Jacuzzi al pasado. Steve Pink.
Ficha técnica:
Título original: Hot Tube Time Machine.
País: USA.
Año: 2010.
Duración: 90 minutos aprox.
Director: Steve Pink.
Guión: Josh Heald, Andrew Mogel, Jarrad Paul.
Casting: Susie Farris.
Dirección de Fotografía: Jack Green, A.S.C.
Música: Christophe Beck.; supervisores: Dana Sano, Steve Pink.
Edición:George Folsey Jr. A.C.A., James Thomas.
Coordinador de especialistas: Doug Chapman.
Directores artísticos: Jeremy Stanbridge y Kelvin Humenny.
Decorador del set: Johanne Hubert.
Diseñadores del set: Angela O'Sullivan, Peter R.Straford, Sheila Millar.
Diseño de Vestuario:Dayna Pink.
Jefe de Departamento de peluquería: Kathrine Gorden.
Maquillaje: April Boyes, Rebecca Lee, Candice Stafford.
Productores: John Cusack, Grace Loh, Matt Moore.
Productor ejecutivo: Michael Nelson.
Productor asociado:John Albanis.
Diseño de producción: Bob Ziembicki.
Compañías: Metro Goldwyn Mayer, United Artists, New Crime Production.
Intérpretes:
John Cusack: Adam,
Rob Corddry: Lou,
Craig Robinson: Nick,
Clark Duke: Jacob,
Crispin Glober: Phil,
Sebatian Stan:Blaine,
Chevy Chase: reparador,
Lindsay Fonseca: Jonny,
Charlie McDermott: Chaz,
Kellee Stewart: Courtney,
Julia Maxwell: Lucy,
Sinopsis:
Cansados de su monótono y rutinaria vida, cuatro amigos deciden irse de vacaciones para desconectar de todo. Sus vacaciones enlo quecerán al descubrir que se ha metido en un jacuzzi que tiene poderes sobrenaturales.
Comentario:
La película, si bien no levantó grandes pasiones, ni nadie la tachó de obra maestra, tampoco desagradó a los críticos, con excepción de Claudia Puig (USA Today), quien estableció comparaciones odiosas con otras películas de ciencia-ficción de muy distinto cariz. Frente a esta periodista, otros, como Roger Ebert (Chicago Sun Times) para quien la película no pretende ser otra cosa que una farsa a los screwall.
En España se rebaja un tanto el entusiasmo. Jordi Costa ve en este título que: "La paradoja es el elemento inevitable en toda ficción abonada al delicado tema del viaje en el tiempo: resulta, pues, del todo consecuente que esta comedia de Steve Pink se defina en su naturaleza, paradójica, de producto vocacionalmente idiota, sustentado en una arquitectura narrativa sofisticada y aliñada por guiños referenciales que apelan a una memoria de espectador anclada en el imaginario cinematográfico de una década, la de los ochenta, tan relevante en la evolución del cine espectáculo." (1)
Para Javier Cortijo: "Si hace un tiempo cualquier comedia que se preciase debía tener grabada a fuego en la nalga una sentencia promocional estilo «La más desopilante desde «Full Monty»», ahora el molde a seguir tiene que incluir «Resacón en Las Vegas» obligatoriamente. Todo sea para que el subgénero de bufonadas testosterónicas olvide la reciente moña llorona a lo Judd Apatow y regrese a sus orígenes tribales: chistes broncos sobre testículos con forma de uva y concursos de aspirar espaguetis por la nariz. El humor inteligente, para los que mordían el polvo de tiza en el colegio." (2)
Hay que agradecer a Steve Pink que, a pesar de realizar una comedia como tantas otras, en la que un grupo de cuarentones y el hijo de la hermana de uno de ellos, deciden volver al lugar en el que fueron felices cuando tenían veinte años menos, en busca del tiempo perdido, en el que derrochaban testosterona y practicaban al máximo todo lo relacionado con su masculinidad, ya fueran deportes aguerridos, peleas violentas e irregulares, amores pasajeros con mujeres-prototipo de la época, auténticos floreros de la década de los 80. Por azar, al introducirse en un jacuzzi, retroceden a la edad que tenían cuando acudieron a aquel hotel de montaña por primera vez, pero con unos conocimientos científico-tecnológicos de los que carecían en su juventud, lo que les proporcionará no pocas ventajas y dará pie a gags que divierten al público joven de ahora haciendo bromas con signos muy conocidos por ellos (louge por google, twitagra, por twitter más viagra...), y nos hace caer a todos en la cuenta de hasta qué punto había cambiado el mundo en esos treinta años, y cómo será la sociedad resultante cuando acabe la depresión que acompaña a la transición hacia la era tecnológica que nos ahoga.
Se han hecho, pues, muchas comedias sobre el regreso al pasado, que en este este viaje sólo es un accidente casual que permite al espectador entrar en un tiempo muy diferente y contestarse una pregunta que hace uno de sus protagonistas: ¿Cómo os comunicabais en los años 80 ? ¿Qué está dispuesto a hacer un individuo de 2016 si le quitán su teléfono móvil, su ordenados, su Ipod o su Ipad? Es probable que si pudiéramos trasladarnos al futuro y volver, plagiar canciones, películas e inventos, el resultado no dería muy diferente al de la película. Un mérito indiscutible de los guionistas y el director.
(1) Paradoja irresistible. Diario 'El País, 28 de mayo de 2010.
(2) Albongigas, burbujas y sopa primordial. Diario ABC, 28 de mayo de 2010.
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