El fascista, Doña Pura y el follón de la escultura

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Ficha técnica:

Título original: El fascista, Doña Pura y el follón de la escultura.
País: España.
Año:  1983.
Duración: 95 minutos.

Dirección: J. Coll Espona.
Guión: Joaquín Coll Espona y Gustavo Hernández.
Dirección de Fotografía: Juan Gelpí.
Música: José Solá.
Edición: Emilio Ortíz.

Vestuario: Dolores Tutusaus.
Maquillaje: Joaquín Navarro.
Peluquería: Satur Merino.

Productor manager: Maria Teresa Amargos.
Compañía: Naga Films.

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Intérpretes:

José Luis López Vázquez : José Ribas,
José Sazatornil : Pedro,
Ovidi Montllor :Ramón Prats,
Nieves Navarro : Pura,
José María Cañete : Luis Vila,
Pep Corominas : Jorge,
Josep Maria Angelat :  Andrés ,
Alfred Lucchetti : Franquista ,
Elisenda Ribas : Mujer de Pedro,
Rafael Anglada : Juan,
Joan Monleón :  Don Julio,
Más créditos en Imdb.

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Sinopsis:

El pleno del ayuntamiento de un pequeño pueblo aprueba encargar a Ramón, un escultor de izquierdas, la realización de una estatua ecuestre de Franco. Al principio, éste lo rechaza por motivos ideológicos aunque después acepta, ya que no existen estatuas ecuestres de mármol. Cuando finalmente Ramón termina la estatua, Franco ha muerto y el ayuntamiento opina que ya pasó el tiempo de inaugurarla. Para contentar a Ramón aprueban la realización de otra estatua. Esta estará dedicada a la democracia.

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Comentario:

Esta película, obra de un escritor y documentalista del que hay poca información, es de un tal J.Coll Espona, que realizó una serie de documentales sobre Cataluña (Vall d'Aran y Alta Ribagorza, Solsonès- Berguedà, Osona-Ripolès, vistos a través del románico), y de películas sobre la transición en las que destacan sobre todo los títulos, que responden a una auténtica disección de la idiosincrasia, las costumbres y la moral: Jugando a papás (1978),  El fascista, la beata y su hija desvirgada (1978), ¡Mi adúltero esposo! (1979)...

En esta ocasión aborda el surgimiento de los partidos de derechas españoles, nacidos de los fragmentos del partido único que dominó el país, con diferentes máscaras (falangistas, franquistas, tecnócratas...), que se fragmentaron en el CDS, Alianza Popular, Nacionalismos de derechas, etc., aunque hubo alguien que se mantuvo fiel a sus principios fascistas, como Pedro, que, a pesar del tono de comedia del film, no duda en asesinar ante las pantallas al escultor al que encargan una escultura ecuestre de Franco, que jamás se coloca en la plaza, interpretado por la víctima permanente del cine español: Ovidi Montllor. Con el paso del tiempo, estos personajes han querido hacer olvidar a los españoles que hubo quien, como los que se manifiestaban en la plaza de este pueblo bajo el lema común de 'Llibertat, amnistía.  estatut d'autonomía'.

Un cine de transición de baja calidad pero que aporta información sobre la etapa de transición de la dictadura a la democracia, que estos días se emiten en los canales de cine español y que muestra la humillación a que fueron sometidos personajes como Ramón Prats que fueron apartados de la sociedad durante el franquismo, llamados a participar en la transición dejando obras tras de sí que los desprestigian, y sacrificados impunemente por quien todavía no había quien se atreviera a constreñirlos con ninguna norma.