El vigilante nocturno. Ole Bornedal.
Ficha técnica:
Título original: Nattevagten.
País: Dinamarca.
Año: 1994.
Minutos: 107.
Dirección: Ole Bornedal.
Guión: Ole Bornedal.
Dirección de Fotografía: Dan Lautsen.
Música: Joachim Holbeck.
Thura Film.
Intérpretes:
Nikolaj Coster-Waldau,
Sofie Grabol,
Kim Bodnia,
Lotte Andersen,
Ulf Pigaard,
Stig Hoffmeyer,
Gyrd Loefquist.
Sinopsis:
Martin necesita un trabajo que le deje suficiente tiempo para estudiar,
así que no duda en aceptar de inmediato el puesto de vigilante nocturno
en la morgue de un hospital. El viejo vigilante se jubila por razones
que no termina de dejar claras. Para Martin es el trabajo perfecto; sin
agobios ni jefes y con suficiente tiempo para seguir sus estudios de
derecho. Mientras celebra la noticia, el presentador del telediario
anuncia que un misterioso psicópata, conocido por sus sanguinarios
crímenes, ha vuelto a provocar muertes... En la morgue, silencio
sepulcral seguido de ruidos extraños, sombras en la oscuridad de la
noche y un sentimiento de terror que se palpa en el aire; son algunas de
las cosas que Martin vivirá en su nuevo trabajo.
Comentario:
El terror que causó el primer film de Ole Bornedal, ha animado al propio realizador a lanzarse a un remake con otras interpretaciones, otros actores, pero con iguales escenarios. Es una de las películas que ha marcado a una generación y le ha provocado pesadillas. Un joven estudiante, para financiarse los estudios acepta un trabajo nocturno, entre cuyas obligaciones está la de acercarse cada cierto tiempo al depósito de cadáveres; un edificio enorme, cuya fachada está franqueada por dos enormes cipreses, envueltos en plásticos, el árbol que acompaña el sueño de los difuntos, y esas siniestras obligaciones, son el caldo de cultivo en el que se cuecen nuestros temores, donde anidan nuestros monstruos.
El terror que causó el primer film de Ole Bornedal, ha animado al propio realizador a lanzarse a un remake con otras interpretaciones, otros actores, pero con iguales escenarios. Es una de las películas que ha marcado a una generación y le ha provocado pesadillas. Un joven estudiante, para financiarse los estudios acepta un trabajo nocturno, entre cuyas obligaciones está la de acercarse cada cierto tiempo al depósito de cadáveres; un edificio enorme, cuya fachada está franqueada por dos enormes cipreses, envueltos en plásticos, el árbol que acompaña el sueño de los difuntos, y esas siniestras obligaciones, son el caldo de cultivo en el que se cuecen nuestros temores, donde anidan nuestros monstruos.
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