El héroe de Berlín. Stephen Hopkins.
CRÓNICA DEL SEMPITERNO ENGAÑO
Ficha técnica:
Título original: Race.
País: Canadá.
Año: 2016.
Duración: 129 minutos.
Dirección: Stephen Hopkins
Guión: Joe Shrapnel & Anna Waterhouse.
Casting: Stéphanie Gorin CSA, CDC.
Dirección de Fotografía: Peter Levy ASC, ACS; Fotografñia Adicional: Peter Moss ASC, ACS.
Música:Rachel Portman; productor ejecutivo musical: George Acogny.
Edición: John Smith ACE.
Dirección artística: Jean-Pierre Paquet; supervisor: Andreas Olshausen.
Decorador del set: Ingeborg Heinemann, André Valade.
Supervisor VFX: Martin Lipmann.
Diseño de Vestuario: Mario Davignon.
Jefe de Departamento de maquillaje: Nathalie Trépanier.
Productores: Jean-Charles Levy, p.g.a., Lucy Dayan, Louis-Philippe Rochon, Dominique Séguin.
Stephen Hopkins, p.g.a., Kate Garwood, p.g.a., Nicolas Manuel, Karsten Brünig.
Productores ejecutivos: Jonathan Bronfman, David Garrett. Scott Kennedy, Thierry Potok, Al Munteanu, Mark Slone.
Diseño de producción: David Brisbin.
Compañías productoras: MisterSmith, ID +, Recast Pictures, SoloFilms, Trinica Entertainment, DeAPlaneta, Realizado en asociación con Forecast Pictures, ID + y Totally Commercial Films, The Jesse Owens Foundation, The Luminary Group y Jobro Film Finance Lyd
Intérpretes:
Stephan James: Jesse Owens,
Jason Sudeikis: Larry Snyder,
Jeremy Irons: Avery Brundage,
Carice van Houten: Leni Riefenstahl,
Eli Goree: Dave Albritto,
Tony Cyrran: Lawson Robertson,
David Kross: Carl 'Luz' Long,
Barnaby Metschurat: Joseph Goebbels,
Shanice Banton: Ruth Solomon,
Amanda Crew: Pegg,
Jonathan Aris: Arthur Lili,
Tim MCinnerny: General Charles,
Nicholas Woodeson: Fred Rubien,
Jesse Bostick: Ken Seitz,
Glynn E.Turman: Harry E.Davis,
William Hurt: Jeremiah Mahoney,
Giacomo Gianniotti: Sam Stoller,
...
Sinopsis:
Basada en hechos reales, El héroe de Berlín presenta la increíble historia del mítico atleta Jesse Owens. El coloso de la velocidad saltó a la fama durante los Juegos Olímpicos de 1936, cuando dejó al planeta boquiabierto con unas marcas espectaculares.
'Race' se centra en la figura del deportista, cuya ambición deportiva le llevó a convertirse en un atleta estadounidense afroamericano que desafió a Hitler y sus ideas de supremacía aria, batiendo cuatro records mundiales. Ganó cuatro medallas de oro, entre ellas las de los 100 metros lisos, en la mítica carrera a la que asistió el propio Hitler. El fomento de la superioridad de la raza blanca estuvo muy presente a lo largo de toda la celebración de los Juegos, por lo que la hazaña de Owens destaca por su simbolismo. Dirigida por Stephen Hopkins con Stephan James en el papel de Jesse Owens. Jason Sudeikis interpreta a Larry Snyder, el obsesivo entrenador y mentor de Owens, mientras que Carice Van Houten da vida a la célebre directora de cine de propaganda nazi Leni Riefenstahl. Por su parte, William Hurt encarna a Jeremiah Mahoney, presidente de la Amateur Athletic Union que intentó boicotear Juegos Olímpicos de 1936.
