Así es la vida. Arturo Ripstein.

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Ficha técnica:

Título original: Así es la vida...
País: México/España/Francia
Año: 2000
Duración: 94 minutos.

Dirección: Arturo Ripstein.
Guión: Paz Alicia Garcíadiego, inspirada en 'Medea' de Séneca.
Reparto: Manuel Teil
Dirección de Fotografía: Guillermo Granilla, a.m.c.
Música: David Mansfield, Leoncio Lara (Bon).
Diseño artístico: Claudio Contreras,  (Pache).
Asistentes de decoración: Leopoldo Castellanos, Aldo, Sciardello.
Edición: Carlos Puente.

Diseño de Vestuario: Leticia Palacios,
Maquillaje: Jorge Siller.

Diseño de sonido: Lena Esquenazi.
Productores: Laura Imperiale, Jorge Sánchez, Álvaro Garnica.
Productores asociados: José María Morales y Thierry Forté.
Compañías. Productoras: Ibermedia, realizada con el apoyo del Fondo de Cultura y las Artes

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Intérpretes:

Arcelia Ramirez Julia
Patricia Reyes Spíndola: Adela,
Ernesto Yañez: La Marrana,
Luís Felipe Tovar : Nicolás.
Francesca Guillén: Raquel,
Martha Aura: Martha Aura,
Daniela Carvajal
Constanza Cavalli
Andrés Weiss
Alejandra Montoya
Marco Zapata
Beto Alonso Gil
Osami Kawano
Lolo Navarro
Trío Romántico Señorial

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Sinopsis:

Julia es una mujer que se dedica a la medicina informal, todo para sostener a su marido y a sus dos hijos. Un día su marido le abandona y todo su mundo se derrumba. El casero la obliga a abandonar la casa. Pero el coraje que siente dará paso a la venganza...

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Comentario:

Una adaptación actual de la 'Medea´clásica de Seneca, en un contexto de pobreza urbana en el seno de una sociedad patriarcal, en la que el cacique de la miseria de los bajos fondos, al que denominan 'La Marrana' es el causante de la mayor desgracia, al seducir primero con su dinero al compañero de Julia, con la que ha tenido dos hijos, para cumplir el capricho de su retoña. Del desenlace trágico de la historia no sólo son responsables los celos de una mujer desmedida y sin freno, sino de la miseria y la injusticia reinante en un país en el que desahuciar a una persona y arrojarla a la calle supone una sentencia de muerte segura. Al terror lógico de una mujer que ejerce la medicina alternativa, incluidas las prácticas abortivas más arriesgadas para las mujeres depauperadas, en una sociedad hipócrita que conoce la situación, pero mira hacia otra parte, acorralan de tal forma a Julia que la hacen enloquecer y la conducen inevitablemente hacia el asesinato con el objetivo de hacer daño a quien se ha reído de sus sentimientos. Nicolás, ante el cadáver de sus hijos se lamenta trastornado por el espectáculo sangriento, reprochando a su futuro suegro su actitud y echándose en cara sus culpas: ¡Mis criaturitas! ¡Mira lo que les han hecho, mira lo que les ha hecho, mira lo que les has hecho, miro lo que yo les he hecho!

Arturo Ripstein se mantiene fiel a su estilo, a la estética povera y matérica, las paredes desconchadas, carentes de pintura, el plano-secuencia, y, en esta ocasión, largos monólogos en los que Julia revela su estado de ánimo, su acorralamiento emocional, el odio a 'La Marrana', su hija y Nicolás y el deseo de hacerles todo el daño posible. El coro clásico es sustituído por Anselmo y sus muchachos, que acotan la acción, unas veces en la televisión  y otras en el propio set, lo que produce un efecto muy chocante que llega a inquietar, pero al mismo tiempo conecta la ficción con el mundo real y con el gusto musical de un pueblo al que le gusta que las canciones populares sean auténticas narraciones pasionales, cuyas historias no se distancian de lo que ocurre en el relato ficticio. Una profunda reflexión acerca de la hipocresía de una sociedad que es capaz de morir y matar por los que no han nacido, pero que los abandona a su suerte una vez han desembarcado en este mundo. Y su suerte es muy mala.