Ted2





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Ficha técnica:

Título original: Ted 2
País: Estados Unidos.
Año: 2015.
Duración: 115 minutos.

Dirección: Seth MacFarlane.
Guión: Seth MacFarlane, Alec Sulkin, Welleslye Wild.
Casting: Sheila Jaffe.
Dirección de Fotografía: Michael Barret.
Música: Walter Murphy.
Edición: Jeff Freeman.
Dirección artística: Peter Borck (supervisor), Bryan Felty, Caty Maxey.
Decorador del set: Kyra Friedman Curcio.

Diseño de vestuario: Cindy Evans.
Maquillaje efectos especiales: Megan Areford.maquillaje artistas: Ginny Colangelo.
Reponsable de peluquería: Mary Hedges Lampert.

Productores: Jason Clarck, John Jacobs, Seth MacFarlane, Scott Stuber.
Productor asociado: Joseph J.Micucci.
Diseño de producción: Stephen J.Lineweaver.
Compañías. Productoras: Universal Pictures, Media Rights Capital.


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Intérpretes:

Mark Wahlberg : John,
Seth MacFarlane: Voz de Ted,
Amanda Seyfried : Samantha,
Jessica Barth : Tami-Lynn,
Giovanni Ribisi : Donny,
Morgan Freeman : Patrick Meighan,
Sam J. Jones : Sam Jones,
Patrick Warburton : Guy.
Más créditos en Imdb.

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Sinopsis:

Los recién casados, Ted y Tami-Lynn, quieren tener un bebé. Pero antes de ser padre, Ted tendrá que demostrar ante un tribunal de justicia que es una persona.

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Críticas:

El remake de SethMacFarlane ha resultado un rotundo fracaso de taquilla, como lo prueba el hecho de que, un público que busca evasión, ya sean pensionistas que desean pasar un buen rato con una feel good movie que les muestre los placeres de la vida y les evite todo contacto con distopías futuras o presentes, o los más jóvenes, e incluso los treintañeros, que tuvieron bastante con un oso de peluche provocador y desvergonzado. Los críticos han achacado el hecho de que el público haya dado la espalda a esta secuela a su incapacidad para entender la sagacidad de MacFarlan.

Jordi Costa, lo hace de manera indirecta, cuando afirma que el realizador propone escenarios atractivos para un espectador informado, como El 11-S, la redacción de Charlie Hebdo el día del atentado y la cabina del fatídico vuelo de Germanwings," un momento fugaz, pero que aporta una buena clave para descifrar la película y para entender el manejo de la provocación por parte del cineasta: para él, la incorrección política es un juego de superficie, un acto reflejo cuando se vive en perpetuo estado de inmadurez. La comedia agresiva, en el mejor de los casos, también sirve para formular preguntas incómodas y para desestabilizar certidumbres colectivas, pero eso no entra en su agenda: el motor narrativo de la película es la lucha del osito Ted por sus derechos civiles, con la meta última de gestionar su paternidad." (Humanizando a la bestia. Diario 'El País', 31 de julio de 2015).



Y es que MarcFarlane juega a hacer guiños a treintañeros universitarios e informados, y según Luis Martínez pijos con barba: " Para que no haya malentendidos, conviene tener claro que estamos ante el más vulgar recital de machismo, racismo, estupidez e irresponsabilidad (sí, esto también) que jamás haya proyectado una pantalla de cine desde, como mínimo, 'Sonrisas y lágrimas'. En un momento dado, una estantería de un banco de esperma cae encima de Mark Wahlberg, el colega inseparable del oso Ted. Lo que soportaba la estantería es exactamente lo que están pensando. "¡Estás cubierto de semen rechazado de negros!", grita Ted. "Te pareces a una Kardashian", añade. Tan fácil. "(...) Y es que " el peluche que aprendiera a ser el más soez de los seres humanos quiere ahora demostrar que, lejos de ser un simple juguete, es eso: repugnante por, precisamente, ser humano. Nótese el matiz. Y demostrarlo, llegado el caso, ante los tribunales. Ésta es la historia; una historia, si se quiere, de derechos inciviles, o incívicos sería más correcto." Luis Martínez termina con un matiz que no aceptamos: el desprecio que muestra a los que deben quedarse en las ciudades con esta canícula, o debemos quedarnos en ella, no porque motivos, especialmente económicos, nos lo impidan, sino por el resentimiento que nos invade al no tener planes para estas vacaciones (¿de verdad cree que ésto es así?), cuando afirma que " sinceramente, estoy convencido que llevar el debate hasta aquí es como discutir de física cuántica porque no tengamos planes para estas vacaciones (lo sé, la comparación no viene a cuento, pero qué más da)". (El placer de escupir al público. Diario 'El Mundo', 30 de julio de 2015).



Frente a estas oposiciones más o menos neutras, hay críticos entusiastas como Pere Vall: "Si ya estaba claro, con la primera Ted (2012), que Seth MacFarlane no es un youtuber graciosete más, ahora se reafirma con una correcta secuela que sólo rechina cuando quiere hablar de temas trascendentes (¡la identidad!), y, luego, le cuesta regresar al cachondeo, como juntar un pasaje de la historia de la creación de Frankenstein con el semen inservible. " (Ted 2. Fotogramas). O francamente negativas. como la de Nando Salvá en Cinemanía: "A estas alturas Seth MacFarlane ha demostrado que todo cuanto le preocupa es retar al espectador a que se sienta ofendido. Su obsesión es probar que en la comedia no hay tabúes, y probablemente tenga razón –en todo caso, pensar así es más fácil cuando no eres tú el que recibe los golpes–, pero el problema es que para hacerlo siempre escoge el camino más fácil, la opción más barata. La película incluye todo un arsenal de chistes racistas y otro de chistes homófobos, una cantidad previsiblemente alta de chistes de porros, bastantes chistes basados en referencias pop y cameos de celebridades –en general, da en la diana uno de cada diez– y largos fragmentos de metraje en los que no hay chistes " (Ted. 2. Cinemanía).



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