The purge. La noche de las bestias. James Demonaco
Ficha técnica:
Título original: The Purge.
País: USA/Francia.
Año: 2013.
Duración: 85 minutos.
Guión y Dirección: James DeMonaco.
Casting: Lisa Fields.; casting asociado: John Barba y Shannon Collis.
Dirección de Fotografía: Jacques Jouffret. Color.
Música: Nathan Whitehead.
Montaje: Peter Gvozdas.
Director artístico: Nick Plotquin,
Decorador del set: Karuna Karmarkar.
Diseño de Vestuario: Lisa Norcia.
Maquillaje: Steve Constanza; responsable: Macoma Whobrey.
Peluquería: David J.Larson
Productores: Michael Bay, Jason Blum p.g.a., Andrew Form, Bradley Fuller y Sebastien Lemercier, p.g.a..
Co-Productor: Jeanette Volturno-Brill.
Director de producción; Gerard Dinardi.
Diseño de Producción: Melanie Paizis-Jones.
Compañías: Blumhouse Productions, Platinum Dunes, Why Not Productions para Universal Pictures.
Intérpretes:
Ethan Hawke: James Sandin,
Lena Headey: Mary Sandin,
Max Burkholder: Charlie Sandin,
Adelaide Kane: Zoey Sandin,
Tony Oller: Henry,
Rhys Wakefield: el extraño educado.
Edwin Hodge: el extraño agresivo,
Arija Barekis: Grace Ferrin,
Tom Yi: Señor Cali,
Chris Mulkey: Sr. Halverson.
Sinopsis:
El crimen hace estragos en Estados Unidos y las cárceles están llenas.
El gobierno decide que una noche al año, durante doce horas, cualquier
actividad criminal, incluso el asesinato, será legal. No se puede llamar
a la policía, los hospitales no admiten pacientes, los ciudadanos deben
arreglárselas solos porque cometer un delito no está castigado. Durante
esa noche plagada de violencia, una familia debe decidir qué dirección
seguir cuando un extraño llama a la puerta.
Un intruso se cuela en la casa de James Sandin, en una urbanización muy
segura durante la moratoria anual, dando lugar a una serie de acontecimientos
que amenazan con destrozar a su familia. James, su esposa Mary y sus
hijos deberán superar la noche sin convertirse en los monstruos que van a
por ellos.
Crítica:
La crisis económica está dando
productos muy particulares, como este film en el que una familia de
nuevos ricos deciden defender el día de la purga universal a un
indigente negro al que intentan asesinar un grupo de asesinos
enmascarados que en realidad no son criminales endurecidos e
interesados, sino niños bien, 'hijos ideales', 'jóvenes educados', que
necesitan dar rienda suelta a sus instintos. Tonio L. Alarcón afirma que
"hay que leer, de hecho, la purga como una proyección del intento de
manipulación que las clases dirigentes realizan sobre sus votantes: lo
que se nos quiere vender como una supuesta mejora global -sea un
periodo de 12 horas sin leyes o la abolición de los derechos sociales
tal y como los conocíamos hasta ahora- no es más que una excusa para
hacer, literalmente, lo que les dé la gana, sin tener que pedirle
explicaciones a nadie, y todos aquellos que acatan dichas medidas están, en parte, contribuyendo a tan agresivo engaño." (Tonio L.Alarcon. The Purge: La noche de las bestias. El monstruo interior. Dirigido por...julio 2013).
José Arce realiza una crítica un tanto sorprendente en 'La Butaca' : "The purge: "La noche de las bestias” impactará tal vez a aquellos
tendentes al tremendismo y la paranoia social. En cuanto al resto, tiene
todas las papeletas para pasar con más pena que gloria. Ya hemos dicho
que la premisa es excesiva para aplicarla en la vida real, pero alguien
debería recorrer los despachos de Hollywood, si no purgando, sí
repartiendo collejas." ¿No es un poco' tremendo' hablar en estos momentos de tremendismo y paranoia social (valga la redundancia)? Nada,
absolutamente nada de lo que se hace está libre de las circunstancias
políticas, económicas y sociales del momento en que se realiza un
trabajo que tenga que ver con la reflexión o incluso con el espejismo de 'el arte por el
arte', y más cuando estamos atravesando la primera crisis global de la
Historia, aunque algunos opten por mirar hacia otra parte y seguir
con la evasión de siempre, con una condición, eso sí: que puedan
permitírselo.
Y de eso va el film. Una voz en off enmarca la historia en la ciudad de Los Ángeles en 2022, en un contexto de crisis económica como la que estamos atravesando, pero ubicada en otro momento, buscando un distanciamiento de los hechos concretos y cuya consecuencia más grave es el aumento del número de pobres y gente sin techo. Los padres fundadores de la nación americana han establecido este día con el objetivo de liberar tensiones y dejar que los ciudadanos se explayen un día al año, se desahoguen en sus vendettas particulares y ejerzan la 'justicia', cada cual a su manera. No existe la más mínima duda de que en esta orgía de alivio individual aquellos ciudadanos que carecen de techo tienen todas las de perder, quedan a merced de quienes han blindado sus casas y se protegen desde su interior, o salen a la calle a la caza del menesteroso armados hasta los dientes. Pero hay más: quienes se sienten procedentes de buenas familias no soportan el ascenso social y económico de los que prosperan gracias a su trabajo, y apoyándose en la confianza que han cultivado con altos grados de hipocresía, intentan rematar el trabajo que no han podido realizar los niñatos. En este último grupo no es la raza lo que cuenta, -hay blancos, negros y asiáticos-, sino los recursos económicos, por lo que James Demonaco reduce el conflicto a la lucha de clases, los poseedores de los medios de producción y los que carecen incluso de una chabola donde guarecerse, planteamiento que no se aleja de la realidad . Los choques raciales se producen entre los pobres, nunca entre los que tienen dinero, para repartirse la miseria. Más que una noche de liberación, la purga ayuda a deshacerse de la mayor parte de excluidos sociales que abultan las listas de desempleo.
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