Orpheo. Jean Cocteau.
Ficha técnica:
Título original: Orphée.
País: Francia.
Año: 1950
Duración:
Dirección: Jean Cocteau.
Guión: Jean Cocteau.
Casting:
Dirección de Fotografía:Nicolas Hayer.
Música: Georges Auric
Montaje: J. Sadoul.
Decorados: D'Eaubonne, asistido por Marpeaux.
Diseño de Vestuario: Marcel Scoffier
Maquillaje: A.Marcus.
Productor: André Paulvé,
Director de producción: Emile Darbon.
Compañías: Janus Films; Fran Studio, DISCINA (París=
Intérpretes:
Jean Marais :Orfeo,
François Perier: Heurtebise,
María Casares: La Princesa/La muerte,
Merie Dea: Euridice.
Henry Cremieux: El editor
Juliette Greco: Aglaonice,
Roger Blin: el poeta,
Edouard Dermitme: Jacques Cégeste
Maurice Carnege:
René Worms: Juez,
Raymond Faure
Pierre Vertin: el comisario,
Jacques Varennes: Juez.
Sinopsis:
Orfeo es un poeta obsesionado con la Muerte (la Princesa) de la cual se enamora. Un día los esbirros de la Muerte matan a Eurídice, la esposa de Orfeo, y éste decide seguirla hasta el Inframundo para rescatarla.
Comentario:
Orpheo es el emblema de la insumisión y la rebeldía de Cocteau, del hombre, el poeta, el actor y en definitiva el cineasta,encargado de petrificar su realidad, de atraparla en el celuloide.como él mismo confiesa cuando se somete al juicio de la Inmortalidad. Su contacto con la muerte se inicia desde niño, cuando debe enfrentarse al suicidio de su propio padre,un abogado rentista en Maisons Laffitte, una pequeña ciudad cercana a París; siendo todavía muy joven de nuevo la muerte se cruzó en su camino y se llevó al gran amor de su vida, Raymond Radiguet, cuya novela 'El diablo en el cuerpo', en la que se oponía fieramente al heroísmo bélico, provocó un gran escándalo. Vivió gran parte de su juventud en la Europa sacudida por las dos guerras mundiales, y escribió y realizó su Orphée en 1950, tan solo cinco años después del armisticio que acabó con el expansionismo y el terrible holocausto del nazismo y de Hitler.
En una secuencia de 'El testamento de Orpeho' (1959) , publicada en Youtube por la revista cultural 'Antopofagia', se defiende ante un postrero tribunal presidido por la Parca y el 'Angel Heurtebisque de las acusaciones de inocencia, es decir de atentar contra la justicia siendo capaz y culpable de todos los crímenes, en lugar de uno solo; de querer penetrar profunda y fraudulentamente en un mundo que no es el suyo. Muchas son las acusaciones que se han vertido sobre la tibia postura que el hombre renacentista que participo de casi todos los -ismos, mantuvo ante la ocupación de su país por los alemanes.Frente a estas graves acusaciones él se declara culpable de haber franqueado muchas veces el muro misterioso sobre el cual los hombres escriben sobre sus amores y sus sueños, por el hastío del mundo en que vive y el horror a la cotidianidad, el nudo gordiano de este extraño film, así como por la desobediencia que la audacia opone a las reglas, ( quien se declara poeta y no escritor, conoce la vanidad, soberbia y la arrogancia que se esconde tras sus palabras ), y animado por el espíritu de la creación , la más elevada forma del espíritu de contradicción, algo propio de los humanos.
Cocteau hace de la desobediencia un sacerdocio, una actitud innata de los niños, los héroes y los artistas. Atrapada, en esa fuente petrificante que es el cine, que resucita cosas muertas, ya sea ab initium en su intento de alcanzar el mito de Frankenstein de que habla Noël Burch, o mediante la utilización simple de la moviola haciendo retroceder la película, un artificio que permite dar apariencia de realidad a la ficción, a lo irreal que traspasa nuestro propios límites de percepción y que el autor maneja con destreza, representando el mundo de los sueños, que permite a un cojo correr y a un manco manejar su brazo ausente con destreza. Esa es precisamente la definición del poeta, que utiliza una lengua (escrita o visual) , ni viva ni muerta, que pocas personas entienden, y lo que es más perturbador todavía: ni siquiera es necesario porque con frecuencia la comunicación se establece sin ver, entre ciegos, una función muy presente en el film. Estremece, sin embargo, escuchar a la muerte decir algo que poco a poco descubrimos todos: " Este cuerpo que nos contiene no conoce a los nuestros, Quien nos habla está habitado , Y esos cuerpos uno dentro de los otros, son los cuerpos de la eternidad." ¿Dónde aprendió ésto, pregunta a Cocteau quien le juzga? "De una fuerza ignorada que nos habita, nos manipula y nos dicta esa lengua", responde el poeta.
Cualquier intento de explicar estas reflexiones, producto de la vanidad del poeta, las degrada, y si hemos atendido a los argumentos de Cocteau es para poder entender qué nos quiere transmitir con esta película, en la que creó una imaginería que ha servido de fuente de inspiración para los cineastas que le han sucedido en el tiempo y que han sentido la necesidad de explicar el mundo mediante metáforas o la creación de mundos paralelos, utópicos o distópicos, sirviéndose de la función poética, Y no sólo nos referimos a lo ideológico o conceptual, muy influenciado por la interpretación que Freud o From hacían del mundo de los sueños y su influencia en los artistas de la época que se inclinaron por el surrealismo onírico o el que se sitúa en el límite entre los consciente y lo subconsciente, de los que bebe Cocteau, sino de la forma en que dio forma visual a estas ideas. (gravedad horizontal, viscosidad de la materia con la que se hacen los espejos que dan paso a otros mundos, y otros trucos visuales de gran rendimiento en la posteridad).
A estos aspectos se añade el que ha representado la cotidianidad como nadie. El poeta está enamorado del amor, de la Muerte, de lo insólito, de su mujer pero también de su muerte, y las condiciones que ésta le impone para vivir con Eurídice el día a día son inviables, destinadas al fracaso. Pero hay más. El poeta no puede alcanzar la inmortalidad con esta pequeña prueba, sino que el camino de la gloria es más largo, en él debe entrar la rutina, el desamor, el aburrimiento... ¿Hay que resucitar a la esposa y condenar al poeta a demostrar que no es como los demás? Nadie puede esperar que se le de junto con la película el prospecto con las instrucciones, como advierte el poeta.
Un film que obedece al espíritu de una época que, como todas, no se volverá a repetir, que podéis encontrar en Youtube con subtítulos.
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