Nunca es tarde para enamorarse. Joel Hopkins




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Ficha técnica:

Título original:  Last Chance Harvey.
País: Estados Unidos.
Año:2008.
Duración: 88 minutos.

Dirección: Joel Hopkins.
Guión: Joel Hopkins.
Casting: Laura Rosenthal y Alli Farrell. Elaine Grainger.
Director de Fotografía: John de Borman, b.s.c.
Música: Dickon Hinchliffe; supervisor: Michael Hill.
Editor: Robin Sales.
Director artístico: Suzanne Austin,
Decorador del set: Robert Wischhussen-Hayes.

Diseño de Vestuario: Natalie Ward.
Responsable de maquillaje: Marilyn MacDonald.
Maquillaje del Sr. Hoffman: Valli O'Reilly.
Maquillaje de la Sra. Thompson: Patricia Cameron.
Estilista de peluquería: Marilyn MacDonald.

Productores: Tim Perell y Nicola Usborne.
Productor ejecutivo: Jawal Nga.
Productor en línea: Guy Tannahill.
Diseño de producción: John Henson.
Paramount Vantage, Overture Films, Starz Company, Process Production.

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Intérpretes:

Dustin Hoffman: Harvey Shiner,
Emma Thompson: Kate Walker,
Eileen Atkins: Maggie,
Kathy Baker : Jean,
Liane Balaban: Susan,
James Brolin: Brian,
Richard Schiff: Marvin,
Timothy Howard: Johnnie,
Wendy Mae Brown: Aggie,
Bronagh Gallagher: Oonagh,

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Sinopsis:

Un músico de Nueva York en plena crisis personal conoce a una mujer que arrastra sus propias frustraciones profesionales y sentimientos. Entre ellos surge una conexión inmediata.

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Comentario:

En nuestro blog, y en otros que coordinamos con anterioridad, como http://www.aliciaanteelespejo.com" o http://www.romaayeryhoy", que en este momento está en stand by, hemos intentado divulgar entre nuestros lectores algunos movimientos ciudadanos que están adquiriendo una gran importancia entre los norteamericanos y que se han llevado recientemente al cine, como el edadismo, que denuncia la discriminación que ejercen amplios sectores de la población sobre sus maiores, y el abuso que se produce en las relaciones de pareja y en el seno de las familias, que no mata, pero si extiende la infelicidad. "Desde que se murió Diana todos nos dejamos llevar por las emociones. Los americanos nos han servido de  modelo.", le dice la protagonista Kate  Walker (Emma Thompson) a Harvey Shiner (Dustin Hoffman); esa misma sensibilidad la pone en valor Harvey, cuando pronuncia el discurso paterno en la boda de su hija, la cual, a pesar de haber padecido el divorcio de sus padres, ha mantenido la empatía y la amabilidad, don virtudes difíciles de mantener con el tiempo.

