Terrence Malik. Delgada línea roja. James Jones versus Terrence Malik
Ficha técnica:
Título original: The Thin red line.
País: Estados Unidos.
Año: 1998.
Duración: 163 minutos.
Dirección. Terrence Malik.
Guión: Terrence Malick.. basada en la novela de James Jones.
Casting: Dianne Crittenden.
Música: Hans Zimmer.
Director de Fotografía: John Toll, A.S.C.
Edición: Billy Weber, Leslie Jones, Saar Klein.
Director artístico: Ian Gracie.
Diseño de producción: Jack Fisk.
Producido por: Robert Michael Geisler, John Roberdeau, Grant Hill.
Productor ejecutivo: George Stevens, Jr.
Productor asociado: Michael Stevens.
Diseño de Vestuario: Margot Wilson.
Home Entertainment, Phoenix Pictures, asociada con George Stevens, Jr., Geisler.Roberdeau Production, Fox 2000 Pictures.
Intérpretes:
Sean Penn, James Caviezel (AKA Jim Caviezel), Nick Nolte, Elias Koteas,
Ben Chaplin, Dash Mihok, John Cusack, Adrien Brody, John C. Reilly,
Woody Harrelson, Miranda Otto, Jared Leto, Will Wallace, John Dee Smith,
John Travolta, George Clooney, Nick Stahl, Thomas Jane, John Savage,
Kirk Acevedo, Tim Blake Nelson, Larry Romano, Penelope Allen, Simon
Billig, Mark Boone Junior, Don Harvey, Norman Patrick Brown, Arie
Verveen, Jarrod Dean, Matt Doran, Travis Fine, Paul Gleeson, Danny Hoch,
Robert Roy Hofmo, Don Harvey, Michael McGrady.
Premios (Filmaffinity ):
1998: 7 Nominaciones al Oscar, incluyendo mejor director, fotografía, bso, película
1998: Nominada a los Premios Cesar: Mejor película extranjera
1998: 2 premios de Círculo de críticos de Nueva York: Mejor director, fotografía
1999: Festival de Berlín: Oso de Oro y Mención de Honor (John Toll.
Sinopsis:
Un grupo de fusileros de la Compañía C de Charlie releva a las tropas
de infanteria de marina, agotadas por el combate, con el objetivo de
tomar un punto estratégico en la Isla de Guadalcanal, durante la Segunda
Guerra Mundial.
Aunque somos de la opinión de que las adaptaciones son, en muchas ocasiones, una simple excusa argumental, especialmente cuando la importancia del cineasta es superior a la del texto que le sirve de base, en esta ocasión queremos detenernos en James Jones, un joven escritor que realizó una trilogía, basada en su experiencia militar durante la Segunda Guerra Mundial, en la que se contemplaba al ejército como el hogar inevitale y un firme sistema de vida ( Javier Coma): From Here to Eternity ( De aquí a la eternidad, 1951), The Thin Red Line (la delgada línea roja, 1962, llevada al cine porTerrence Malik) y Whistle (Silbido, 1977). Su autor fue considerado el máximo especialista de la época en el género bélico y el mejor cronista de la presencia de soldados norteamericanos en dicho conflicto armado, desde el ataque nipón a Pearl Harbor, hasta el regreso de veteranos heridos a la patria, mientras proseguían los combates en Europa y el Pacífico.
El escritor sufrió en su propia familia las consecuencias de la Gran Depresión del 29, ya que su padre, un dentista de profesión, perfectamente prescindible, cayo en la pobreza, que lo arrojó en brazos del alcohol. No tardaría mucho en morir , ya que se quitó la vida con la ayuda de un revólver tras perder a su mujer, a los 55 años, la misma edad a la que moriría su hijo, a causa de una enfermedad natural. James se enroló en el ejército, institución que para el autor constituía una alternativa del hogar, tanto para él como para sus héroes proletarios, desarraigados y desposeídos, entre los que él mismo se incluía.
