Toni Erdman. DVD, Blu ray.
Ficha técnica, sinopsis, críticas, cartel y trailer (Pinchad aquí)
Comentario:
Es difícil que una realización concite tanta unanimidad, en el sentido más favorable,de la crítica. Es abrumador el número de premios y distinciones que ha recibido el film, no sólo dentro de su país, sino en toda Europa y Estados Unidos. Filmaffinity recoge estas distinciones:
2016: Premios Oscar: Nominada a mejor película de habla no inglesa
2016: Globos de Oro: Nominada a mejor película de habla no inglesa
2016: Premios BAFTA: Nominada a Mejor película en habla no inglesa
2016: Premios César: Nominada a Mejor película extranjera
2016: Premios del Cine Europeo: Mejor película, director, guión, actor y actriz .
2016: Festival de Cannes: Premio FIPRESCI
2016: Premios Independent Spirit: Mejor película extranjera
2016: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película extranjera
2016: Críticos de Los Angeles: Nominada a mejor película extranjera
2016: Critics Choice Awards: Nominada a mejor película de habla no inglesa
2016: Premio FIPRESCI (Fed. Int. de Críticos de Cine): mejor película del año
2016: British Independent Film Awards (BIFA): nom. mejor película intern. independiente
2016: Satellite Awards: Nominada a Mejor película de habla no inglesa
2016: Premios Guldbagge (Suecia): Nominada a Mejor film extranjero.
Se ha criticado la falta de arrojo de alguno de estos jurados para dar el salto de la nominación al premio, aunque la unanimidad conseguida es un hecho de por sí suficiente. La propia página Filmaffinity, muy útil como punto de partida de cualquier análisis, mucho menos ambiciosa que la norteamericana Imdb, da su opinión, un hecho nada habitual, por medio de un tal Daniel Andreas,
Hace poco ha salido al mercado el DVD y el blu- ray , una circunstancia que permite usar el mando a distancia a modo de moviola digital, que permite hacer avanzar la película hacia adelante y hacia atrás y por tanto analizar todos aquellos aspectos que no se han podido captar bien en un primer visionado, un ejercicio muy recomendable.
El espectacular cartel que anuncia el film que convirtió a Maren Ade en la primera mujer que consiguió el Premio a la Mejor Película del Cine Europeo, además de al Mejor Director, Guión, Actor y Actriz,es una imagen incomprensible para quien no ha visto la película, en la que el padre asume la forma de un monstruo benefactor búlgaro que protege a su hija, la puerta de entrada de una ficción de estilo visual independiente, que deja ver, de forma puntual y muy marginal, el contexto en el que nacen, se desarrollan y mueren sus personajes, y que corresponde a esas casas exentas que caracterizan los paisajes alemanes y austriacos, muy diferentes al paisaje urbano de Bucarest en el que se desarrolla la mayor parte de la película, un asentamiento en la que pulula una ciudadanía bien diferente a la que emigra por Europa, algo que debía hacernos reflexionar.
En un medio minimalista destacan sobremanera sus protagonistas, Sandra Hüller, que interpreta a Ines Conradi y Peter Simonischeck, que desempeña el papel de Winfried Conradi, muy bien dirigidos por Maren Ade. La joven cineasta formalizó una compañía productora en 2001, Komplizen, que produjo su primer largometraje, siendo todavía estudiante, Der Wald vol lauter Wäumen (Los árboles no dejan ver el bosque, 2003). En 2009 dirigió Allen anderen (Todos los demás), que recibió el Oso de Plata en el Festival de Berlín. Ade compatibiliza su trabajo como cineasta con la enseñanza en la Academia de Cine Baden-Württenberg en Ludwigsbur y la dirección de Komplizen.
Sin necesidad de usar palabras, voces en off o leyendas al margen, nos muestra el contexto en el que se inscribe la historia de un padre, -un antiguo músico convertido en payaso para entretener las fiestas -, que intenta arrancar a su hija de las garras de la mala conciencia y la infelicidad. De la forma más fresca y divertida, narra como un hombre pone todos los medios que tiene a su disposición para desaizar a su hija del neoliberalismo que impulsa el gobierno de Angela Merkel, que supera con mucho las doctrinas de Adam Smith, utilizando las armas del títere y del hombre impregnado de un humanismo decimonónico caído en desuso, para hacer ver a la chica la banalidad del mundo en el que se desenvuelve y el daño que produce a los trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo, llamados popularmente ERE, con el objetivo de extender por el mundo, no los falansterios de Fourier, sino las ETTS, o empresas de trabajo temporal ajenas a las industrias, que lanzan a los trabajadores a la precariedad.