Estamos viviendo, al menos de momento. si no se reduce todavía más el estado de bienestar y comienza a acortarse de nuevo la esperanza de vida, en el que la pirámide de edad de las sociedades occidentales se ha invertido y hay cada vez más personas mayores, en buenas condiciones físicas y mentales y capaces de seguir incrementando el producto interior bruto de sus países. Algunos de ellos con una formación moral e intelectual muy superior a la de muchos jóvenes que exhiben la edad como su mayor mérito. Harvey es un compositor que hace música de encargo para anuncios, pero cuya verdadera aspiración es dedicarse a crear e interpretar piezas de jazz. Hopkins nos lo presenta ya mayor, sin un solo flashback que nos ayude a interpretar la razón por la que se separó de su esposa y el daño que le ha podido hacer no poder dedicar su vida a aquello para lo que está capacitado y más le gusta. Sólo vemos las consecuencias, en una historia narrada linealmente y de forma muy convencional y clásica, sin riesgos ni rasgos de autoría. Pero esta cámara, que narra con la mayor objetividad posible, sin intentar penetrar psicológicamente en los personajes, si nos deja ver el aislamiento a que lo somete su ex-mujer, casada de nuevo con otro hombre, que incluso le arrebata el 'honor' de llevar del brazo a su hija ante el altar, imágenes que evita la narración cinematográfica. Pero, es más, cuando por fin decide tomar el timón de su vida, abandonar el trabajo que lo ha esclavizado durante toda su vida y asistir al banquete de boda, lo hace acompañado por una mujer extraña, veinte años más joven que él, pero también madura, Kate, a la que ha conocido en el aeropuerto y que no sólo irá con él a este evento, en el que hubiera estado absolutamente solo, consintiéndolo su propia hija, amaestrada por la madre, sino que iniciará con ella una nueva vida, la que siempre había deseado vivir. Harvey no es joven, pero tiene algo a lo que muchos dan gran valor: talento, del que, como afirmaba Ciceron en 'De senectute', puede disfrutar lo que le queda de vida: puede hacer la música que desea, junto a una mujer capaz de entenderlo. Muy entrañable la madre de Kate, otra mujer que sigue sufriendo por su hija y su seguridad, que la llama constantemente por teléfono, a pesar de que ésta es ya cincuentona, no sólo para saber que está bien, sino para transmitirle sus propias inquietudes, y a la que la hija muestra un gran cariño y respeto.

Son muchas las películas que se han hecho últimamente ocupándose de este sector, cada vez más importante, de la población, como 'El último concierto' de Yaron Ziberman (2012); El cuarteto, dirigida por el propio 'Dustin Hoffman', 2012; El exótico Hotel Marigold, de John Madden, 2011, del que se prepara una segunda parte o 'Si de verdad quieres' de David Frankel, que ponen el foco en aspectos más cotidianos, e incluso películas de acción como las franquicias de 'Red' o 'Los mercenarios', que reúnen a un elenco que se ha hecho viejo con la saga, pero que sigue jugando su papel. Algo que ya puso en marcha Phil Alden Robinson con Robert Redford en aquella película tan agradable, The Sneakers (Los Fisgones), (1992), en la que el actor saltaba por encima de un mostrador de una institución en la que había entrado a 'robar' para demostrar su  vulnerabilidad, y se cae de la forma más estruendosa; al levantarse se lamenta de los estragos que ha hecho en él el transcurso de los años. Es muy de agradecer el esfuerzo de estos cineastas, así como de todos aquellos que se  han molestado en darnos la clave de la crisis que padecemos, (Oliver Stone, Martin Scorsese, J.C.Chandor...), que son capaces de entretener a su público con historias de amor, de ciencia-ficción, acción o de cualquier otro género, a la vez que van generando un público más culto y capacitado para entender , sin olvidar la función didáctica de las artes, de que habla Arnold Hauser.

La importancia que se le ha dado a esta película, con una crítica inmejorable, a pesar de haber sido realizada por un cineasta más comprometido con el tema que con la construcción de un lenguaje cinematográfico digno de ser recordado,y para el que selecciona a dos buenos actores, que con una puesta en escena  memorable; un realizador con una filmografía corta (Jump Tomorrow, 2001) y el film que comentamos ocho años después), se pone en evidencia cuando comprobamos que Pablo Kurt (Filmaffinity) decide implicarse y hacer un  breve comentario: "Nunca es tarde para ver a Hoffman y Thompson haciendo de Hoffman y Thompson en este agradable y convencional "pastelón" que busca la empatía del espectador ante dos maduritos desafortunados en el amor. Ambos actores fueron nominados al Globo de Oro por dos papeles de ¿comedia? hechos a su medida, y que ya han interpretado en el pasado en varias ocasiones. Tan sencillo como intrascendente, "Last Chance Harvey" es un drama que despliega los inevitables tópicos de este tipo de cintas (mucha naturalidad, poco riesgo, algunas lágrimas y ligeros toques de comedia), mejorando sensiblemente en sus momentos más emotivos y melodramáticos." Quizás, para decir ésto, hubiera sido mejor no implicarse.




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