Su literatura refleja sus experiencias bélicas personales. En The Thin Red Line contempla el ejército en tiempos de guerra, reviviendo sus días en la isla de Guadalcanal, y utilizando como intermediarios con su público dos personajes: el Cabo Geoffrey T. Fife, herido muy pronto en la cabeza por la explosión de una bomba de mortero y afectado en un tobillo por un accidente deportivo y Bead, que protagoniza una hazaña que vivió personalmente el autor: se hallaba defecando en la selva, cuando fue atacado por un japonés y tuvo que luchar con él hasta matarlo. El título está inspirado en una cita de Rudyard Kipling: " Hay sólo una delgada línea roja entre la locura y la cordura"
Con esta novela 'sobre la horrible realidad cotidiana de numerosos combatientes en Guadcanal' inaugura un protagonismo coral más aventurado que el que presidió el inicio de la trilogía. Javier Coma (La ficción bélica) hace un análisis interesante de la novela: "Jones contempló la unidad de infantería en primer término como si compusiera un microcosmos de resonancias simbólicas donde los dramas individuales se agitaban a caballo de sufrimientos con muy varia condición", con un punto de vista cercano al realismo social que prestaba atención a unos personajes de condición proletaria, que sentía la pérdida de libertad a causa de la brutalidad humana de las órdenes de sus superiores y el conflicto tendente a la perversidad a causa del miedo a la muerte. Pero, además, junto a los padecimientos de la clase baja de la tropa, su obra reflejaba la pugna entre los oficiales.
Es muy interesante la valoración que hace Javier Comas de la adaptación cinematográfica de Malick, que difiere de la de muchos críticos, que recogíamos en el post sobre la película:
"Cabría deducir de casi todo lo antedicho que Malick había guardado lealtad a la novela, pero no sucedió así. Las citadas improvisaciones en el rodaje y el replanteamiento del sentido del film en el montaje guiaron hacia un enfoque opuesto al de James Jones: el compacto naturalismo del libro, tanto en el relato como en ls indagaciones psicológicas, resultó reemplazado por la pretenciosa contraposición de una supuesta inocencia de naturaleza e indígenas, a la subrayada maldad de guerreros amparados por una desarrollada civilización. Malick agregó a la contraproducente reiteración del mensaje un confuso entramado de voces en off correspondientes a distintos soldados, las cuales de modo vano y vacuo, meditaban sobre cuestiones trascendentales e, involuntariamente, hacían parecer a esos personajes unos impertinentes profesores de filosofía, en las antípodas de los proletarios moldeados con la precisa rudeza por el novelista. Además, afloraban a menudo flashbacks con efectismos hipotéticamente líricos; y al principio un preámbulo ultraecológico había exaltado una vida paradisiaca de los nativos en una isla libre de aberrantes individuos con uniforme. En consecuencia, retórica y manipulación con visos de lujo artístico derruían intermitentetemente la credibilidad dramática de los mejores fragmentos.
Consideraciones de esta índole impulsaron a la Academia a otorgar cinco estatuillas al film Saving private Ryan (Salvad al soldado Ryan), tras haber distinguido la obra de Malik con siete nominaciones, al considerar la película de Steven Spielberg "más honrada, y, paradójicamente más cercana al aliento y al lenguaje de la susodicha novela de James Jones; la comparación entre ambas producciones cinematográficas de idéntico género, e igual plataforma en la Segunda Guerra Mundial, hizo particularmente relevante que la laureada venciera en las categorías de dirección, montaje, fotografía, sonido y efectos sonoros, unas parcelas en las que Malik se había esforzado por intentar exhibir innovadora creatividad. Por otro lado no hace falta recordar que Spielberg derrotó con rotundidad en las taquillas a su ocasionalmente directo competidor."
Generalmente defendemos la libertad interpretativa de los textos, objeto de adaptación, de los cineastas, y es evidente que Malik es un realizador que tenemos en cuenta por su estilo muy peculiar y característico. Pero Javier Comas insiste precisamente en un rasgo característico del autor: el lirismo al servicio de una pretenciosidad, que valora, impregnado de una suerte de panteismo natural, de una mirada étnica en la que sobresale el buenismo de los aborígenes, como hacía Schaffner cuando despreciaba la injusticia del ius primae noctis en un poblado de 'druidas', llegando a afirmar que es mejor que desflore a un virgen un hombre nacido de alta cuna. Desgraciadamente la prepotencia y la injusticia acompaña al hombre desde su aparición en la Tierra, guiando sus actuaciones de acuerdo con la ley de la selva, algo que rige en las sociedades más primitivas y en las más modernas. James Jones, una víctima de la Gran Depresión del 29 que se cobró muchas vidas y muchas ilusiones, quiso llevar a su literatura el sufrimiento de los proletarios, excluidos y deposeidos que se enrolaban en los ejércitos buscando un nuevo hogar, que sustituyera al perdido, y denunció las humillaciones y vejaciones de las que muchos de estos soldados fueron objeto por parte de sus jefes. Es una lástima que Malik prefiera quedar arrinconado en ese lirismo impregnado de mala conciencia, que ya denunciaron las hermanas Bronte, y no se implique en los conflictos que socavan las selvas de su propio país. Él iligió un texto de un hombre comprometido, e hizo su película que fue mucho más fiel a Terrence Malik que a James Jones. Si no triunfó en la taquilla, lo que es visto comio positivo per se por parte de muchos, logró, al menos, el aplauso de la crítica, que valora la obra que se riege por el lema de la MGM : "Ars artis gratia".
