The Grandmaster. Wong Kar-Wai



Ficha técnica:


Título original: Yi dai zong shi
País: Hong-Kong-China
Año: 2012
Duración: 130 minutos

Dirección: Wong Kar Wai
Guión:  Wong Kar-Wai, Xu Haofeng y Zou Jingzhi, basado en un argumento de Wong Kar-Wai
Dirección de Fotografía: Philippe Le Sourd. Fujicolor
Música: Shigeru Umebayashi y Nathaniel Méchaly
Edición: William Chang

Productores: Jacky Pang, Yee Wah y Wong Kar-Wai
Diseño de producción: William Chang
Compañías: Block 2 Pictures, Jet Tone Films, Bona International Film Group, Sil-Metropole Organisation


Intérpretes:


Tony Leung: Ip Man
Zhang Ziyl: Gong Er
Chang Chen: La Navaja
Wang Qingxiang: Yutian
Shang Tielong : Jiang
Zhao Benshan: Lianshan Ding
Zhang Jin: Ma San
Elvis Tsui: Sr. Hung


Sinopsis:


Biopic sobre el experto en artes marciales Ip Man (Tony Leung) , el hombre que entrenó a Bruce Lee y cuya vida ha sido objeto de  de una serie de lujosos biopics producidos en Hong Kong (IP Man, Wilson Yip, 2008); en esta ocasión Kar-Wai utiliza una historia de amor sin consumar, la historia de amor que no fue, entre  Gong Er (Zhang Ziyi) y Ip Man (Tony Leung) como catalizador de la futilidad de las emociones en el imposible devenir  del tiempo, diluyendo  la propia crónica histórica en un mosaico de recuerdos difuminados por las emociones.



Lo  que se dice:


Wong Kar-Wai es ese director en permanente estado de gracia que siempre satisface a la prensa más exigente, de lo que es una muestra la entradilla de Ángel Sala en su colaboración mensual en la revista especializada 'Dirigido por...': "The Grandmaster, la última película de Wong Kar-Wai, es una lujosa revisitación de los temas y las esencias propias de su director, mucho más que una puesta en clave autoral de una típica historia de artes marciales. A diferencia de Ang Lee, Zhang  Yimou o Chen Kaige, Kar Wai utiliza el género como conductor de su discurso emocional, consiguiendo que The Grandmaster sea una fascinante elegía sobre la búsqueda imposible del tiempo perdido." (Las cenizas del tiempo. Angel Sala. Dirigido por...Enero 2014. Se recomienda leer este artículo)

Las mejores notas son  para este escultor del tiempo, en busca de lo perdido en su devenir constante, impregnado de esencia oriental, muy diferente a la del nostálgico Tarkovsky, sirviéndose de narraciones subjetivas subrayadas por voces en off visual, que según Ángel Sala "dilata de forma emocional el tiempo y rodea los lugares y espacios de  una dimensión sensorial íntima, alejada de la épica."

Son pocos los críticos que se mantienen insensibles al cine de Wong Kar-Wai, e incluso merece que se mojen los directores de Filmaffinity, que siempre dejan las valoraciones a sus lectores: "Las primeras críticas de los medios en China son muy positivas, coincidiendo en que la película mantiene el estilo tan peculiar de Wong Kar-Wai, pero con los elementos precisos para atraer a los fans de los films de acción y artes marciales [información del corresponsal del Wall Street Journal en Asia]."

Carlos Boyero, del diario 'El País' pone la nota discordante en "Wong Kar-Wai descubre el Kung Fu". Reproduzco un párrafo que da buena cuenta de la opinión que le merece el trascendente, vanguardista y revolucionario cineasta: "Wong Kar Wai, ilustre presidente de un jurado en el que le acompaña entre otros gente con presumible criterio como el actor Tim Robbins y la directora Susanne Bier, ha sido el encargado de inaugurar la Berlinale con su película The grandmaster. Y sospecho que ha descolocado a muchos espectadores que consideran Deseando amar como una de las experiencias más líricas y turbadoras que han tenido en el cine. Al final de The grandmaster creo haber escuchado el tímido conato de aplauso de un par de espectadores (no quiero pensar que pertenecieran a la productora, la distribuidora o el departamento de marketing de la película) pero no ha tenido efecto contagioso. El silencio ha sido glacial e imagino que obedece al desencanto."

Y quizás ahí resida el problema con que se va encontrar el film de WKW: los amantes de Bruce Lee se sentirán defraudados por una devaluación de las artes marciales, contempladas como una actitud moral, un modelo de conducta (descripción cínica de Boyero), entre los que se encuentra Owen Gleiberman  de 'Entertainment Weekly' y apartará de las salas a quienes no sienten ninguna atracción por el género.


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