El desierto rojo. Michelangelo Antonioni.
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Ficha técnica:
Título original: Il deserto rosso.
País: Italia. Co-Producción italo-francesa
Año: 1964.
Duración: 169 minutos.
Dirección: Michelangelo Antonioni.
Guión: Michelangelo Antonioni y Tonino Guerra.
Director de Fotografía: Carlo Di Palma, a.i.c. Technicolor. Color: 'TINTAL' del Colorificio Italiano Max Meyer.
Música: Giovanni Fusco; dirección: Carlo Savina; cantada por Cecilia Fusco; ediciónmusical: CAM.
Música electrónica de: Vittorio Gelmetti.
Montaje:Eraldo Da Roma
Dirección artística: Piero Poletto, c.s.c.
Diseño de Vestuario: Gitt Magrini; ropa de: Battistoni, De Luca, Zenobi.
Maquillaje: Franco Freda.
Peluquería: Giancarlo De Leonardis.
Productor: Antonio ( Tonino ) Cervi, Angelo Rissoli.
Director de producción: Ugo Tozzi.
Agradecimiento particular a Carlo Di Palma por su colaboración; asesoramiento técnico de Manrico Masini.
Film Duemila Cinematografica Federiz (Roma) y Franco Riz (París).
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Intérpretes:
Monica Vitti: Giuliana,
Richard Harris: Corrado Zeller,
Carlo Chionetti: Ugo,
Rita Renoir: Emilia,
Aldo Grotti:Max,
Valerio Bartoleschi: Hijo de Giuliana,
Xenia Valderi
Lili Rheims
Aldo Grotti
Valerio Bartoleschi
Emanuela Pala Carboni.
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Premios:
- 1964: León de Oro de Venecia
- 1964: Premio de la " Federazione Internazionale Stampa Cinematografica."
- 1964: Premio "Cinema Nuovo"
- 1965: Nominada a Mejor Película Extranjera por el Círculo de Críticos de New York.
Sinopsis:
Ugo, ingeniero electrónico que trabaja en Rávena, y Corrado, ingeniero de minas, no se ven desde que dejaran la Universidad. Corrado llega a Rávena para reclutar obreros para la Patagonia, donde la empresa está montando una factoría, y recurre a su amigo Ugo para que le ayude a buscar el personal especializado. Conoce así a la mujer de Ugo, Giuliana, quien a consecuencia de un accidente de automóvil, ha sufrido un shock del que todavía no se ha recuperado totalmente. Giuliana hace todo lo que puede para vencer la angustia y las pesadillas nocturnas que la oprimen, pero el estresante ambiente de fábricas y trabajos mecanizados en el que vive es el menos indicado para ayudarla a curarse.
Film restaurado e incluido en la colección de Mediaset, 'Cinema Forever' y dedicado a Carlo Bernasconi, en colaboración con la 'Scuola Nazionale di Cinema, Centro Sperimentale di Cinematografia, proyecto "Adotta un film - 100 film da salvare", della Presidenza del Consiglio dei Ministri, en colaboración con l'Associzione Comuni Italiani, y la contribución del Comune di Ravenna. Filmado en la Playa Rosa de la Isla de Budelli (Cerdeña), por gentileza de de Piero Tizzoni di Milano.
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Comentario:
El desierto rojo, una de las obras cumbres de Antonioni, que ha merecido la atención de las instituciones culturales italianas de mayor relevancia en relación con el cine, lo que ha permitido que fuera seleccionada para formar parte de uno de los 100 films dignos de ser salvados, nos induce de entrada a una reflexión particular (puede haber muchas otras), sobre la necesidad de los hombres de meditar en torno a sus expresiones y a sus actos, siguiendo el consejo que un antepasado ilustre como Salustio dejó como legado a los futuros romanos: "A todos los hombres que desean aventajar a los restantes animales, les conviene procurar con el máximo empeño no pasar en el silencio su vida como los brutos, que la naturaleza formó inclinados y obedientes al vientre." Sin embargo no supo mantenerse en esta posición, debilitándose su pensamiento hasta el punto de ser profundamente malinterpretado.
