Malas tierras. Terrence Malick. críticas y comentario.
Cartel, ficha técnica, críticas, trailer (Pinchad aquí)
comentario:
Ahora que flojea la cartelera, quizás ha llegado el momento de revisar algunas películas, como Badlans, el primer film que hizo Terrence Malick, referente actual de muchos cineastas de moda,incluido González Iñarritu en su galardonada película 'El Renacido'. El 27 de mayo de 2013 hablamos por primera vez de este film, que no es difícil de encontrar en diferentes plataformas.
Hoy nos reafirmamos en lo que decíamos entonces:
"En este film de 1973, su primer largometraje, ya estaban presentes algunas características que marcarían el estilo del realizador como el narrador que iba a marcar su estilo mediante el develamiento del panteismo que domina la naturaleza, hostil y proclive a la tragedia, la poesía en el tratamiento de la imagen y la deconstrucción en el desarrollo de los personajes, que permiten que el espectador vaya accediendo intelectualmente a unos arquetipos individuales que generan las crisis económicas, seres inadaptados como Kit, diez años mayor que Holly, una joven que todavía acude a la escuela, sin formación ni capacitación para incorporarse a la vida adulta en momentos de máximas dificultades.
El lenguaje visual es todavía clásico, contenido, esteticista, filmado con cámaras tranquilas, minimalista y muy eficiente. La música dota de misticismo a la imagen, y la combinación de ambas formas de expresión alcanza un climax religioso en el incendio de la casa del padre de Holly, en la que no sólo se destruye su cadáver, sino todos los objetos que acumuló en su vida y que debieran dejar testimonio de su paso por ella. Nada queda de él, excepto las noticias de la prensa que lo relacionan con el hecho luctuoso de su muerte. La hija asiste impasible a la destrucción de su pasado.
Pero, a diferencia de otras realizaciones de la década de los 90 de Tony Scott y Oliver Stone, que abordaron el tema de una pareja de jóvenes delincuentes, en el caso de Kit todavía existe un intento de justificación, por insignificante que sea, y un reconocimiento final de que en algún momento sintió satisfacción al matar. El joven es un psicópata sin formación, que no sabe ni leer, que ha desempeñado las tareas más sórdidas de la sociedad, trabajando como basurero, lo que le provoca el desprecio de los vecinos. Pero no es un personaje afectado por el resentimiento, sino un absoluto 'descerebrado' que se mueve por impulsos irrefrenables y que busca la notoriedad por cualquier procedimiento, algo que en efecto consigue. Los policías y militares que lo detienen lo saludan como a un héroe, un experto criminal que les regala recuerdos personales, como el mechero con el que quemó la casa del padre de Holly, su peine y algún que otro pequeño objeto personal."
El miedo de la sociedad a este tipo de criminales se materializa en el encadenamiento de que es objeto, una vez detenido. Años más tarde, en la década de los 90, los mecanismos de inmovilización se sofisticarán con Hanibal Lecter, un sociópata más sofisticado y sanguinario. El personaje que interpreta Martin Sheen, cuya imagen se asocia constantemente en el film con la de James Dean, es inculto, torpe de movimientos, y sólo tiene a su favor la belleza de su juventud y la intrepidez de sus acciones, que lo convertirán en un héroe romántico, diestro en el manejo de las armas, aunque se convierte en un ángel exterminador cada vez que se encuentra con un ciudadano indefenso, por mucho dinero que tenga."
El lenguaje visual es todavía clásico, contenido, esteticista, filmado con cámaras tranquilas, minimalista y muy eficiente. La música dota de misticismo a la imagen, y la combinación de ambas formas de expresión alcanza un climax religioso en el incendio de la casa del padre de Holly, en la que no sólo se destruye su cadáver, sino todos los objetos que acumuló en su vida y que debieran dejar testimonio de su paso por ella. Nada queda de él, excepto las noticias de la prensa que lo relacionan con el hecho luctuoso de su muerte. La hija asiste impasible a la destrucción de su pasado.
Pero, a diferencia de otras realizaciones de la década de los 90 de Tony Scott y Oliver Stone, que abordaron el tema de una pareja de jóvenes delincuentes, en el caso de Kit todavía existe un intento de justificación, por insignificante que sea, y un reconocimiento final de que en algún momento sintió satisfacción al matar. El joven es un psicópata sin formación, que no sabe ni leer, que ha desempeñado las tareas más sórdidas de la sociedad, trabajando como basurero, lo que le provoca el desprecio de los vecinos. Pero no es un personaje afectado por el resentimiento, sino un absoluto 'descerebrado' que se mueve por impulsos irrefrenables y que busca la notoriedad por cualquier procedimiento, algo que en efecto consigue. Los policías y militares que lo detienen lo saludan como a un héroe, un experto criminal que les regala recuerdos personales, como el mechero con el que quemó la casa del padre de Holly, su peine y algún que otro pequeño objeto personal."
El miedo de la sociedad a este tipo de criminales se materializa en el encadenamiento de que es objeto, una vez detenido. Años más tarde, en la década de los 90, los mecanismos de inmovilización se sofisticarán con Hanibal Lecter, un sociópata más sofisticado y sanguinario. El personaje que interpreta Martin Sheen, cuya imagen se asocia constantemente en el film con la de James Dean, es inculto, torpe de movimientos, y sólo tiene a su favor la belleza de su juventud y la intrepidez de sus acciones, que lo convertirán en un héroe romántico, diestro en el manejo de las armas, aunque se convierte en un ángel exterminador cada vez que se encuentra con un ciudadano indefenso, por mucho dinero que tenga."
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