Corrupción en el poder. George Hickenlooper.




HONESTIDAD COMO SINÓNIMO DE MEDIOCRIDAD: "O ERES UN GRAN LÍDER O ERES EL ESCLAVO QUE ENTRA A EMPUJONES EN EL METRO.



Lobista: 
  1. Persona que intenta influir en la legislación, respondiendo a un interés personal.
  1. Persona que intenta influir en los representantes del pueblo para que tomen una decisión concreta.
  2. Democracia al más puro estilo americano.


Ficha técnica:


Título original: Casino Jack
País: Estados Unidos.
Año: 2010.
Duración: 103 minutos.
Biopic.

Dirección:  George Hickenlooper.
Guión: Norman Snider.
Casting: Marjorie Lecker, c.d.c.
Dirección de Fotografía: Adam Swica, c.s.c.
Música: Jonathan Goldsmith.
Edición: William Steinkamp, a.c.e.
Productor ejecutivo efectos visuales: Neil Williamson.
Director artístico: Pete Emmink.
Decorador del set: Patricia Cuccia.

Diseño de Vestuario: Debra Hanson.

Productores: Gary Howsam, Bill Marks, George Vitetzakis.
Productores ejecutivos: Richard Rionda del Castro, Donald Zuckerman, Lewin Webb, Dana Brunetti, Patricia Eberle, Warren Nimchuk, Angelo Paletta, Domenic Serafino.
Diseño de producción: Matthew Davies.
Compañías productoras: Hannibal Pictures, asociada con Trigger Street Productions, Rollercoaster Entertainment, mcg, y Vortex Words  + Pictures Production, asociado con Olive Branch


Intérpretes:

Kevin Spacey: Jack Abramoff,
Barry Pepper: Michael Scanlon,
Kelly Preston: Pam Abramoff,
Rachelle Lefevre: Emily Miller,
Jon Lovitz: Adam Kidam,
Eric Schweig: Pincho,
Maury Chaykin: Big Tony,
Yannick Bisson: Oscar Carrillo,
Christian Campbell: Ralph Reed,
Daniel Kash: Gus Boulis,
Spencer Garret: Tom Delay,
Joe Pingue: Pequeño Tony,


Sinopsis:


La historia de Jack Abramoff, un poderoso y corrupto lobista republicano, empresario, productor de cine y escritor estadounidense, que se enriqueció mediante múltiples fraudes y numerosos sobornos que realizó aprovechándose de las tribus de indios, a quienes representaba en el congreso, y que se convirtió en el centro de una extensa investigación de corrupción que condujo a su condena y a la de 21 personas y fueron declarados culpables, incluidos funcionarios de la Casa Blanca y otros lobistas y ayudantes del Congreso.


Crítica:


George Hickenlooper, formado en la escuela secundaria en St. Louis University High, se inicio en el cine formando parte de un grupo de cineastas adolescentes que informalmente llamó "Splicers".  Después de graduarse de la Universidad de Yale donde se licenció en en Historia y Estudios Cinematográficos en 1986, el cineasta colaboró con el productor Roger Corman, e inició su carrera como director con Art, Acting  and the Suicide Chair (Dennis Hopper en 1988).1, 2, 3





Iniciado como documentalista,  realizó un montón de películas que discurrieron sin pena ni gloria. La última es este film sobre los lobis norteamericanos y su presión para bajar los sueldos de los indios norteamericanos para vender en Estados Unidos pantalones vaqueros lavados a la piedra a 19 dólares, reduciendo al máximo los costes de producción. Su trabajo no solo es invisible, quizá por su vocación documentalista y a la vez poco arriesgado, en el que su mayor osadía consistía en algún que otro plano ligeramente picado. 'Corrupción en el poder' fue su última película antes de fallecer de un ataque a su corazón mientras dormía, sin que fuera atribuirse a grandes excesos, sino un cúmulo de pequeñas coincidencias, como su cine.





El tema de los lobis choca fuera de la cultura americana donde no se entiende bien que se pague a los congresistas para que defiendan una causa justa. Con los beneficios obtenidos por esta actividad que roza la ilegalidad o entra de pleno en ella Jack Abramoff  monta una cadena de restaurantes de comida Kosher, un tipo de alimentación que, según las leyes judías acatan todos los preceptos que los judíos imponen a la comida permitida a los miembros de su comunidad, que contempla incluso cómo se deben sacrificar los animales. Con frecuencia estos oscuros negocios acaban mal, (hoy cualquier ciudadano conoce estos temas judiciales), ya que el dinero no suele conformarse con unos beneficios limitados y acaba comprometiendo a los políticos y empresarios corruptos a los que ha hundido su ambición, y  provocaron lo que se dio en llamar 'el Enron de los lobis', en el que, al fin los corruptores denunciaron a los que se dejaron corromper.


1. La Review of Books,
2. Newsbank .com.
3. Rob Hughes, The Guardian



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