A pesar de todo, es difícil entender la introducción a la crítica de Javier Ocaña: "En 1990 se le otorgó la Medalla de Oro del Congreso a título póstumo por haber sido un héroe olímpico y un héroe americano todos los días de su vida: "En los primeros años de este siglo XXI, junto a sus habituales películas de animación y familiares, Walt Disney Pictures apostó por las historias deportivas: producciones basadas en hechos reales, reveladoras de grandes gestas, demostrativas de los valores del deporte (solidaridad, constancia, orgullo, espíritu de lucha...), con narraciones clásicas aptas para todas las edades, en las que la competición siempre formaba parte del clímax dramático. El héroe de Berlín, inspirada por la hazaña de las cuatro medallas de oro en los Juegos de Berlín de Jesse Owens, no está producida por Disney, pero es un fiel reflejo de la metodología de aquellas obras, con las que comparte la esencia y el tipo de crónica: trabajos como Invencible (fútbol americano), Juego de honor (golf), y las dos mejores del grupo, El milagro (hockey sobre hielo) y Camino a la gloria (baloncesto)." (1) Quien vea la película tras leer la crítica puede sentirse estafado por razones bien diferentes: o porque no comprende nada de lo que ve, o porque todavía no ha caído en la cuenta de que la crítica tampoco es inocente.
Otro crítico del mismo periódico, Carlos Arribas, va más allá en un artículo que 'da la bienvenida' al film, a su manera: " La película, narrada como todas las películas de héroes deportivos y bélicos que saben que todas sus historias pertenecen al territorio de la infancia y a la memoria de la nostalgia, cuenta todo eso, y también el boicot fallido del deporte norteamericano a los Juegos, y lo refuerza groseramente para generar la indignación fácil contra los malos y la admiración por los buenos." (2) ¿Quiénes son los buenos y quiénes los malos? El propio título es muy maniqueo y prueba que hay heridas muy difíciles de cerrar: "Jesse Owens, héroe en Berlín y paria en EE.UU." El articulista está poniendo al mismo nivel parámetros ideológicos y sentimentales totalmente diferentes. No se pueden sumar peras y manzanas. Hay quien cree que defiende así una especie de espíritu crítico, pero si miramos a lo lejos, más allá del Océano Atlántico, podremos observar que el triunfo de Donald Trump no ha sido seguido de la exigencia de responsabilidades a su contrincante, Hilary Clinton (el mantra paternalista qué-ha-hecho-mal que protege al votante), sino de la exigencia al nuevo presidente de respetar su Constitución, el contrato social del poder con la ciudadanía y los derechos del hombre. Cada cual que ponga las etiquetas de bueno o malo donde más le convenga. Y los deportistas también están jugando su papel.
Francisco Marinero se aproxima más al texto cinematográfico: " La recreación del tiempo transcurrido entre el inicio de la plena dedicación de J.C. "Jesse" Owens al atletismo y su histórico logro de cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 constituye casi un tríptico narrativo. Por una parte, está el retrato de Owens y su trayectoria deportiva y vicisitudes familiares; por otro, la descripción del racismo en EEUU, incluso en el ámbito universitario; final y principalmente, la dimensión política de lo que el jerarca nazi Goebbels planificó como una exaltación de la raza y el nazismo frustrada en parte por un negro y documentada de forma excelente por la cineasta Leni Riefenstahl." (3)
Carlos Marañón, tras denunciar las torticeras traducciones de los títulos norteamericano que implican connotaciones mucho más complejas ( Race hace alusión a la carrera y a la raza ), añade que: " La novedad, sin embargo, al margen de los sorprendentes secundarios para colorear el bajo coste (curioso Jason Sudeikis, Jeremy Irons, William Hart), estriba en la ampliación del foco desde el concreto intríngulis del héroe al marco sociopolítico general en el que logró sus cuatro medallas olímpicas." (4)
Stephen Hopkins ubica el comienzo de la historia en Otoño 1933, en Clevelan, Ohio. y abarca los acontecimientos que se produjeron desde este año en el que las consecuencias del crack de la Bolsa de New York, aquel triste y aciago viernes negro, son muy visibles en las calles repletas de homeless mon o personas sin hogar, entre las que el joven Jesse Owens discurre cada día ejercitándose y poniéndose en forma, hasta el 1 de septiembre de 1939, el año en el que Alemania invadió Polonia y se inició la Segunda Guerra Mundial; después de que una coalición de países desafiara el ideal nazi. Queda, pues, bastante claro, desde la primera línea del relato, cuál es la situación socio-económica por la que atraviesa Occidente, que afecta, en menor medida a la familia de Owens, para quien, no obstante, una chaqueta, llamada popularmente americana, que su madre le compra con gran esfuerzo para que se desenvuelva con dignidad en la Universidad de Ohio, es un exceso ya que va a una institución académica y no a la catequesis. No podemos olvidar que aún hoy, bien adentrado el siglo XXI, hay quien ha llamado a Michelle Obama 'simio con tacones'.
