Cuando todo está perdido. J.C. Chandor. Ficha técnica ampliada y comentario
Ficha técnica:
Título original: All is lost
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 106 minutos
Dirección: J.C.Chandor
Guión: J.C.Chandor
Dirección de Fotografía: Frank G.DeMarco; Peter Zuccarini
Música: Alex Ebert
Editor: Pete Eaudreau
Supervisor efectos visuales: Robert Munroe
Coordinador especialistas: Mark Norby
Diseño de vestuario: Van Broughton Ramsey
Jefe de departamento de maquillaje: Corey Castellano
Departamento de peluquería: Laine Trzinski
Productores Neal Dodson y Anna Gerb, p.g.a.; Justin Nappi y Teddy Schwarzman
Productores ejecutivos: Cassian Elwes, Laur Rister, Glen Basner y Joshua Blum; Zachari Quinto y Corey Moosa.; Howard Cohen y Eric D'Arbeloff; Kelvin Turen y Robert Ogden Barnum
Productor asociado: Erin Feeley
Productor en línea: Luisa Gómez De Silva
Diseño de producción: John P.Goldsmith
Compañías: ExclusiveD, Lionsgate Films, Roadshow Attractions, Before The Doors Pictures, Washington Square Films, Threehouse Pictures, Black Bear Pictures, 1700 Nautical Miles para Sumatra Straits; distribuidora: Universal Pictures
Intérpretes:
Robert Redford: nuestro hombre
Premios (Filmaffinity)
2013: Globos de Oro: 2 nominaciones: Mejor actor (Redford) y bso
2013: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor (Redford)
2013: Premios BAFTA: Nominada a Mejor sonido
2013: Festival de Cannes: Sección oficial fuera de concurso (Un Certain Regard)
2013: Premios Gotham: Nominada a Mejor actor (Redford)
2013: Independent Spirit Awards: 4 nominaciones, incluyendo Mejor película
2013: Satellite Awards: 4 nominaciones, incluyendo mejor película y actor (Redford)
Sinopsis:
En el transcurso de un viaje en solitario a través del Océano Índico, un hombre (Robert Redford) descubre al despertar que el casco de su velero de 12 metros se ha agrietado tras una colisión con un contenedor que flotaba a la deriva. A pesar de las reparaciones, su intuición de marinero y una fuerza física que desafía su edad, a duras penas logra sobrevivir a la tormenta. Pero el sol implacable, la amenaza de los tiburones y el agotamiento de sus escasas reservas obligan a este marinero sin rumbo a mirar a la muerte a los ojos.
El gran raconteur de la caída de Lehman Brothers, ( J.C.Chandor, el joven hijo de un broker que triunfó con Margin Call, una de las películas que mejor ha contado los orígenes de la grave crisis que atravesamos, saludada por la prensa salmón), regresa a las pantallas con un película de gran fuerza narrativa, aliado con el gran individualista americano, el actor Robert Redford, que va a emprender esta gran epopeya épica en solitario, de la que saldrá triunfante, como un Odiseo moderno, a pesar de tener que enfrentarse a los elementos que se vuelven contra él, como en una tragedia clásica. Una adaptación de la obra cumbre y una de las más discutidas de Ernest Hemingway, en la que su protagonista lucha a muerte hasta que pesca un pez tan grande que no le cabe en la barca; de regreso a casa los tiburones que acuden al olor de la sangre dejan casi en el esqueleto su captura. El célebre escritor fue muy criticado en su tiempo a causa de esta elección estética: situar en la narración a un solo personaje, cuya fuerza icónica era tal que restaba poder reivindicativo al mensaje. No parece que se ve hoy de la misma forma, a tenor de los aplausos que está recibiendo el joven realizador. (Juanma Pastor).