Comentario:
Aunque somos de la opinión de que las adaptaciones son, en muchas ocasiones, una simple excusa argumental, especialmente cuando la importancia del cineasta es superior a la del texto que le sirve de base, en esta ocasión queremos detenernos en James Jones, un joven escritor que realizó una trilogía, basada en su experiencia militar durante la Segunda Guerra Mundial, en la que se contemplaba al ejército como el hogar inevitale y un firme sistema de vida ( Javier Coma): From Here to Eternity ( De aquí a la eternidad, 1951), The Thin Red Line (la delgada línea roja, 1962, llevada al cine porTerrence Malik) y Whistle (Silbido, 1977). Su autor fue considerado el máximo especialista de la época en el género bélico y el mejor cronista de la presencia de soldados norteamericanos en dicho conflicto armado, desde el ataque nipón a Pearl Harbor, hasta el regreso de veteranos heridos a la patria, mientras proseguían los combates en Europa y el Pacífico.
El escritor sufrió en su propia familia las consecuencias de la Gran Depresión del 29, ya que su padre, un dentista de profesión, perfectamente prescindible, cayo en la pobreza, que lo arrojó en brazos del alcohol. No tardaría mucho en morir , ya que se quitó la vida con la ayuda de un revólver tras perder a su mujer, a los 55 años, la misma edad a la que moriría su hijo, a causa de una enfermedad natural. James se enroló en el ejército, institución que para el autor constituía una alternativa del hogar, tanto para él como para sus héroes proletarios, desarraigados y desposeídos, entre los que él mismo se incluía.
Su literatura refleja sus experiencias bélicas personales. En The Thin Red Line contempla el ejército en tiempos de guerra, reviviendo sus días en la isla de Guadalcanal, y utilizando como intermediarios con su público dos personajes: el Cabo Geoffrey T. Fife, herido muy pronto en la cabeza por la explosión de una bomba de mortero y afectado en un tobillo por un accidente deportivo y Bead, que protagoniza una hazaña que vivió personalmente el autor: se hallaba defecando en la selva, cuando fue atacado por un japonés y tuvo que luchar con él hasta matarlo. El título está inspirado en una cita de Rudyard Kipling: " Hay sólo una delgada línea roja entre la locura y la cordura"
Con esta novela 'sobre la horrible realidad cotidiana de numerosos combatientes en Guadcanal' inaugura un protagonismo coral más aventurado que el que presidió el inicio de la trilogía. Javier Coma (La ficción bélica) hace un análisis interesante de la novela: "Jones contempló la unidad de infantería en primer término como si compusiera un microcosmos de resonancias simbólicas donde los dramas individuales se agitaban a caballo de sufrimientos con muy varia condición", con un punto de vista cercano al realismo social que prestaba atención a unos personajes de condición proletaria, que sentía la pérdida de libertad a causa de la brutalidad humana de las órdenes de sus superiores y el conflicto tendente a la perversidad a causa del miedo a la muerte. Pero, además, junto a los padecimientos de la clase baja de la tropa, su obra reflejaba la pugna entre los oficiales.
Es muy interesante la valoración que hace Javier Comas de la adaptación cinematográfica de Malick, que difiere de la de muchos críticos, que recogíamos en el post sobre la película:
"Cabría deducir de casi todo lo antedicho que Malick había guardado lealtad a la novela, pero no sucedió así. Las citadas improvisaciones en el rodaje y el replanteamiento del sentido del film en el montaje guiaron hacia un enfoque opuesto al de James Jones: el compacto naturalismo del libro, tanto en el relato como en ls indagaciones psicológicas, resultó reemplazado por la pretenciosa contraposición de una supuesta inocencia de naturaleza e indígenas, a la subrayada maldad de guerreros amparados por una desarrollada civilización. Malick agregó a la contraproducente reiteración del mensaje un confuso entramado de voces en off correspondientes a distintos soldados, las cuales de modo vano y vacuo, meditaban sobre cuestiones trascendentales e, involuntariamente, hacían parecer a esos personajes unos impertinentes profesores de filosofía, en las antípodas de los proletarios moldeados con la precisa rudeza por el novelista. Además, afloraban a menudo flashbacks con efectismos hipotéticamente líricos; y al principio un preámbulo ultraecológico había exaltado una vida paradisiaca de los nativos en una isla libre de aberrantes individuos con uniforme. En consecuencia, retórica y manipulación con visos de lujo artístico derruían intermitentetemente la credibilidad dramática de los mejores fragmentos.
