vender su alma al diablo para alcanzar sus sueños de crear vida. Los doctores Hill y Harrod, médicos más ortodoxos, pero no faltos de ambición y dispuestos a cerrar el paso a los nuevos talentos, pagarán un alto precio por su ambición, pero volverán para vengarse.
A pesar de meter en el crisol el sexo, el gore y la escatología más absoluta, el resultado es menos brillante, y el público se ha cansado de ver la misma película, con alguna pequeña variante para introducir la venganza como motor de una acción que ya nace fallida, al menos en dos de sus elemento: el sexo y el terror. Es probable que alguno se haya divertido con la combinación del gore y el humor negro que emana de unos miembros que tienen vida propia, una valoración muy subjetiva, que depende del gusto de cada cual.
Podéis ver el film en la plataforma TIVO de ONO, en cine gratuito.
El propio título es una hipérbole exagerada, ya que el hecho a que hace referencia difícilmente haría cosquillas al más sensible, aunque alguien lo tomara como la metáfora de un gran amor. La desagradable imagen del trailer demuestra la imperfección de la obra del hombre si se compara con la magna creación de Dios, representada por la actual novia del doctor Cain, que actúa por amor y no movido por la ambición, aunque no deja de tener su gracia la cabeza voladora del doctor superviviente de la tragedia ocurrida en el mismo hospital ocho meses antes, a la que se le han insertado las dos alas de un murciélago.
A diferencia de su predecesora, Re-Animator, dirigida en 1985 por Stuart Gordon, en la que Brian Yuzna trabajó como productor junto a su amigo, colaborador y adaptador, a su vez, de relatos de H.P. Lovecraft, la secuela en la que se da vida a la ex-novia de uno de los dos Re-Animator, el Doctor Cain, de la que sólo queda el corazón, no tuvo igual suerte, y no ha sido tratada por los fans del género como un film de culto, a pesar de que, como hemos dicho, sigue la tradición del enfrentamiento de la ciencia con la divinidad y la no aceptación de la inexorabilidad de una muerte impuesta por éste o por la naturaleza, así como la de la figura literaria y cinematográfica de los doctores malignos entre los que destacan Frankenstein, Mabuse o Bergerus, representado por Herbert West, Jeffrey Combs (como en Re-Animator), dispuestos a vender su alma al diablo para alcanzar sus sueños de crear vida. Los doctores Hill y Harrod, médicos más ortodoxos, pero no faltos de ambición y dispuestos a cerrar el paso a los nuevos talentos, pagarán un alto precio por su ambición, pero volverán para vengarse.
A pesar de meter en el crisol el sexo, el gore y la escatología más absoluta, el resultado es menos brillante, y el público se ha cansado de ver la misma película, con alguna pequeña variante para introducir la venganza como motor de una acción que ya nace fallida, al menos en dos de sus elemento: el sexo y el terror. Es probable que alguno se haya divertido con la combinación del gore y el humor negro que emana de unos miembros que tienen vida propia, una valoración muy subjetiva, que depende del gusto de cada cual.
Podéis ver el film en la plataforma TIVO de ONO, en cine gratuito.
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