La pasión de Juana de Arco. Carl Theodor Dreyer.
¿PREFERÍS ESE HÁBITO IMPÚDICO DE HOMBRE A ESCUCHAR MISA? ¡ABOMINABLE ANTE DIOS!
Ficha técnica:
Título original: Jeanne D'Arc.
País: Francia.
Año: 1928.
Duración: 110 minutos.
Dirección: Carl Th..Dreyer
Guión: Carl Theodor Dreyer, con la colaboración de Joseph Delteil.
Consejero histórico: Pierre Champion.
Fotografía: Rudolf Maté & Goestula Kottula, W & B.
Música: película silente, narrador extradiegético (carteles sobre pantalla negra insertos y voz en off)
Decorados: Warm et Jean Hugo,
Diseño de vesuario: Valentine Hugo.
Asistentes: ^Paul La Cour, Ralph Holm
Intérpretes:
Melle Falconetti: Jeanne.
Eugène Silvain: Pierre Cauchon,
André Berley: Jean d'Estivet,
Maurice Schutz: Nicolas Loyseleur,
Antonin Arteaud: Jean Massieu
Michel Simon: Jean Lemaître,
Jean d'Yd: Guillaume Erard,
Ravet:: Jean Beaupère.
André Lurville, Jacques Arnna, Alexander Mihalesco, León Larive: jueces.
Sinopsis:
1431, durante la Guerra de Cien Años, Juana de Arco es arrestada y acusada de brujería, después de haber conducido a las tropas francesas a la victoria. Ella declara haber recibido de Dios la misión de salvar a Francia y condenada a morir en la hoguera.
Carl Theodor Dreyer arma un film muy interesante acerca de la Doncella de Orleans (La Pucelle en francés) que tomó partido en la Guerra de los Cien Años entre los reinos de Francia e Inglaterra que duró 116 años, desde el 1 de enero de 1337 y octubre de 1453, abarcando diferentes periodos con reyes distintos en un momento en el que las nuevas naciones se estaban consolidando. Juana convenció al rey Carlos VII para que expulsara a los ingleses de Francia. No solo doblegó la voluntad del monarca, presentándose como mensajero de Dios, sino que éste la puso, con tan solo 17 años, al frente del sitio de Orleans y la batalla de Patay, entre 1429 y 1430, acciones que revitalizaron a Carlos y permitieron su coronación, un hecho que disgustó a los Borgoñones que detuvieron a la doncella y la entregaron a los ingleses. Este relato, como es fácil de comprender, está muy simplificado y no explica suficientemente una guerra tan extensa que se produjo entre los siglos XIV y XV en suelo francés.
El cineasta danés impresionó al mundo, y lo sigue impresionando, por una película bellísima, amable aunque no carente de conflictos, 'El amo de la casa' (1925), que ya plateaba la igualdad de hombres y mujeres, gracias a la cual la Société Genérale des Films de Francia, le encargó un largometraje sobre su heroína nacional. A pesar de declararse heredero de Griffith o de Victor Sjöstöm, desarrolla un estilo propio, basado en una iluminación muy peculiar, y un predominio absoluto de los primerísimos primeros planos, que permiten un análisis psicológico de los personajes, que da paso a un modo de representación expresionista, en el que el contexto apenas tiene importancia. El escenario en el que se produce la detención de la doncella, la lucha de facciones en Francia, y la reacción popular están tratados de forma sencilla y muy ingenua, tanto cuando muestra los espectáculos pobres y sórdidos, ya que demasiadas veces se basan a deformaciones físicas de sus protagonistas, como cuando se rebela la población, frecuentemente tomado en planos cenitales, dando lugar a verdaderos delirios, que representan la imagen de una ventana desde que se lanzan mazas con enormes pinchos, un cañón que dispara contra la multitud, peleas en lo alto de las torres, a las que es imposible imaginar cómo ha accedido algún rebelde, o se levanta un puente que no sabemos qué une y deja ver a lo lejos la silueta de una horca de la que pende un hombre muerto. ¿Quién, cómo y por qué lo ha ajusticiado? Toda una serie de signos que señalan la maldad de los censores, jueces y ejecutores de la doncella, ya sean religiosos o militares con una gran simplicidad.