Como otros muchos creadores de las diferentes áreas del arte tuvo que procurarse una especie de 'seguro de vida' , licenciándose como economista en la Universidad de Bolonia, actividad que nunca ejerció; se inició en el cine como ayudante de Marcel Carné, del que aprendió la técnica y el naturalismo negro; en 1942, cursó estudios en el Centro Sperimentale di Cinematografia de Cinecittà, en Roma, iniciando la que sería finalmente la actividad definitiva, aquella para la que estaba dotado, hasta el fin de sus días,
Si bien militó en la resistencia al fascismo, en esta película manifiesta cierta reticencia a auto-definirse de izquierdas o de derechas (como hacen hoy muchos), prefiriendo definirse por algo mucho menos comprometido y que no le obligaba a descender al terreno de la concreción y alinearse con un partido determinado: se definía como humanista, progresista, un hombre que desconfiaba de la justicia y que quería tener la conciencia en paz e iniciar el sueño con tranquilidad.Cualidades que pueden tener, en mayor o menor grado, hombres y mujeres conservadores o izquierdistas. Sin embargo no debió advertir cómo el cine iba convirtiéndose en vehículo de propaganda bélica y política, creciendo esta función, en paralelo, con doctrinas que predicaban 'un nuevo orden' como el fascismo y el nacismo, cuyos líderes acabaron imponiendo el partido único (se aconseja ver Vincere de Marco Bellocchio); nadie esperaba que años después de su muerte, el judío Süss le acusara de mantener relaciones de simpatía con el Ministro de Propaganda del III Reich, Joseph Goebbels, lo que ha molestado extraordinariamente a los italianos de hoy.
Lo que si parece incuestionable es su deriva hacia una metafísica con un nihilismo subyacente, que mira el progreso como una amenaza que coloca al hombre de forma hostil frente a su obra, en calles desiertas como las de Giorgio de Chirico, paredes desconchadas, carros de fruta sin color, edificios de arquitectura racionalista, y travellings que recorren vertical y horizontalmente, de la misma manera, una planta de tratamiento de residuos y obtención de composto, con sus montañas humeantes; barcos sometidos a cuarentena, campo de antenas para la Universidad de Bolonia, o cualquier otra actividad humana, obra de un hombre que creía en un desarrollo ininterrumpido. Los ricos burgueses se reúnen en una destartalada caseta de madera podrida, con una única y enorme cama para sus juegos de promiscuidad, dando la imagen de decadencia que el autor pretendía transmitir.
Los hombres y las mujeres de Antonioni están dominados por dos sentimientos: frío ,- sensación constante que afecta a la única clase social retratada: la alta burguesía-, y miedo a todo, en medio de esos lugares desiertos, cuadriculados, fruto del pop o del neoplasticismo holandés y la metafísica de Chirico, que gneró una una sociedad que, superada la época de las guerras, que creían conjuradas para siempre, iniciaba el camino de la posmodernidad. Parece que los hombres han olvidado el consejo de Salustio, al que le tocó vivir en tiempos oscuros y convulsos, en los que sentimientos como la envidia, el resentimiento o cualquier efecto de las relaciones sociales cotidianas perversas y envenenadas, podían dar lugar a grandes enfrentamientos entre los individuos. Los que todavía pensaban, tenían miedo y frío, incluso en el alma; La postura de Monica Vitti, permanente encogida, es el paradigma de lo que decimos.
Por otro lado,y a pesar de la mirada crítica sobre las bambalinas del progreso, es la primera película en color de Antonioni y obra cumbre de su carrera. "El desierto rojo" es el epílogo perfecto de la antologíca tetralogía de la incomunicación, formada por 'La aventura', 'La noche' y 'El eclipse' .
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Comentario:
El desierto rojo, una de las obras cumbres de Antonioni, que ha merecido la atención de las instituciones culturales italianas de mayor relevancia en relación con el cine, lo que ha permitido que fuera seleccionada para formar parte de uno de los 100 films dignos de ser salvados, nos induce de entrada a una reflexión particular (puede haber muchas otras), sobre la necesidad de los hombres de meditar en torno a sus expresiones y a sus actos, siguiendo el consejo que un antepasado ilustre como Salustio dejó como legado a los futuros romanos: "A todos los hombres que desean aventajar a los restantes animales, les conviene procurar con el máximo empeño no pasar en el silencio su vida como los brutos, que la naturaleza formó inclinados y obedientes al vientre." Sin embargo no supo mantenerse en esta posición, debilitándose su pensamiento hasta el punto de ser profundamente malinterpretado.
