Don Jon. Joseph Gordon-Levitt. Ficha técnica ampliada y comentario.
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Ficha técnica:
Título original:
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 88 minutos
Guión y dirección: Joseph Gordon-Levitt
Casting: Venus Kanani, c.s.a. y Mary Vernieu, c.s.a.
Dirección de Fotografía: Yhomas Kloss
Música: Nathan Johnson; supervisor: John Houlihan
Editor: Lauren Zuckerman
Director artístico: Elizabeth Cummings
Decorador del set: Cindy Coburn
Supervisor efectos visuales: Karen E. Goulekas
Diseño de Vestuario: Leah Katznelson
Jefe de Departamento de maquillaje: Luisa Abel
Jefe de Departamento de Peluquería: Trish Almeida
Productor: Ram Bergman
Productor asociado: Nikos Karamigios
Productor ejecutivo: Nicolas Chartier; Ryan Kavanaugh, Tucker Tooley
Productor en línea: Bruce Wayne Gillies
Diseño de producción: Meghan C.Rogers
Compañías. Hitrecord Films Production, Relativity Media, Voltage Pictures, Hitrecord Films
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Intérpretes:
Joseph Gordon-Levitt: Jon
Scarlett Johansson: Bárbara
Julianne Moore: Esther
Rob Brown: Bobby
Glenne Headly: Angela
Brie Larson: Monica
Jeremy Luke: Danny
Italia Ricci: Gina
Tony Danza: Jon Sr.
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Sinopsis:
Jon Martello, interpretado por Joseph Gordon-Levitt es un Don Juan actual adicto al porno en Internet, un joven egocéntrico que sólo se interesa por sí mismo, su apartamento, su coche, su familia, su iglesia y por supuesto, sus mujeres, y que procura que no le falte un ligue cada 'finde'. Sus amigos le llaman Don Jon por la facilidad que tiene de conseguir un 'rollete' cada fin de semana, aunque nada consigue aplacar su adicción al sexo. Atraído por Barbara (Scarlette Johansson), descubrirá que no es un hombre que sea feliz en una relación de pareja estable, por las contrapartidas que comporta y acabará aceptando que se siente mejor en una relación con una mujer madura, Esther (Julianne Moore), que como las que pueblan las páginas porno en la red, no le exija nada a cambio.
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Premios (Filmaffinity): ____________________________________________________________________________________________________________
2013: Premios Gotham: Nominada a Mejor actriz (Scarlett Johansson)
2013: Independent Spirit Awards: Nominada a Mejor guión novel
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Comentario:
Joseph Gordon-Levitt realiza un retrato bastante fiel de un de los miles de jóvenes que pueblan las discotecas los fines de semana, un chico de clase trabajadora, de origen italiano, que se reune con su familia en torno a la mesa con camiseta interior, mirando el fútbol en el televisor, acude a la Iglesia los domingos y se confiesa, y se preocupa sólo por su cuerpo, su 'buga', sus chicas, su familia y...su ordenador para disfrutar del porno a través de la red. Su experiencia le ha llevado a la conclusión de que no hace falta ya ir al cine para ver 'tías buenas', invaden la intimidad de cualquier hogar a través, no solo de internet, sino de la propia televisión, que te vende sexo con cualquier producto. Las imágenes de las páginas porno asaltan de diferentes formas la pantalla, bien precedidas por la flecha del cursor que les va a dar entrada o por medio de flashes que llegan a los espectadores a través de las emotivas comparaciones de Jon entre el sexo real y el virtual, cuando comparte su cama con una mujer. Se han querido establecer comparaciones con Shame de Steve McQueen (2011), pero Jon no presenta ningún aspecto patológico, ni necesidades imperiosas como Brandon, y sus fantasías se producen en un ámbito restringido: su propia habitación.
Tras ver el film de Gordon-Levitt la primera sensación que nos invade es la perplejidad, derivada de no saber qué discurso nos quiere meter el actor/director, ni de qué nos está hablando en realidad. El retrato de Jon es real como la vida misma, y sólo hay que apostarse a la entrada de una discoteca un viernes por la noche para comprobarlo; los personajes femeninos también son prototipos, como el que representa Scarlette Johanson, la mujer que 'calienta pero no quema', una burguesita que lo quiere domesticar para casarse con él y que es la máxima expresión del universo sexista y retrógrado que el joven realizador satiriza de forma descarnada. El personaje que encarna Julianne Moore abre una vía tocada de humor negro, un sustituto, un auténtico 'fetiche' de la adicción al porno en la red, de la que disfruta, más que padece, el joven Jon, que se siente el más afortunado de su grupo de amigos, el triunfador de la noche.
En realidad asistimos a una deconstrucción del amor romántico, un constructo de genero creado por la sociedad patriarcal para conseguir mujeres obedientes al hombre y que soportan la sinrazón sin quejarse (Emile, Jean-Jacques Rousseau); las máximas exponentes de esta mentalidad y de cómo ha calado también en las mujeres son Barbara (Scarlette Johanson) y la madre de Jon , Angela (Glenne Headly), conservadoras, fijadoras de roles masculinos y femeninos, y el cura que le impone siempre la misma penitencia y que, como un funcionario, escucha las confesiones de un Jon, que defraudado dejará de creer. Acostumbrado a autosatisfacerse sexualmente, apoyándose en las imágenes que le proporciona internet, decide buscarse una pareja establecida en libertad, sin exigencias, -él porque no quiere y ella porque sentimentalmente no puede-, en las que ambos entienden que el verdadero amor es el contacto que se establece entre ellos cada vez que practican el sexo. Este vínculo con Esther (Julianne Moore) le proporcionará la estabilidad que necesita y acabará con su adicción; los últimos primeros planos de la mujer nos avisan de que no es precisamente la belleza de las formas en todo su esplendor la que puede provocar una atracción y el deseo sexual en la pareja.