La puesta en escena de Chandor y la ejecución de Redford consiguen que a pesar de centrar todo el relato en un solo hombre, enclaustrado en la inmensidad del mar, primero en su pequeño yate y luego en la moderna balsa a merced del oleaje, adquieran envergadura cada uno de sus actos, dirigidos a la propia supervivencia, generen ocasiones de gran tensión y despierten el interés constante del espectador. Los peores momentos son aquellos en los que este hombre, que lucha solo contra la adversidad, vea pasar la salvación y casi tocarla con las manos, pero los buques que transitan por las grandes rutas, a las que él ha luchado, de forma consciente, por aproximarse, son excesivamente grandes y el pequeño salvavidas en el que navega este náufrago insignificante no entra dentro del campo de observación de estos enormes barcos. En las magnitudes macroeconómicas un hombre perdido en la inmensidad del mar es irrelevante. La salvación sólo puede llegarle de otro tan pequeño como él, para el que por fin dejará de ser invisible.
J.C.Chandor recoge la antorcha de Robert Redford y lo convierte en el único protagonista de esta odisea que ha triunfado como lo hiciera su opera prima. Aparentemente ha cambiado de orientación, y ha pasado de ser uno de los grandes narradores de la crisis que atravesamos a contarnos la hazaña de un hombre solo que lucha contra la fuerza del inmenso mar y le gana la batalla. Si nos fijamos bien, no es tan grande el giro.
Críticas.
El gran raconteur de la caída de Lehman Brothers, ( J.C.Chandor, el joven hijo de un broker que triunfó con Margin Call, una de las películas que mejor ha contado los orígenes de la grave crisis que atravesamos, saludada por la prensa salmón), regresa a las pantallas con un película de gran fuerza narrativa, aliado con el gran individualista americano, el actor Robert Redford, que va a emprender esta gran epopeya épica en solitario, de la que saldrá triunfante, como un Odiseo moderno, a pesar de tener que enfrentarse a los elementos que se vuelven contra él, como en una tragedia clásica. Una adaptación de la obra cumbre y una de las más discutidas de Ernest Hemingway, en la que su protagonista lucha a muerte hasta que pesca un pez tan grande que no le cabe en la barca; de regreso a casa los tiburones que acuden al olor de la sangre dejan casi en el esqueleto su captura. El célebre escritor fue muy criticado en su tiempo a causa de esta elección estética: situar en la narración a un solo personaje, cuya fuerza icónica era tal que restaba poder reivindicativo al mensaje. No parece que se ve hoy de la misma forma, a tenor de los aplausos que está recibiendo el joven realizador. (Juanma Pastor).
La puesta en escena de Chandor y la ejecución de Redford consiguen que a pesar de centrar todo el relato en un solo hombre, enclaustrado en la inmensidad del mar, primero en su pequeño yate y luego en la moderna balsa a merced del oleaje, adquieran envergadura cada uno de sus actos, dirigidos a la propia supervivencia, generen ocasiones de gran tensión y despierten el interés constante del espectador. Los peores momentos son aquellos en los que este hombre, que lucha solo contra la adversidad, vea pasar la salvación y casi tocarla con las manos, pero los buques que transitan por las grandes rutas, a las que él ha luchado, de forma consciente, por aproximarse, son excesivamente grandes y el pequeño salvavidas en el que navega este náufrago insignificante no entra dentro del campo de observación de estos enormes barcos. En las magnitudes macroeconómicas un hombre perdido en la inmensidad del mar es irrelevante. La salvación sólo puede llegarle de otro tan pequeño como él, para el que por fin dejará de ser invisible.
J.C.Chandor recoge la antorcha de Robert Redford y lo convierte en el único protagonista de esta odisea que ha triunfado como lo hiciera su opera prima. Aparentemente ha cambiado de orientación, y ha pasado de ser uno de los grandes narradores de la crisis que atravesamos a contarnos la hazaña de un hombre solo que lucha contra la fuerza del inmenso mar y le gana la batalla. Si nos fijamos bien, no es tan grande el giro.
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