Pero hay más. Stephen Hopkins nos muestra cómo hay quien en plena depresión económica hace negocios, utilizando lo que ahora se llama puertas giratorias, con gobiernos fallidos o tiranías genocidas, algo que utilizan los poderosos, en este caso Goebbels, para chantajear a los corruptos que se enriquecen mientras las masas caen en la depauperación. Dos imágenes más parecen contradecir a ciertos críticos: el simulacro de los juegos que realiza la fotógrafa Leni Riefenstahl. amiga de Hitler, al filmar la carrera de Owens, una grabación que Goebbels había prohibido, con el objetivo de dejar un testimonio para la historia; hoy esto tendría otras consecuencias, ya que, en cualquier evento, como en el de la apertura de la nueva legislatura en España, hay diversas cámaras tomando imágenes desde cualquier punto, y pronto surgen relatos alternativos a los oficiales. Si otros aducen que la historia pasa por encima de la segregación de los negros en Norteamérica, Hopkins parece contradecirlo al poner el broche final denunciando, sin posibilidad de disimulo alguno, la segregación más bizarra y chusca que alguien pueda imaginar: en la cena en honor del Jesse Owens en un hotel de lujo, el corredor olímpico se vio obligado a separarse de su grupo y entrar por la puerta por la que ingresa en el edificio el servicio. Un último guiño que puede haber molestado más aún: tras esa puerta le espera un niño blanco, caucásico y trabajadorm a pesar de su corta edad, un abandonado por la fortuna, que se rinde ante su héroe y le solicita un autógrafo.
Una serie de leyendas clausuran el film con el objetivo de informar sobre el destino de sus protagonistas: "Carl "Luz" Long fue reclutado por el ejército alemán y enviado al frente. Jesse y él fueron amigos hasta que Long murió en combate durante la invasión aliada de Sicilia/Tras años sin empleo le ofrecieron a Henry Owens un trabajo de Bedel en la Ohio State University/ Un millón de personas llenó las calles de Nueva York para recibir a Jesse/ Avery Brundage logró superar el escándalo de su colaboración con los nazis; fue elegido Presidente del COI en 1952, cargo que mantuvo hasta 1975/ La casa Blanca nunca reconoció los méritos de Owens en las Olimpiadas de 1936, Hubo que esperar 25 años hasta que se batieran sus records mundiales. Demasiadas cosas para contar en 129 minutos, de los cuales la práctica explícita del deporte ocupa muy poco espacio.
(1) Gestas deportivas para todos. Dario 'El País', 14 de abril de 2016.
(2) Jesse Owens, héroe en Berlín y paria en EE UU.
(3) Epopeya Olímpica. Diario 'El Mundo', 14 de abril de 2016.
(4) El héroe de Berlín, Cinemanía, 10 de febrero de 2016.