Joseph Gordon-Levitt ha conseguido el respeto de la crítica y del público en su ópera primas. José Arce le da la bienvenida en la entradilla de su post : "Joseph Gordon-Levitt dirige, firma y protagoniza una comedia en la que el romance toma las formas más diversas, sin que a priori se decida entre lo carnal y lo digital. Una estupenda película con un enfoque tan honesto como cachondo y sorprendente. A celebrar. ("Don Jon": Abandónate, muchacho. La Butaca.net).
Luis Martínez cree que " la habilidad consiste en dar la vuelta a estructuras que habitualmente creemos tranquilizadoras para enseñar las tripas de la bestia: de repente, el esquema de la comedia romántica habitual se descubre sencillamente repulsivo. La genialidad (pues algo de esto hay) del director debutante reside en su buena mano para transformar cada lugar común, y hay muchos, sobre la materia en un fino retrato irónico de lo que somos." (El sexo triste también es triste. Diario 'El Mundo').
Gordon-Levitt consigue que su público se divierta al tiempo que se ve reflejado en un joven muy corriente, que acercándose a la trintena o habiéndola superado por poco, ha podido disfrutar hasta ahora de un trabajo de barman, que le permitía tener un apartamento bien diseñado, su buga, su gimnasio y su dinero para las fiestas, además de acudir a la casa paterna para que le den de comer, sirviéndose de una narración visual fluida, divertida, sin más sal gruesa que la que implican ciertas formas de ser propias de las chonis y los canis, pero sin abusar. Dispone de ordenador al que da el mismo uso que la mayor parte de los jóvenes: conectarse con sus amigos a través de faceboock, y disfrutar con sus páginas sexuales sin límite ni contrapartidas. A la fluidez de la narración, el desenfado y el devenir de una historia que no pesa contribuye especialmente el trabajo de los actores protagonistas, que han dado al nuevo y joven cineasta lo mejor de sí mismos. Como dice José Arce, algo a celebrar.
En realidad asistimos a una deconstrucción del amor romántico, un constructo de genero creado por la sociedad patriarcal para conseguir mujeres obedientes al hombre y que soportan la sinrazón sin quejarse (Emile, Jean-Jacques Rousseau); las máximas exponentes de esta mentalidad y de cómo ha calado también en las mujeres son Barbara (Scarlette Johanson) y la madre de Jon , Angela (Glenne Headly), conservadoras, fijadoras de roles masculinos y femeninos, y el cura que le impone siempre la misma penitencia y que, como un funcionario, escucha las confesiones de un Jon, que defraudado dejará de creer. Acostumbrado a autosatisfacerse sexualmente, apoyándose en las imágenes que le proporciona internet, decide buscarse una pareja establecida en libertad, sin exigencias, -él porque no quiere y ella porque sentimentalmente no puede-, en las que ambos entienden que el verdadero amor es el contacto que se establece entre ellos cada vez que practican el sexo. Este vínculo con Esther (Julianne Moore) le proporcionará la estabilidad que necesita y acabará con su adicción; los últimos primeros planos de la mujer nos avisan de que no es precisamente la belleza de las formas en todo su esplendor la que puede provocar una atracción y el deseo sexual en la pareja.
Joseph Gordon-Levitt ha conseguido el respeto de la crítica y del público en su ópera primas. José Arce le da la bienvenida en la entradilla de su post : "Joseph Gordon-Levitt dirige, firma y protagoniza una comedia en la que el romance toma las formas más diversas, sin que a priori se decida entre lo carnal y lo digital. Una estupenda película con un enfoque tan honesto como cachondo y sorprendente. A celebrar. ("Don Jon": Abandónate, muchacho. La Butaca.net).
Luis Martínez cree que " la habilidad consiste en dar la vuelta a estructuras que habitualmente creemos tranquilizadoras para enseñar las tripas de la bestia: de repente, el esquema de la comedia romántica habitual se descubre sencillamente repulsivo. La genialidad (pues algo de esto hay) del director debutante reside en su buena mano para transformar cada lugar común, y hay muchos, sobre la materia en un fino retrato irónico de lo que somos." (El sexo triste también es triste. Diario 'El Mundo').
Gordon-Levitt consigue que su público se divierta al tiempo que se ve reflejado en un joven muy corriente, que acercándose a la trintena o habiéndola superado por poco, ha podido disfrutar hasta ahora de un trabajo de barman, que le permitía tener un apartamento bien diseñado, su buga, su gimnasio y su dinero para las fiestas, además de acudir a la casa paterna para que le den de comer, sirviéndose de una narración visual fluida, divertida, sin más sal gruesa que la que implican ciertas formas de ser propias de las chonis y los canis, pero sin abusar. Dispone de ordenador al que da el mismo uso que la mayor parte de los jóvenes: conectarse con sus amigos a través de faceboock, y disfrutar con sus páginas sexuales sin límite ni contrapartidas. A la fluidez de la narración, el desenfado y el devenir de una historia que no pesa contribuye especialmente el trabajo de los actores protagonistas, que han dado al nuevo y joven cineasta lo mejor de sí mismos. Como dice José Arce, algo a celebrar.
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