¿Estas ahí? Roberto Santiago.









Ficha técnica


Título: ¿Estás ahí?
 País: España
Año: 2011
Duración: 80 minutos
Género:  Género: Comedia. Fantástico | Sobrenatural. Fantasmas


Dirección: Roberto Santiago.
Guión: Roberto Santiago, Pablo Fernández (Obra: Javier Daulte)
Dirección de Fotografía: Joan Benet
Música: Zacarías M. de la Riva.
Edición: Ángel Armada.
Dirección artística: María Rodríguez.


Diseño de Vestuario: Macarena Garía
Maquillaje: Piluca Guillem.
Peluquería: Marta Arce

Productores: Ibon Cormenzana, Gonzalo Salazar-Simpson.
Productores ejecutivos: Peter Bevan, Karl Richards.
Ayudante de producción: David Pareja.
Jefe de Producción: Nicos Beatty.Vestuario:
Diseño de producción: Federico Gª Cambero.
Productora: Arcadia Motion Pictures / La Zona/Estudio: Emon. Generalitawt Valencia, ICO, RTVV


Intérpretes:


Gorka Otxoa: Fran,
Miren Ibarguren: Ana,
Carme Elías: Rosa,
Miguel Rellán: Jorge,
Luís Callejo: Ignacio,
Concha Delgado: Elena,
María Jesús Ruíz: Emilia,
Joaquín Gómez: Juanjo,
...


Sinopsis: 



Fran y Ana acaban de mudarse a vivir juntos y se encuentran con las dificultades habituales de cualquier joven pareja que está empezando: la convivencia, las manías personales, los celos... Sólo que en su caso, hay que añadir un pequeño detalle: Ana está muerta y en realidad es un fantasma. Además, no es el único en la casa....


Critíca: muy negativa, especialmente el Diario La Vanguardia lo considera un disparate insalvable. Cuando el cine europeo remonta su crisis ¿qué pasa con el español? ¿somos menores de edad? El localismo y el pelaje de las series televisivas nos hunde.


Comentario:

Roberto  Santiago, novelista, guionista, dramaturgo y director de cine, formado en Imagen y Sonido en la Universidad Complutense de Madrid y complementada su educación  en la Escuela de Letras de Madrid, fundada en 1989 por Constantino Bértolo, Alejandro Gándara y Juan Carlos Suñén con el apoyo de la editorial Debate, ha logrado algo sorprendente: hacer un montón de películas, recibir nominaciones a  premios de cine como los Goya y algún que otro galardón en certámenes norteamericanos  (Oregon y Long Island), escribir varios libros, recibir premios literarios y conseguir a la vez que no lo conozca nadie. Después de ver esta película se entiende con facilidad.

Hablábamos hace algún día un amiguete y yo en torno a la diferencia que existe entre tener el control y el dominio de las texturas y la capacidad de generar buenas ideas o de disponer del talento necesario para ello. Lo malo es cuando no se da ni una condición ni otra, como ocurre con frecuencia en el cine español, que a costa de repetir gags facilones, acaba privándolos de toda la gracia. El hecho de que los protagonistas sean actores conocidos por el gran público por aparecer constantemente en series televisivas o programas como 'El club de la comedia', no ayuda en este caso demasiado.

Sin embargo, es un film que no deben dejar de ver quienes tienen el hábito de denostar los efectos especiales, ignorando la capacidad creativa del que los ingenia y de paso aprender las diferencias entre representaciones fantásticas patéticas y ridículas y aquellas otras que de verdad infunden inquietud y temor.  Y no estamos hablando del acierto en el control del timing o el uso de bandas sonoras más o menos estridentes, sino de apoyarse en imágenes generadas por ordenador o de cualquier otra forma, que no siempre exigen grandes inversiones ni una sumisión a las poderosas compañías que algunos tanto temen, sino abandonando los prejuicios existentes en este país, que sitúan a los críticos en un no man's land  y ponen en manos de zoquetes e incapaces los aspectos técnicos y artísticos que dependen de las nuevas tecnologías, para, al menos, evitar el ridículo de comprobar que cualquier adolescente ingenioso lo puede hacer mejor con su móvil.

El film que realiza Roberto Santiago no tiene gracia, no da miedo, no divierte, no genera inquietud, no nos abre nuevas perspectivas, no tiene buenas ideas y ni siquiera está realizada con mayores pretensiones que cualquier episodio de una serie de entretenimiento. Un análisis con el que no nos sentimos a gusto porque estamos más de acuerdo con la receta de la Nouvelle Vague acerca de las críticas constructivas,

Este film se puede ver estos días en plataformas digitales que incorporan TIVO, como ONO.



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