Críticas y comentario:
Decía un político español, cuyo nombre no viene al caso reproducir, que nadie ni nada de lo que se escribe es inocente, y menos aún si nos introducimos en el mundo de la cultura y la valoración de las diferentes representaciones artísticas que se lanzan al mercado. No es ningún misterio, incluso para los menos informados, que pocos genios han sido reconocidos mientras vivían, algo que es muy difícil de entender si nos enfrentamos a un atleta que consiguió cuatro medallas de oro en las Olimpiadas de 1936. ¿Qué le hacia diferente a otros deportistas del momento? El color de su piel. Estamos acostumbrados a que cada vez que un crítico coloca una etiqueta a una película, -blockbuster, mainstream, y últimamente Marvel o Disney, por razones que no creemos necesario explicar -, devalúa el producto y lo asimila a la fast food o la producción de mejillones en lata.A pesar de todo, es difícil entender la introducción a la crítica de Javier Ocaña: "En 1990 se le otorgó la Medalla de Oro del Congreso a título póstumo por haber sido un héroe olímpico y un héroe americano todos los días de su vida: "En los primeros años de este siglo XXI, junto a sus habituales películas de animación y familiares, Walt Disney Pictures apostó por las historias deportivas: producciones basadas en hechos reales, reveladoras de grandes gestas, demostrativas de los valores del deporte (solidaridad, constancia, orgullo, espíritu de lucha...), con narraciones clásicas aptas para todas las edades, en las que la competición siempre formaba parte del clímax dramático. El héroe de Berlín, inspirada por la hazaña de las cuatro medallas de oro en los Juegos de Berlín de Jesse Owens, no está producida por Disney, pero es un fiel reflejo de la metodología de aquellas obras, con las que comparte la esencia y el tipo de crónica: trabajos como Invencible (fútbol americano), Juego de honor (golf), y las dos mejores del grupo, El milagro (hockey sobre hielo) y Camino a la gloria (baloncesto)." (1) Quien vea la película tras leer la crítica puede sentirse estafado por razones bien diferentes: o porque no comprende nada de lo que ve, o porque todavía no ha caído en la cuenta de que la crítica tampoco es inocente.
Otro crítico del mismo periódico, Carlos Arribas, va más allá en un artículo que 'da la bienvenida' al film, a su manera: " La película, narrada como todas las películas de héroes deportivos y bélicos que saben que todas sus historias pertenecen al territorio de la infancia y a la memoria de la nostalgia, cuenta todo eso, y también el boicot fallido del deporte norteamericano a los Juegos, y lo refuerza groseramente para generar la indignación fácil contra los malos y la admiración por los buenos." (2) ¿Quiénes son los buenos y quiénes los malos? El propio título es muy maniqueo y prueba que hay heridas muy difíciles de cerrar: "Jesse Owens, héroe en Berlín y paria en EE.UU." El articulista está poniendo al mismo nivel parámetros ideológicos y sentimentales totalmente diferentes. No se pueden sumar peras y manzanas. Hay quien cree que defiende así una especie de espíritu crítico, pero si miramos a lo lejos, más allá del Océano Atlántico, podremos observar que el triunfo de Donald Trump no ha sido seguido de la exigencia de responsabilidades a su contrincante, Hilary Clinton (el mantra paternalista qué-ha-hecho-mal que protege al votante), sino de la exigencia al nuevo presidente de respetar su Constitución, el contrato social del poder con la ciudadanía y los derechos del hombre. Cada cual que ponga las etiquetas de bueno o malo donde más le convenga. Y los deportistas también están jugando su papel.
