El clan de los sicilianos. Henri Verneuil.. cinelodeon.com






Ficha técnica:


Título original: Le Clan des Siciliens
País: Francia
Año: 1969
Duración: 122 minutos

Director: Henry Verneuil.
Guión: Henry Verneuil, José Giovanni, Pierre Pelegri.
Casting: Evelyne Janic
Argumento: Basada en la novela de Auguste Le Bretón.
Dirección de Fotografía: Henri Decaë
Música: Ennio Morricone
Dirección artística: Jacques Saulnier

Diseño de Vestuario: Hélène Nourry
Peluquería: Simone Knapp
Maquillaje: Georges Bouban

Productor: Jacques  E.Strauss
Productor ejecutivo: Henri Verneuil
Diseño de producción: Jacques Saulnier
Compañías productoras: Les Productions Fox Europa, Les Films du Siècle; distribución 20 th Century Fox


Ficha artística. 



Jean Gabin: Vittorio Manalese,
Alain Delon: Roger Sartet,
Lino Ventura:  Comisario: Le Goff
Amadeo Nazzari_ Toni Nicosa,
Karen Balanguernon: Theresa,
Irina Demick: Jeanne Manalese,
Sidney Chaplin (hijo de Charles Chaplin): Jack

Sinopsis. 


El viejo mafioso del Clan de los Sicilianos, Vittorio Manalese (Gabin) saca de la cárcel al frío criminal y experto ladrón a sueldo Roger Sartet (Delon), no para ayudarle, sino para que le de ciertas informaciones obtenidas en la prisión sobre el sistema de seguridad de la Villa Borghese, y dar el golpe del siglo. Pero como es habitual en el universo de las mafias, en el cine noir y en la vida real, amén de las gafas que ocultan el rostro y esconden su impostura, es que estos hombres arruinen sus negocios, si se interpone en su camino una mujer. (sinopsis oficial)


Crítica:   

Recuperamos y ampliamos nuestro post de 17 de marzo de 2011, arrinconado en un espacio llamado archivo y corrompido por una errata en el título, imposible de corregir, y realizamos este ejercicio porque viene bien volver la vista atrás, y recuperar uno de los tantos referentes que, de una forma u otra, han tenido que estar presentes en el actual relato de Cristopher McQuarrey, cuando construye en su 'Mission impossible: Fallout', la persecución por las calles de París de los agentes del MI6 por unos policías franceses que no están a la altura de sus contrincantes, como tampoco lo estaban cuando luchaban con los gánsters  sicilianos, retratados por Henri Verneuil, en una de las obras cumbres del cine polar francés, protagonizada por Lino Ventura, Jean Gabin y el icónico delincuente, frío, hierático y contenido, interpretado por el francés Alain Delon, el alter ego del paradigma de la acción irrefrenable y la improvisación que resuelve cualquier contratiempo, por imposible que parezca, el americano Tom Cruise. Uno y otro actor simbolizan la forma de ser, la idiosincrasia del viejo y el nuevo mundo: el europeo, que se expresaba en el universo de la 'Nueva Ola' (Nouvelle Vague), en la que importaba la precisión y el talento puesto en juego en el plan de los que actuaban al margen de la ley, una cualidad a la que el hombre del siglo XXI incorpora los nuevos medios que la ciencia y la tecnología ponen a su disposición, de los que las películas de nuestro tiempo hacen gala.

En un momento de crisis, menos aguda que la que atravesamos, una era de revoluciones en la que en muchos países europeos existía la pena de muerte (en Francia estaba vigente la guillotina) Verneuil  comienza su relato con una alusión a la pena capital por medio de una sinuosa y cínica conversación entre Sartet y el Comisario Le Goff (Lino Ventura); el primero espeta irónicamente al funcionario: "¿Me mira el cuello Sr. Comisario?. Perdone si le hago madrugar uno de estos días." El Comisario responde : "Estaré allí". No obstante, a pesar de sus esfuerzos, el agente, un funcionario de la ley, es burlado constantemente por la banda, y su nerviosismo llega a tal grado que vuelve a fumar tras grandes esfuerzos para dejar la adicción. Ligero toque de ironía y humor en un film sobrio y con escasas concesiones o desvíos de la trama argumental. Algunos aspectos de la persecución por las calles de la ciudad del Sena de Ethan Hunt (Tom Cruise) evocan, con mucho más nerviosismo, los planes para la liberación de Sartet retenido en un furgón policial que lo traslada a la cárcel.

