Ouija. Stiles White.




Ficha técnica:


Título original:Ouija.
País: Estados Unidos.
Año: 2014.
Duración: 86 minutos.

Dirección: Stiles White.
Guión: Juliet Snowden & Stiles White, basado en el juego de Ouija de Hasbro.
Casting: Nancy Mayor, C.S.A.
Director de Fotografía: David Emmerichs.
Música: Anton Sanko.
Editor: Ken Blackwell, A.C.E.
Dirección artística: Jeremy Woolsey.
Decorador del set:Kristian V.Peterson, S.D.S.A.
Coordinador de especialistas:Ben Bray, Mike Gunther.

Diseño de Vestuario:Mary Jane Fort.
Responsable de maquillaje: Anthony Gordon.
Responsable de peluquería:Traci E.Smithe.

Productores: MichaelBay, Andrew Form, Brad Fuller, Jason Blum, p.g.a., Bennett Schneir, p.g.a.
Co-productores:Rick A. Osako, Dniel Persitz
Productores ejecutivos:Juliet Snowden, Couper Samuelson, Jeannette Volturno-Brill, Brian Goldner, Stephen Davis.
Productores asociados: James Moran,Phillip Dawe.
Diseño de producción: Barry Robinson.
Compañías productoras:  Platinum Dunes Blumhouse Production asociado con Hasbro Studios,  Distribución:Universal Pictures.


Intérpretes:



Olivia Cooke: Laine Morris,
Daren Kagasoff: Trevor,
Ana Coto: Sarah Morris,
Douglas Smith: Pete,
Bianca Santos: Isabelle,
Shelley Hennig: Debbie Galardi,
Lin Shaye:Paulina Zander,
Vivis: Nona,
Robyn Lively: Mrs.Galardi,
Matthew Settle:Mr. Morris.
Daniel Pertsitz


Sinopsis:


Laine convence a su grupode amigos para utilizar un tablero ouija y ponerse en contacto con su amiga Debbie, fallecida recientemente. Cuando ingresan al lugar donde murió Debbie,descubren una inquietante grabación hecha por la propia Debbie, tras encontrar la ouija, que la condujo a una muerte brutal. Los amigos pronto descubren que han despertado a un poder oscuro y aterrador que comienza a acosarlos, y que la única forma de cortar su conexión con este ente es...¡volvera jugar una vez más!


Crítica:



Desde que un niño inicia la segunda etapa de secundaria le enseñan, a su nivel, que existen lugares comunes, amoeni o distópicos, y tópicos literarios, y también se le enseña a buscarlos y distinguirlos, pero eso nunca puede ser la base de un buen análisis. Ouija es, sin duda una horror teenage movie, y reúne todos los elementos que caracterizan este tipo de comedias de terror para adolescentes, (hay que verlos reírse y gritar en el cine), para muchos de los cuales la ouija representa una mezcla de satisfacción fantasiosa, deseo y miedo, ( Bennet Schneir), una especie de  teléfono cósmico con el otro mundo, muy usado por las madres que perdieron hijos en las guerras. Entre ellas se cita con frecuencia a la esposa de Lincoln que perdió un hijo joven.

Estructuralmente, el texto cinematográfico  de Stiles White no ofrece grandes novedades, sino alguna sorpresa que se puede intuir bien,  una catáfora o anticipación que, si de momento deja tranquilo a su público, funciona como una premonición que se cumple. Tampoco es revolucionario el contexto en el que se produce la tragedia: un suburbio norteamericano blanco (o caucásico como se llama ahora a los hombres y mujeres de piel blanca en el lenguaje políticamente correcto) en el que los jóvenes del High School entran en las viviendas por las puertas traseras, siempre abiertas, lo que favorece no sólo que penetren los novios, evitando de este modo la mirada inquisitorial de unos adultos que, o no están, o viven muy relajadamente, ( es frecuente en las películas ver cómo huyen por las ventanas los novios de las habitaciones de las 'niñas'), sino que entren en los hogares todo o todos aquellos que no han sido invitados. Cuando la joven Debbie Galardi aparece colgada de la lámpara que preside el hall de su casa de dos plantas, nadie se pregunta si ha podido entrar un extraño por esa puerta trasera que da a la cocina, como de hecho sucede, cuando el visitante enciende el gas de la cocina y establece una relación entre esa puerta y él, sino en que han sido invadidos por un ser sobrenatural que tiene cobijo en la mansión. Estas reacciones responden a una idiosincrasia muy difícil de entender para un europeo, que White quiere dejar bien patente.

Entre las trampas que se esparcen por estos hogares aparentemente idílicos (desvanes, sótanos, -muchos de ellos concebidos para protegerse de tornados y huracanes-, árboles que rozan los cristales e impiden el sueño en noches de vientos...), se cuentan, en las casas más lujosas, las piscinas, que suelen cubrirse con una red para evitar que caigan los más pequeños y se ahoguen. Estas zonas de confort tampoco escapan de la mirada inquisitiva de Stiles White que recuerda, mediante una catáfora, que si hoy te libras de ellas, puede ser que mañana no. Si a todo ello sumamos la ausencia repetida de los padres, unas veces permanente por divorcios o muertes, otras circunstanciales, para asistir a una cena con los amigos, no es extraño que los hijos permanezcan solos en estos lugares no exentos de peligros (ninguno lo es; una simple bañera puede ser una trampa mortal, como ocurre en Somnia de Mike Flanagan), lo que convierte a los mayores en pequeños tiranos, que parecen querer enmendar la plana a sus progenitores y controlar los más mínimos movimientos de sus hermanos.Esto es precisamente lo que ocurre con Laine Morris (Olivia Cooke), que decide, incluso, boicotear al novio que se ha buscado su hermana, demasiado mayor para ella. Curiosamente, cuando todo se resuelva, no es precisamente el espíritu de la madre muerta el maligno, sino el de su hija. Habrá que pensar por qué.

Que nadie espere un film de vanguardia, de los márgenes, que se inclina por un género para retorcerlo, como están haciendo algunos grandes con el indie, como Ryan Johnson o Denis Villeneuve;  Stiles White no pretende tanto, pero sí nos ilustra, aunque sea un poco, como hacen tantos otros desde que John Carpenter realizara 'Halloween', sobre un mundo en apariencia idílico que no lo es tanto, y,aunque no hayamos nacido en Norteamérica, entendamos que estas pequeñas comunidades no son el paraíso, y que hay innumerables historias que se esconden en los desvanes, los sótanos,e incluso en el lujoso hall de algunas casas, del mismo modo que Ulrich Seidl (trilogía del paraíso) nos demostró que los sótanos de Austria, un país que vive en gran parte en pequeñas poblaciones que se asemejan  a los suburbios norteamericanos, habita más de un monstruo; la casa es como la psique del ser humano donde habitan sus demonios.




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