Francisco Marinero se aproxima más al texto cinematográfico: " La recreación del tiempo transcurrido entre el inicio de la plena dedicación de J.C. "Jesse" Owens al atletismo y su histórico logro de cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 constituye casi un tríptico narrativo. Por una parte, está el retrato de Owens y su trayectoria deportiva y vicisitudes familiares; por otro, la descripción del racismo en EEUU, incluso en el ámbito universitario; final y principalmente, la dimensión política de lo que el jerarca nazi Goebbels planificó como una exaltación de la raza y el nazismo frustrada en parte por un negro y documentada de forma excelente por la cineasta Leni Riefenstahl." (3)
Carlos Marañón, tras denunciar las torticeras traducciones de los títulos norteamericano que implican connotaciones mucho más complejas ( Race hace alusión a la carrera y a la raza ), añade que: " La novedad, sin embargo, al margen de los sorprendentes secundarios para colorear el bajo coste (curioso Jason Sudeikis, Jeremy Irons, William Hart), estriba en la ampliación del foco desde el concreto intríngulis del héroe al marco sociopolítico general en el que logró sus cuatro medallas olímpicas." (4)
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Stephen Hopkins ubica el comienzo de la historia en Otoño 1933, en Clevelan, Ohio. y abarca los acontecimientos que se produjeron desde este año en el que las consecuencias del crack de la Bolsa de New York, aquel triste y aciago viernes negro, son muy visibles en las calles repletas de homeless mon o personas sin hogar, entre las que el joven Jesse Owens discurre cada día ejercitándose y poniéndose en forma, hasta el 1 de septiembre de 1939, el año en el que Alemania invadió Polonia y se inició la Segunda Guerra Mundial; después de que una coalición de países desafiara el ideal nazi. Queda, pues, bastante claro, desde la primera línea del relato, cuál es la situación socio-económica por la que atraviesa Occidente, que afecta, en menor medida a la familia de Owens, para quien, no obstante, una chaqueta, llamada popularmente americana, que su madre le compra con gran esfuerzo para que se desenvuelva con dignidad en la Universidad de Ohio, es un exceso ya que va a una institución académica y no a la catequesis. No podemos olvidar que aún hoy, bien adentrado el siglo XXI, hay quien ha llamado a Michelle Obama 'simio con tacones'.
Pero hay más. Stephen Hopkins nos muestra cómo hay quien en plena depresión económica hace negocios, utilizando lo que ahora se llama puertas giratorias, con gobiernos fallidos o tiranías genocidas, algo que utilizan los poderosos, en este caso Goebbels, para chantajear a los corruptos que se enriquecen mientras las masas caen en la depauperación. Dos imágenes más parecen contradecir a ciertos críticos: el simulacro de los juegos que realiza la fotógrafa Leni Riefenstahl. amiga de Hitler, al filmar la carrera de Owens, una grabación que Goebbels había prohibido, con el objetivo de dejar un testimonio para la historia; hoy esto tendría otras consecuencias, ya que, en cualquier evento, como en el de la apertura de la nueva legislatura en España, hay diversas cámaras tomando imágenes desde cualquier punto, y pronto surgen relatos alternativos a los oficiales. Si otros aducen que la historia pasa por encima de la segregación de los negros en Norteamérica, Hopkins parece contradecirlo al poner el broche final denunciando, sin posibilidad de disimulo alguno, la segregación más bizarra y chusca que alguien pueda imaginar: en la cena en honor del Jesse Owens en un hotel de lujo, el corredor olímpico se vio obligado a separarse de su grupo y entrar por la puerta por la que ingresa en el edificio el servicio. Un último guiño que puede haber molestado más aún: tras esa puerta le espera un niño blanco, caucásico y trabajadorm a pesar de su corta edad, un abandonado por la fortuna, que se rinde ante su héroe y le solicita un autógrafo.
Una serie de leyendas clausuran el film con el objetivo de informar sobre el destino de sus protagonistas: "Carl "Luz" Long fue reclutado por el ejército alemán y enviado al frente. Jesse y él fueron amigos hasta que Long murió en combate durante la invasión aliada de Sicilia/Tras años sin empleo le ofrecieron a Henry Owens un trabajo de Bedel en la Ohio State University/ Un millón de personas llenó las calles de Nueva York para recibir a Jesse/ Avery Brundage logró superar el escándalo de su colaboración con los nazis; fue elegido Presidente del COI en 1952, cargo que mantuvo hasta 1975/ La casa Blanca nunca reconoció los méritos de Owens en las Olimpiadas de 1936, Hubo que esperar 25 años hasta que se batieran sus records mundiales. Demasiadas cosas para contar en 129 minutos, de los cuales la práctica explícita del deporte ocupa muy poco espacio.
(1) Gestas deportivas para todos. Dario 'El País', 14 de abril de 2016.
(2) Jesse Owens, héroe en Berlín y paria en EE UU.
(3) Epopeya Olímpica. Diario 'El Mundo', 14 de abril de 2016.
(4) El héroe de Berlín, Cinemanía, 10 de febrero de 2016.
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