Consideraciones de esta índole impulsaron a la Academia a otorgar cinco estatuillas al film Saving private Ryan (Salvad al soldado Ryan), tras haber distinguido la obra de Malik con siete nominaciones, al considerar la película de Steven Spielberg "más honrada, y, paradójicamente más cercana al aliento y al lenguaje de la susodicha novela de James Jones; la comparación entre ambas producciones cinematográficas de idéntico género, e igual plataforma en la Segunda Guerra Mundial, hizo particularmente relevante que la laureada venciera en las categorías de dirección, montaje, fotografía, sonido y efectos sonoros, unas parcelas en las que Malik se había esforzado por intentar exhibir innovadora creatividad. Por otro lado no hace falta recordar que Spielberg derrotó con rotundidad en las taquillas a su ocasionalmente directo competidor."
Generalmente defendemos la libertad interpretativa de los textos, objeto de adaptación, de los cineastas, y es evidente que Malik es un realizador que tenemos en cuenta por su estilo muy peculiar y característico. Pero Javier Comas insiste precisamente en un rasgo característico del autor: el lirismo al servicio de una pretenciosidad, que valora, impregnado de una suerte de panteismo natural, de una mirada étnica en la que sobresale el buenismo de los aborígenes, como hacía Schaffner cuando despreciaba la injusticia del ius primae noctis en un poblado de 'druidas', llegando a afirmar que es mejor que desflore a un virgen un hombre nacido de alta cuna. Desgraciadamente la prepotencia y la injusticia acompaña al hombre desde su aparición en la Tierra, guiando sus actuaciones de acuerdo con la ley de la selva, algo que rige en las sociedades más primitivas y en las más modernas. James Jones, una víctima de la Gran Depresión del 29 que se cobró muchas vidas y muchas ilusiones, quiso llevar a su literatura el sufrimiento de los proletarios, excluidos y deposeidos que se enrolaban en los ejércitos buscando un nuevo hogar, que sustituyera al perdido, y denunció las humillaciones y vejaciones de las que muchos de estos soldados fueron objeto por parte de sus jefes. Es una lástima que Malik prefiera quedar arrinconado en ese lirismo impregnado de mala conciencia, que ya denunciaron las hermanas Bronte, y no se implique en los conflictos que socavan las selvas de su propio país. Él iligió un texto de un hombre comprometido, e hizo su película que fue mucho más fiel a Terrence Malik que a James Jones. Si no triunfó en la taquilla, lo que es visto comio positivo per se por parte de muchos, logró, al menos, el aplauso de la crítica, que valora la obra que se riege por el lema de la MGM : "Ars artis gratia".
Lo que se dijo cuandose estrenó 'El árbol de la vida', (cinelodeon.com. El árbol de la vida ( The tree of life. Terrence Malick) es perfectamente aplicable a 'Delgada línea roja' : "Malick
siempre ha preferido refugiarse en la naturaleza, lejos de las ciudades
y su civilización, en caminos polvorientos y montañas, ríos y campos de
trigo, y distanciarse de su tiempo para analizar la crueldad del
hombre; este extrañamiento lo práctica mediante el metalenguaje
audiovisual, con el empleo de una voz narrativa con registros distintos y
complementarios, voz en off de un narrador omnisciente que no sólo
comenta o anticipa los hechos, a modo de acotación, sino que se implica e
interpreta alegóricamente a los propios personajes, como si de su alter
ego se tratara. Cineasta de la palabra le llama Nestor Almendros
(Terrence Malick. Otras voces, otros ámbitos. Dirigido por...Septiembre
2011), que no niega la convicción de la imagen. Pero, en el film que
comentamos, esta voz que penetra en el terreno filosófico provoca
ciertos desequilibrios entre la imagen y la narración en off, unidos a
los que produce la contradicción entre los personajes, apenas esbozados,
imperfectos, frente a una naturaleza idealizada; entre lo sugerido y lo
mostrado; entre el flashback y el flash forward..."
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