Killer Joe. William Friedkin.

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Ficha técnica:

Título original: Killer Joe.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Duración: 98 minutos.

Dirección: William Friedkin.
Guión: Tracy Letts, basado en la obra 'Killer Joe', escrita por el propio Tracy Letts.
Casting: Denise Chamian, c.s.a.
Director de Fotografía: Caleb Dexchanel, a.s.c.
Música: Tyler Bates.
Edición: Darrin Navarro.
Coordinador especialistas: Chuck Picerni, Jr.
Coordinadores departamento de arte: April  Labranche, Nicole Labranche,
Diseño del set: Courtney Talbot.
Decorador del set: Alice Baker.

Diseño de Vestuario: Peggy Schnitzer.
Responsable de maquillaje: Krystal Kershaw.
Responsable de peluquería: Marcos González.


Productores : Nicolas Chartier y Scott Einbinder.
Productores ejecutivos: Christopher Woodrrow, Molly Conners y Vicki Cherkas.
Productores asociados: Eli Selden, Doreen Wilcox Little.
Co-productores ejecutivos: Jamin O'Brien y Laurence Freed.
Diseño de producción: Franco-Giacomo Carbone.
Compañías. Productora: Voltage Pictures y Picture Perfect Corporation, Worldview Entertainment, Ana Media Production.

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Intérpretes:

Matthew McConaughey: Killer Joe Cooper,
Emile Hirsch: Chris Smith,
Juno Temple: Dottie Smith
Thomas Haden Church: Ansel Smith,
Gina Gershon: Sharla Smith,
Marc Macauly: Digger Soames,
Graylen Banks: Patrón Pizza.
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Sinopsis:

Chris, un camello de poca monta,  necesita dinero urgentemente para pagar una deuda que tiene con unos mafiosos y convence a su padre, Ansel, para matar a su madre que ya no vive con ellos. Así, la hermana pequeña, Dottie, recibirá el dinero del seguro de vida y se lo repartirán entre todos. Chris y Ansel se ponenen contacto con 'Killer Joe', policía y asesino a sueldo.

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Críticas:

El film plantea el lado oscuro de la condición humana con tal sordidez y ataca tan de frente los juicios y prejuicios de la sociedad patriarcal blanca y conservadora, que a nadie puede extrañas que las críticas no admitan medias tintas: o entusiasman o enfurecen.

Luís Martínez se encuentra entre los primeros, entre los que se sienten conmocionados por la película de quien ya hizo estremecer a su público con  'El exorcista' a los pulcros y estirados asistentes al festival de Venecia: "Con el traje de una comedia tan negra como el betún negro, el realizador enseña a la concurrencia algunas de las consecuencias de la lujuría, la avaricía, la mediocridad o el miedo. Todo tan humano que da que pensar. ¿De verdad, somos así? Parece que sí y sin remedio (...) No se malinterprete lo precedente, lejos de Friedkin el vicio de los sermones. Él simplemente deja que sus personajes respiren. Y como animales dañados que son, lo hacen a través de cada una de sus heridas. La cámara se sitúa siempre en el lugar que mejor se ve todo. (Gloria a la infelicidad. Diario 'El Mundo' , 8 de Septiembre de 2011).

Para ilustrar lo que hemos afirmado al principio, veamos la crítica de Kyle Smith del New York Post: Una película de mala calidad y sin sentido poblada de  gente de mala calidad y sin sentido, "Killer Joe" nos recuerda que lo que hace Quentin Tarantino no es fácil (...) La película tiene todos los signos de una obra mal adaptada; escenas continúan demasiado tiempo, como para minimizar el esfuerzo de mover paisaje, y los personajes mantienen discursos entrega que no hacen nada para hacer avanzar la trama. Supongo que estos perdedores de mala calidad se supone que es divertido en su incompetencia, sino que son estridentes y aburrido, y las escenas interminables de varios miembros del elenco conseguir sus rostros pulverizan parece sumar a nada más que un patético intento por Friedkin a volver a la lista de directores calientes. Aplomo lacónica de McConaughey es el único punto brillante para esta triste, brutal noir." (Kyle Smith. The New York Post).

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Comentario:

No es nada extraño que haya sentado mal en los sectores republicanos de Norteamérica que William Friedkin, que ya escandalizó al mundo con aquella joven poseída que se clavaba un crucifijo en el sexo en 'El exorcista', (1973),  vuelva 38 años más tarde, sobrepasados los 76,  con una película mucho más devastadora. vindicativa, sórdida, subversiva y escandalosa de los últimos tiempos. La protagonista es una familia white trash americana,  hundida en el  fango, agobiada por las deudas a los grandes capos de la mafia de la droga, decide asesinar a la madre, separada de su marido que ha formado una nueva 'familia' con Sharla, interpretada por la atrativa Gina Gherson, que no tiene ningún reparo en presentarse ante sus hijastros vestida con una sola camiseta, como en su juventud acostumbraba a aparecer en las pantallas Jane Virkin, la madre de Charlotte Gainsbourg, musa de Lars Von Trier, pero con formas muchos más sobresalientes y ampulosas.

Pero todo no queda ahí, Willism Friedkin necesita ser más incisivo, seguir metiendo el dedo en la llaga y provocando más dolor en los hipócritas y aprensivos, y la verdad es que no se queda corto. La familia Smith contrata para realizar tan macabro trabajo cuyo objetivo es poder cobrar un seguro de vida que había contratado la progenitora de Chris y  Dottie a un asesino/policía, que mata por encargo y limpia  despues el escenario del crimen como lo haría cualquier agente del cuerpo policial, un papel que encarna a la perfección Matthew McConaughey. Si esto ya parece a alguno el atrevimiento en grado sumo, les falta ver lo peor: las relaciones sexuales del policía con una menor de 12 años, y una secuencia erótica con una gran carga de terror y de sexo sado, cuyo protagonista es un muslo de pollo. Cuando llega la secuencia final, muchos ya han abandonado el cine, porque la imagen especular que les devuelve la pantalla es moralmente insostenible para ellos. La ventaja de la mirada crítica es que puede aguantar el reto hasta el final, porque le guía precisamente eso: el espíritu crítico, la denuncia de una sociedad patriarcal en la que las mujeres cumplen el papel que se les ha asignado. Friedkin deja que sea el espectador el que decida el fin que quiere poner a su película, que, en absoluto deja cerrado.

El cineasta ha confiado a la luz y el color la generación del clima adecuado, la ambientación de estancias pobremente amuebladas y peor decoradas a la creación de cada atmósfera mediante la elección de la  gama cromática, a cargo de los especialistas de fotografía e iluminación, que hacen algo más respirables estos entornos cargados, cutres, depauperados, unos escenarios en los que se va a desarrollar una terrible tragedia, una historia en la que nada sale como había sido planeado.

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