Como otros muchos creadores de las diferentes áreas del arte tuvo que procurarse una especie de 'seguro de vida' , licenciándose como economista en la Universidad de Bolonia, actividad que nunca ejerció; se inició en el cine como ayudante de Marcel Carné, del que aprendió la técnica y el naturalismo negro; en 1942, cursó estudios en el Centro Sperimentale di Cinematografia de Cinecittà, en Roma, iniciando la que sería finalmente la actividad definitiva, aquella para la que estaba dotado, hasta el fin de sus días,
Si bien militó en la resistencia al fascismo, en esta película manifiesta cierta reticencia a auto-definirse de izquierdas o de derechas (como hacen hoy muchos), prefiriendo definirse por algo mucho menos comprometido y que no le obligaba a descender al terreno de la concreción y alinearse con un partido determinado: se definía como humanista, progresista, un hombre que desconfiaba de la justicia y que quería tener la conciencia en paz e iniciar el sueño con tranquilidad.Cualidades que pueden tener, en mayor o menor grado, hombres y mujeres conservadores o izquierdistas. Sin embargo no debió advertir cómo el cine iba convirtiéndose en vehículo de propaganda bélica y política, creciendo esta función, en paralelo, con doctrinas que predicaban 'un nuevo orden' como el fascismo y el nacismo, cuyos líderes acabaron imponiendo el partido único (se aconseja ver Vincere de Marco Bellocchio); nadie esperaba que años después de su muerte, el judío Süss le acusara de mantener relaciones de simpatía con el Ministro de Propaganda del III Reich, Joseph Goebbels, lo que ha molestado extraordinariamente a los italianos de hoy.
Lo que si parece incuestionable es su deriva hacia una metafísica con un nihilismo subyacente, que mira el progreso como una amenaza que coloca al hombre de forma hostil frente a su obra, en calles desiertas como las de Giorgio de Chirico, paredes desconchadas, carros de fruta sin color, edificios de arquitectura racionalista, y travellings que recorren vertical y horizontalmente, de la misma manera, una planta de tratamiento de residuos y obtención de composto, con sus montañas humeantes; barcos sometidos a cuarentena, campo de antenas para la Universidad de Bolonia, o cualquier otra actividad humana, obra de un hombre que creía en un desarrollo ininterrumpido. Los ricos burgueses se reúnen en una destartalada caseta de madera podrida, con una única y enorme cama para sus juegos de promiscuidad, dando la imagen de decadencia que el autor pretendía transmitir.
Los hombres y las mujeres de Antonioni están dominados por dos sentimientos: frío ,- sensación constante que afecta a la única clase social retratada: la alta burguesía-, y miedo a todo, en medio de esos lugares desiertos, cuadriculados, fruto del pop o del neoplasticismo holandés y la metafísica de Chirico, que gneró una una sociedad que, superada la época de las guerras, que creían conjuradas para siempre, iniciaba el camino de la posmodernidad. Parece que los hombres han olvidado el consejo de Salustio, al que le tocó vivir en tiempos oscuros y convulsos, en los que sentimientos como la envidia, el resentimiento o cualquier efecto de las relaciones sociales cotidianas perversas y envenenadas, podían dar lugar a grandes enfrentamientos entre los individuos. Los que todavía pensaban, tenían miedo y frío, incluso en el alma; La postura de Monica Vitti, permanente encogida, es el paradigma de lo que decimos.
Por otro lado,y a pesar de la mirada crítica sobre las bambalinas del progreso, es la primera película en color de Antonioni y obra cumbre de su carrera. "El desierto rojo" es el epílogo perfecto de la antologíca tetralogía de la incomunicación, formada por 'La aventura', 'La noche' y 'El eclipse' .
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