BOB Dylan, Premio Nobel de Literatura.




BOB DYLAN, NOBEL  DE LITERATURA,
UN PREMIO QUE MUCHOS MÚSICOS SENTIRÁN COMO PROPIO.




Esta misma mañana nadie estaba preparado para el gran campanazo que tenía previsto dar la Academia Sueca, ni siquiera los más jóvenes que se toman a sí mismos como la vanguardia de la sociedad se atrevían a realizar esta apuesta, a pesar de que Bob Dylan estaba nominado para el galardón, y hacían pronósticos mucho más convencionales. Pero los encargados de entregar el preciado Premio Nobel de Literatura han ido mucho más allá de las expectativas que se barajaban y ha decidido reconocer el esfuerzo, el talento, la decisión de entregar una vida a la música y a los poemas que la acompañan, que expresan las más profundas convicciones y sentimientos de quienes las componen. Hoy las redes sociales, en especial las plataformas que frecuentan los músicos, que conocen de cerca el sacrificio que impone su elección, han sentido que algo de este premio les tocaba a ellos. Y no me refiero tanto a los adanistas e integrantes de movimientos que pretenden salir de la nada, apoyados en grandes recursos, sino a los que saben cómo se conquista cada pequeño espacio que ocupan y que han tenido como referente al gran 'musicazo' de Minessota, que ha hecho música para sí y para otros.

Ese hombre pequeño ha sido recompensado por razones que se nos escapan y recibe el reconocimiento de aquellos que ahora halagan a los triunfadores, que ahora le reconocen el valor de haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción y que jamás podrán entender a tantos y tantos que aprendieron sus primeros fraseos con la guitarra y a esbozar las humildes letras de sus canciones  con Bob Dylan, y también a hacer versiones de sus canciones (siento el pareado pero representa la realidad). Como tantos otros, antes y después, militó en diferentes estilos, -cantautor folk, protesta social, blues, country rock...-, y tuvo éxitos y fracasos vitales a la par que era recompensado con múltiples reconocimientos, entre ellos premios como el 'Príncipe de Asturias', Pulitzer o la Medalla Presidencial de la Libertad, otorgada por el Presidente Barak Obama.





Dejamos el trabajo erudito de recorrer sus álbumes y la recopilación de las letras de sus canciones en gruesos volúmenes, así como recoger las anécdotas en torno a le entrega de galardones para quienes disfrutan narrando los éxitos y hundiendo a los perdedores. Yo os aconsejo que, quienes tengáis la oportunidad de tener amigos en el mundo de los músicos de verdad, os acerquéis a estas plataformas y sintáis el orgullo de quien por fin cree que se recompensan sus esfuerzos. Uno de los ejemplos nos lo proporciona un músico veterano, Cisco Fran, que dice en su muro de Facebook lo siguiente: "Una de las cosas que mucha gente no es capaz de entender es que el arte literario de Bob Dylan se produce en vivo. Muchas veces he discutido con gente por el hecho de que no ven una estantería llena de libros y yo les pregunto. ¿Qué darías por ver pintar a Van Gogh Los girasoles? No por ver su obra acabada, no; sino por ver su proceso, por ver como pinta el cuadro y como va llenando el lienzo con sus pinceladas atormentadas. Puedo decir bien alto que yo SÍ he visto a Dylan escribir en el aire sus versos. Y soy muy feliz por ello..."


Nosotros nos aproximamos a él a través del cine y recordamos su pequeña participación en Pat Garret y Billy The Kid de Sam Peckinpah (1973), una película en la que desempeñó un pequeño papel, el de Alias, que, no obstante quedó grabado en nuestra memoria.


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