Presunto homicida. Anthony Waller
Ficha técnica:
Título original: The Guilty.
País: Estados Unidos.
Año: 2001.
Duración: 112 minutos.
Dirección: Anthony Waller.
Guión: William Davies, basado en 'The Guilty' de Simon Burke.
Casting: Stuart Aikins.
Dirección de Fotografía: Tobias Schliessler.
Música, compuesta y dirigida por Debbie Wiseman.
Edición: Alison Grace.
Diseño de Vestuario: Jori Woodman
Productor: Lisa Richardson, Thomas Hedman.
Productores ejecutivos: Julia Palau, William Davies, Mihael Prupas y Anthony Waller..
Linea de Producción: Paul Cowan .
Diseño de producción: Douglas Higgins.
Compañías: J&Mentertainment presenta una producción de J&Mentertainment y Dogwood Pictures.
Intérpretes:
Bill Pullman: Callum Grane,
Devon Sawa: Nathan Corrigan,
Gabrielle Anwar: Sophie Lennon,
Angela Featherstone: Tanya Duncan,
Joane Whalley: Natalie Crane,
Darcy Belsher: Dennis,
Jaimz Woolvett: Leo,
Joanne Whalley: Natalie Crane,
Ken Tremblett: Brent Frazer,
Gillian Barber: Maddy Corrigan,
Duncan Fraser: Martin Corrigan.
Sinopsis:
Callum Grane es un prometedor abogado que se encuentra en un gran momento profesional. Un exceso de alcohol lleva a Callum a agredir sexualmente a su ayudante Sophie. Ella le amenaza con sacar a luz lo ocurrido y no sólo destruir su carrera, sino también su inetable relación con su esposa. Al mismo tiempo, Nathan, un delincuente, descube la identidad de su verdadero padre, Callum Crane, y emprende su búsqueda. Por el azar del destino, Nathan conoce a Tanya, la compañera de piso de Sophie. Una noche Nathan se encuentra con su padre cuando unos ladrones intentaban llevarse el coche del abogado. Desconocedor de la identidad de su salvador, Crone aprovecha para ofrecerle dinero a cambio del asesinato de Sophie.
Comentario:
Anthony Waller, un cineasta de escasa relevancia y corta filmografía, y su guionista, William Davies, basados en una novela de Simon Burke, que no sabemos hasta qué punto ha respetado por la sencilla razón de que no la hemos leído, realiza una película maniquea y deshonesta, de la que se puede extraer una conclusión: los ricos también lloran. Su mujer le engaña con su ex-marido, padre de sus hijas, su secretaria lo provoca y cuando se deja enredar por sus dotes de seducción, ésta se niega, lo acusa de violación y lo chantajea, justo cuando lo nombran juez federal. Un hijo, del que ignoraba su existencia, un mangui de poca monta, le salva la vida en un atraco y él le ofrece una suma importante de dinero por deshacerse de la chantajista...Todo el mundo es bueno y al final, de forma torticera, se hace justicia. Pero, la película no puede acabar sin su moraleja, ya que el criminal nunca gana. O eso creen algunos.
Nada más que decir de un film con una puesta en escena sin riesgos ni particularismos que definan a su director, lo que no sería grave si el resultado fuera bueno. Lo de generar tensión forma parte del oficio, y esto lo saben hacer bien en América del Norte.
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