Filthy Gorgeus. Barry Avrich





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Ficha técnica:

Título original: Filthy Gorgeous/ The Bob Guccione Story.
País: Canada/ Estados Unidos/ Holanda
Año: 2013.
Duración: 90 minutos.

Dirección: Barry Avrich.
Dirección de Fotografía: Ken Ng.
Música/Director: Michael Perlmutter.
Editor: George Roulston.
Director artístico: Paul Grundy

Productor: Mike Reid.
Productores ejecutivos: Rick Schwartz, Jeremy Frommer, Mike Reid, Barry Avrich,
Productor asociado: Alana Kalil.
EPIX Original Documentary, Movie Central, Melbar Entertainment Group Inc.

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Intérpretes: Documental. Narrada por Albert Schultz.

Intervienen: Patti Adcroft, Audrey Arnold, Lynn Barbel (Imágenes de archivo), Peter Bloch, Tinto Brass (imágenes de archivo), Joe Brooks, Len Carney, Divina Celeste, Dana DeArmond, Alan M. Dershowitz, Richard Dimbleby (imágenes de archivo), Albert Freedman, Al Goldstein, Bob Guccione (imágenes de archivo), Nick Guccione...

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Sinopsis:

Película sobre la vida del fundador de Penthouse, el visionario y provocador Bob Guccione.

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Comentario:


Bob Guccione fue un notable siciliano, un hombre  religioso, que, tras pensar en la posibilidad de dedicarse al sacerdocio y abandonarla rápidamente, se dedicó en principio a la  pintura, hasta que por el camino de la fotografía llegó a crear una de las revistas eróticas , junto con Playboys, más importantes del mundo occidental. La diferencia con la revista de Chicago, Illinois,(1953),  es que mientras Penthouse reflejaba  la sensibilidad artística de su creador, ésta llenaba sus páginas con chicas Pin Up. Nunca abandonó su relación con el arte y de sus paredes colgaban cuadros de Botticelli, Leger, Degas, Cezanne, etc. Sin embargo la convivencia con sus hijos nunca fue buena, ya que había fricciones y luchas por el poder entre ellos, hasta el extremo de que la creación de una revista musical por el mayor de sus hijos, Spin, provocó la ruptura entre ambos durante más de 18 años.

La irrupción de internet y algunas malas inversiones en casinos en Atlantic City, y una planta de fusión energética,  así como su nueva orientación hacia la pornografía acabaron con su emporio. Vivió por encima de sus grandes posibilidades, afirman sus allegados e ignoró la tecnología; la consecuencia fue que  lo perdió todo. Tuvo que vender su negocio a un millonario, a cambio de un gran sueldo, que le retiraron pronto, y murió enfermo, viudo y sin y todo aquello por lo que había dado la vida. Sus biógrafos lo han considerado un hombre legal en un mundo deshonesto, que le privó de  lo que más adoraba: la belleza, la elegancia, las obras de arte acumuladas a lo largo del tiempo. Su lucha por su libertad de expresión fue más importante para la primera enmienda durante la década de los 70, 80 y 90 que la Corte Suprema de los Estados Unidos, comenta uno de ellos.

Antes de morir dejó un legado cinematográfico de importancia: la película Calígula, dirigida por Tinto Brass, con un primer guión de  Gore Vidal, que fue sustituido por otros, y de la que se hicieron más de diez montajes diferentes, todo ello con la mejor música de Paul Clemente y de Prokofiev . Se dice que Guccione filmó secuencias pornográficas por su cuenta, para insertarlas después, lo que produjo gran descontento de todo el equipo. En el documental se afirma, sin embargo, que casi tuvo que secuestrar la película que financió con más de quince millones de dólares y en la que trabajaron Peter O'Toole, Malcolm McDowell, y Helen Mirren, muy respetuosa con textos clásicos, en especial ' Los doce Césares' de Suetonio, que se ha censurado históricamente por "haber mostrado una excesiva inclinación a la anécdota escabrosa, y la tendencia a obscurecer las figuras de los emperadores que no se mostraron favorables a su partido".  Ante las dificultades  de exhibición que encontró en Estados Unidos compró un cine para poder proyectarla: Penthouse east.

Hoy existe la marca Penthouse on line, ya que la empresa editorial que lanzaba la revista en papel, un elemento fetichista de vital importancia, ha desaparecido, y su fundador, un hombre que hizo arte del desnudo y llenó su empresa de mujeres ha fallecido, y su obra pertenece al pasado. Alguien ha pensado que no estaría de más recordarle.



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