No salen mejor parados los jóvenes halcones rumanos salidos de escuelas de negocios, a los que no les tiembla el pulso para despedir a hombres y mujeres de sus empresas y darles la libertad de morirse de hambre. Poco a poco, Tony Erdman va horadando la conciencia de la hija, hasta hacerle penoso enfundarse en un traje superceñido y calzarse con zapatos de altos y finos tacones para cumplir su trabajo lo nejor posible, aunque necesite disfrazarse de monstruo búlgaro benefactor, en el Pepito Grillo de la ejecutiva, que acaba colocándose unos dientes postizos, sobre los suyos propios y una estrafalaria peluca. El padre gana la partida, con un personaje que emula, actualizado y pasado por el tamiz germánico, el papel inolvidable que representó Peter Sellers en 'El Guateque'.
La cámara objetiva de Maren Ade no se olvida de los lobatos del nuevo régimen, hijos de los anteriores funcionarios, surgido de las cenizas del comunismo, aguerridos, dispuestos a todo, cause el dolor que cause a sus compatriotas a quienes decían defender, la mayoría dispuestos a ceder a las presiones de Alemania. La vista desde una de estas casas y oficinas muestran cómo viven los desahuciados del nuevo sistema, cohabitando con sus familias en pseudo chabolas con techos de telas de plástico de colores y restos de chatarra, un hecho que demuestra que no todo el mundo tiene sensibilidad social, pero que ésta puede residir en cualquier parte, ya sea la Alemania democrática o la antigua federación alemana, bajo el dominio de los soviets. Tony Erdman es el arquetipo del hombre humano, sensible, adornado con habilidades sociales, que no duda en adoptar la forma del monstruo búlgaro que extiende la bondad entre la gente, con el objetivo de salvar a su hija.
Un film especial, sin prejuicios, sin frontera, que aconsejamos sinceramente,
En un medio minimalista destacan sobremanera sus protagonistas, Sandra Hüller, que interpreta a Ines Conradi y Peter Simonischeck, que desempeña el papel de Winfried Conradi, muy bien dirigidos por Maren Ade. La joven cineasta formalizó una compañía productora en 2001, Komplizen, que produjo su primer largometraje, siendo todavía estudiante, Der Wald vol lauter Wäumen (Los árboles no dejan ver el bosque, 2003). En 2009 dirigió Allen anderen (Todos los demás), que recibió el Oso de Plata en el Festival de Berlín. Ade compatibiliza su trabajo como cineasta con la enseñanza en la Academia de Cine Baden-Württenberg en Ludwigsbur y la dirección de Komplizen.
Sin necesidad de usar palabras, voces en off o leyendas al margen, nos muestra el contexto en el que se inscribe la historia de un padre, -un antiguo músico convertido en payaso para entretener las fiestas -, que intenta arrancar a su hija de las garras de la mala conciencia y la infelicidad. De la forma más fresca y divertida, narra como un hombre pone todos los medios que tiene a su disposición para desaizar a su hija del neoliberalismo que impulsa el gobierno de Angela Merkel, que supera con mucho las doctrinas de Adam Smith, utilizando las armas del títere y del hombre impregnado de un humanismo decimonónico caído en desuso, para hacer ver a la chica la banalidad del mundo en el que se desenvuelve y el daño que produce a los trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo, llamados popularmente ERE, con el objetivo de extender por el mundo, no los falansterios de Fourier, sino las ETTS, o empresas de trabajo temporal ajenas a las industrias, que lanzan a los trabajadores a la precariedad.
No salen mejor parados los jóvenes halcones rumanos salidos de escuelas de negocios, a los que no les tiembla el pulso para despedir a hombres y mujeres de sus empresas y darles la libertad de morirse de hambre. Poco a poco, Tony Erdman va horadando la conciencia de la hija, hasta hacerle penoso enfundarse en un traje superceñido y calzarse con zapatos de altos y finos tacones para cumplir su trabajo lo nejor posible, aunque necesite disfrazarse de monstruo búlgaro benefactor, en el Pepito Grillo de la ejecutiva, que acaba colocándose unos dientes postizos, sobre los suyos propios y una estrafalaria peluca. El padre gana la partida, con un personaje que emula, actualizado y pasado por el tamiz germánico, el papel inolvidable que representó Peter Sellers en 'El Guateque'.
La cámara objetiva de Maren Ade no se olvida de los lobatos del nuevo régimen, hijos de los anteriores funcionarios, surgido de las cenizas del comunismo, aguerridos, dispuestos a todo, cause el dolor que cause a sus compatriotas a quienes decían defender, la mayoría dispuestos a ceder a las presiones de Alemania. La vista desde una de estas casas y oficinas muestran cómo viven los desahuciados del nuevo sistema, cohabitando con sus familias en pseudo chabolas con techos de telas de plástico de colores y restos de chatarra, un hecho que demuestra que no todo el mundo tiene sensibilidad social, pero que ésta puede residir en cualquier parte, ya sea la Alemania democrática o la antigua federación alemana, bajo el dominio de los soviets. Tony Erdman es el arquetipo del hombre humano, sensible, adornado con habilidades sociales, que no duda en adoptar la forma del monstruo búlgaro que extiende la bondad entre la gente, con el objetivo de salvar a su hija.
Un film especial, sin prejuicios, sin frontera, que aconsejamos sinceramente,
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