La evasión del detenido es una pieza maestra del cine negro o polar, de una precisión e inteligencia difícil de superar, en la que, sin mediar palabra, se desmitifica a  la policía formada por funcionarios muy 'reales' y menos preparados que los gángsters para el desempeño de su oficio; de igual brillantez es la secuencia que, dentro de un espacio verosímil, (nada que ver con la delirante set piece de los helicópteros de McQuarrey,que se sitúa al margen de lo que es posible concebir, a pesar de que logre la verosimilitud que engancha al público, una vez ha triunfado la premisa de que el héroe es capaz de realizar todo lo que se proponga, por muy imposible que parezca )  ofrece un aterrizaje forzado por los delincuentes en una autopista del avión que conduce la colección de brillantes, valorada en cincuenta millones de dólares, desde Roma a Nueva York, sin que se entere el pasaje hasta el último momento y sin derramar una gota de sangre.

El Clan de los Sicilianos tiene como norma no matar y el francés Sartet, de disparo fácil, es visto como una rara avis por los componentes de la familia, especialmente las mujeres. Y aquí reside la paradoja principal del film: Sartet, imbatible para la policía, escurridizo como un pez, tolerado por los mafiosos, encontrará una piedra en su camino que le hará caer. El orgullo viril pisado obnubila a hombres que habían conseguido mantener durante años sus estrategias de supervivencia, pero que no pueden consentir una mácula en su honor. El joven gángster, interpretado por el hierático Alain Delon, demuestra una gran inteligencia y frialdad hasta el último momento, pero ignora qué carta esconden los Manalese. El film se cierra con la imagen del niño, causante del desenlace, preguntando a su abuelo si esa noche cenará con él. Definitivamente la policía sólo puede recoger los restos del naufragio.

La música de Ennio Morricone, con silbidos incorporados que nos conectan con el western, inigualable, emblemática en el cine de Sergio Leone, crea una atmósfera envolvente que acerca el film al género épico que narra la conquista del oeste americano por colonos europeos, con duelo final incluido. Pero aquí no hay héroes, sino sólo villanos y agentes de la ley incompetentes. Los grandes rótulos de color rojo brillante recuerdan a Godard  e identifican el género polar francés, y, más tarde, serán una fuente de inspiración para Quentin Tarantino, que no sólo tomará de películas como 'El clan de los Sicilianos' estas grafías, que ilustran con frecuencia la división de sus películas en partes, algo que ciertos críticos quieren ver como una decisión de inspiración literaria, sino que elegirá para la parte musical del soundtrack de muchas de sus películas a Ennio Morricone  (KillBill, Malditos Bastardos, Django Desencadenado y Los odiosos ocho), una marca potente de muchos cineastas, que buscan trabajar a menudo con el mismo músico, aunque el enfado del italiano con el que ha sido durante algún tiempo el enfant terrible de la gran pantalla es profundo, hasta el extremo de hacerle confesar que Tarantino “utiliza la música sin sentido y sin coherencia” y “no le daba suficiente tiempo para preparar sus composiciones”.

Nöel Simsolo califica la actuación de Jean Gabin de interioridad casi patológica, (...) cuya actitud pasa de la sobriedad total a un estallido de energía colérica asombrosamente verista, sin perder aparentemente la calma. En este body movie su partener, Alain Delon, es un actor expresivo pero hierático y frío en su gestualidad, que únicamente suaviza la belleza de su rostro y sus claros ojos azules. Nadie, ni sus compañeros de celda, son capaces de imaginar lo que se esconde tras su cara sonriente y sus amables modales ; curiosa la secuencia en la que está pescando y comete el error de su vida. Hay mucha confusión en torno a la clasificación de estos filmes, aunque los críticos actuales engloban bajo la etiqueta de cine negro a todas las películas policiacas de la historia del cine pasado, presente y futuro, ya sean thrillers, road movies, películas de suspense, enigma o investigación, melodramas de delincuencia juvenil... (Nöel Simsolo. Cine negro, pág. 14)

Un film muy recomendable

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