Y este primitivismo se da cuando Eisenstein ya había impresionado al mundo con sus movimientos de masas en 'El acorazado Potenkim' (1925) y 'Octubre' (1928), y Griffith había rozado la espectacularidad en 'El nacimiento de una nación' (2015), levantando escenarios de una enorme espectacularidad. Sin embargo, 'La pasión de Juana de Arco' es un referente cierto de un tipo de cine independiente que triunfa en Sundance, del que es un buen ejemplo Xavier Dolan en Mommy, (2014) Y no sólo él, ya que se esconde, tras la excelencia de los actores la escasez de recursos. Melle Falconetti representa el paradigma de lo que puede hacer un buen actor en favor de una historia, que exige ser acotada al momento del proceso y la ejecución de la heroína. 'La pasión de Juana de Arco' es todavía cine silente, si bien se ha tenido la habilidad de no colocar subtítulos que obstaculizan la lectura de las imágenes por parte del espectador, según la advertencia de Straub-Huillet, sustituyéndolos por pantallas negras en las que se imprime la narración que lee una voz en off.
Comentario:
Carl Theodor Dreyer arma un film muy interesante acerca de la Doncella de Orleans (La Pucelle en francés) que tomó partido en la Guerra de los Cien Años entre los reinos de Francia e Inglaterra que duró 116 años, desde el 1 de enero de 1337 y octubre de 1453, abarcando diferentes periodos con reyes distintos en un momento en el que las nuevas naciones se estaban consolidando. Juana convenció al rey Carlos VII para que expulsara a los ingleses de Francia. No solo doblegó la voluntad del monarca, presentándose como mensajero de Dios, sino que éste la puso, con tan solo 17 años, al frente del sitio de Orleans y la batalla de Patay, entre 1429 y 1430, acciones que revitalizaron a Carlos y permitieron su coronación, un hecho que disgustó a los Borgoñones que detuvieron a la doncella y la entregaron a los ingleses. Este relato, como es fácil de comprender, está muy simplificado y no explica suficientemente una guerra tan extensa que se produjo entre los siglos XIV y XV en suelo francés.
El cineasta danés impresionó al mundo, y lo sigue impresionando, por una película bellísima, amable aunque no carente de conflictos, 'El amo de la casa' (1925), que ya plateaba la igualdad de hombres y mujeres, gracias a la cual la Société Genérale des Films de Francia, le encargó un largometraje sobre su heroína nacional. A pesar de declararse heredero de Griffith o de Victor Sjöstöm, desarrolla un estilo propio, basado en una iluminación muy peculiar, y un predominio absoluto de los primerísimos primeros planos, que permiten un análisis psicológico de los personajes, que da paso a un modo de representación expresionista, en el que el contexto apenas tiene importancia. El escenario en el que se produce la detención de la doncella, la lucha de facciones en Francia, y la reacción popular están tratados de forma sencilla y muy ingenua, tanto cuando muestra los espectáculos pobres y sórdidos, ya que demasiadas veces se basan a deformaciones físicas de sus protagonistas, como cuando se rebela la población, frecuentemente tomado en planos cenitales, dando lugar a verdaderos delirios, que representan la imagen de una ventana desde que se lanzan mazas con enormes pinchos, un cañón que dispara contra la multitud, peleas en lo alto de las torres, a las que es imposible imaginar cómo ha accedido algún rebelde, o se levanta un puente que no sabemos qué une y deja ver a lo lejos la silueta de una horca de la que pende un hombre muerto. ¿Quién, cómo y por qué lo ha ajusticiado? Toda una serie de signos que señalan la maldad de los censores, jueces y ejecutores de la doncella, ya sean religiosos o militares con una gran simplicidad.
Y este primitivismo se da cuando Eisenstein ya había impresionado al mundo con sus movimientos de masas en 'El acorazado Potenkim' (1925) y 'Octubre' (1928), y Griffith había rozado la espectacularidad en 'El nacimiento de una nación' (2015), levantando escenarios de una enorme espectacularidad. Sin embargo, 'La pasión de Juana de Arco' es un referente cierto de un tipo de cine independiente que triunfa en Sundance, del que es un buen ejemplo Xavier Dolan en Mommy, (2014) Y no sólo él, ya que se esconde, tras la excelencia de los actores la escasez de recursos. Melle Falconetti representa el paradigma de lo que puede hacer un buen actor en favor de una historia, que exige ser acotada al momento del proceso y la ejecución de la heroína. 'La pasión de Juana de Arco' es todavía cine silente, si bien se ha tenido la habilidad de no colocar subtítulos que obstaculizan la lectura de las imágenes por parte del espectador, según la advertencia de Straub-Huillet, sustituyéndolos por pantallas negras en las que se imprime la narración que lee una voz en off.
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