Collateral. Michael Mann
Ficha técnica:
Título original:
País:
Año:
Duración: 115 minutos.
Dirección: Michael Mann
Guión: Stuart Beattie.
Casting: Francine Maisler, C.S.A.
Dirección de Fotografía: Dion Beebe, Paul Cameron.
Música: James Newton Howard.
Edición: Jim Miller, Paul Rubell, A.C.E.
Productores: Michael Mann, Julie Richardson.
Productores ejecutivos: Frank Darabont, Rob Fried, Chuck Russell. Peter Giuliano.
Diseño de producción: David Wasco.
Vestuario: Jeffrey Kurland.
Parkes/MacDonald Production, Darabont/ Fried/ Russell Production, Paramount, DreamWorks, SKG
Michael Mann
Intérpretes:
Tom Cruise : Vincent,
Jemie Foxx: Max,
Jada Pinkett Smith: Annie,
Mark Ruffalo: Fanning,
Peter Berg: Richard Weidner,
Bruce McGill: Pedrosa,
Irma P.Hall: Ida,
Barry Shabaka Henley: Daniel,
Richard T.Jones: policía de tráfico,
Klea Scott: policía federal,
Debi Mazar : mujer joven profesional.
Sinopsis:
Vincent (Tom Cruise) es un frío y calculador asesino a sueldo que siempre va a por todas. Max (Jammie Foxx) es un taxista con muhos sueños y sin grandes resultados. En aquella noche fatídica Max ha de llevar a Vincent a su próximo trabajo: una noche, cinco paradas, con sus idas en choque continuo; ninguno de los dos volverá a ser el mismo. Esta noche todo va a cambiar...
Comentario:
Interesante film de Michael Mann en el que se contraponen dos formas de enfrentarse a la vida: la del sicario, interpretado por Tom Cruise, que prefiere que sus días fluyan como las notas del jazz, improvisando cada momento, sin saber qué le depara el siguiente, aunque ello lleve implícita la posibilidad de morir en un vagón de metro sin que nadie se percate de ello; o la de Max ( Jemie Foxx) que sueña con montar un negocio en una limusina, pero lleva doce años conduciendo un taxi porque no se atreve a arriesgarse y pedir un préstamo. Este tema ya fue tratado de forma magistral en una película bien distinta de Robert Redford, 'El río de la vida', en el que dos hermanos pescan en un río: uno siempre por la orilla y el otro en el centro de los remolinos.
Michael Mann opta por un film de acción desenfrenada, una buddy movie en la que, a pesar de las diferencias abismales que separan a ambos personajes, establecen una extraña forma de amistad, impuesta por el gángster, una camaradería masculina en la que ambos hombres se complementan: todos queremos vivir más y mejor, pero a la mayoría se nos presenta este dilema. Al final, la opción elegida se transforma en ideología, por la que un hombre puede llegar incluso a matar. Max vive de vender sus servicios como conductor de taxi, y Vincent le paga bien este servicio; la diferencia con el conductor interpretado por Ryan Gosling en Drive (2011) de Nicolas Winding Refn, es que éste no se implica en las actividades de sus clientes. Max lo hace forzado por las circunstancias, especialmente cuando le cae un muerto en el techo de su coche.
Las calles de Los Ángeles, especialmente la emblemática Sunset Boulevard, se convierten en el escenario de persecuciones policiales, vistas en diversas ocasiones desde el aire, condenadas al fracaso más estrepitoso, cuando policías como Fanning (Mark Ruffalo) se enfrentan a asesinos de la categoría de Vincent, máquinas de matar programadas para cumplir sus objetivos. Max, un hombre de la calle tiene a su favor la inocencia del ciudadano medio, honesto y respetable en su pobreza. Michael Mann se mantiene fiel a su propio estilo, tanto en el tratamiento del color con valor semántico. como en el papel protagonista de la ciudad en la que se desenvuelven sus protagonistas, hombres solitarios, tenaces, con valores definidos y como hemos visto contrapuestos. La noche se convierte en una aliada perfecta para este tipo de acción que implica persecuciones de todo tipo en calles practicamente desiertas; curiosamente el taxista elige este turno para trabajar más tranquilo, de acuerdo con su perfil emocional. El destino, amparado en la oscuridad, le depara la mayor aventura de su vida, que incluye incluso el amor.
Comentario:
Interesante film de Michael Mann en el que se contraponen dos formas de enfrentarse a la vida: la del sicario, interpretado por Tom Cruise, que prefiere que sus días fluyan como las notas del jazz, improvisando cada momento, sin saber qué le depara el siguiente, aunque ello lleve implícita la posibilidad de morir en un vagón de metro sin que nadie se percate de ello; o la de Max ( Jemie Foxx) que sueña con montar un negocio en una limusina, pero lleva doce años conduciendo un taxi porque no se atreve a arriesgarse y pedir un préstamo. Este tema ya fue tratado de forma magistral en una película bien distinta de Robert Redford, 'El río de la vida', en el que dos hermanos pescan en un río: uno siempre por la orilla y el otro en el centro de los remolinos.
Michael Mann opta por un film de acción desenfrenada, una buddy movie en la que, a pesar de las diferencias abismales que separan a ambos personajes, establecen una extraña forma de amistad, impuesta por el gángster, una camaradería masculina en la que ambos hombres se complementan: todos queremos vivir más y mejor, pero a la mayoría se nos presenta este dilema. Al final, la opción elegida se transforma en ideología, por la que un hombre puede llegar incluso a matar. Max vive de vender sus servicios como conductor de taxi, y Vincent le paga bien este servicio; la diferencia con el conductor interpretado por Ryan Gosling en Drive (2011) de Nicolas Winding Refn, es que éste no se implica en las actividades de sus clientes. Max lo hace forzado por las circunstancias, especialmente cuando le cae un muerto en el techo de su coche.
Las calles de Los Ángeles, especialmente la emblemática Sunset Boulevard, se convierten en el escenario de persecuciones policiales, vistas en diversas ocasiones desde el aire, condenadas al fracaso más estrepitoso, cuando policías como Fanning (Mark Ruffalo) se enfrentan a asesinos de la categoría de Vincent, máquinas de matar programadas para cumplir sus objetivos. Max, un hombre de la calle tiene a su favor la inocencia del ciudadano medio, honesto y respetable en su pobreza. Michael Mann se mantiene fiel a su propio estilo, tanto en el tratamiento del color con valor semántico. como en el papel protagonista de la ciudad en la que se desenvuelven sus protagonistas, hombres solitarios, tenaces, con valores definidos y como hemos visto contrapuestos. La noche se convierte en una aliada perfecta para este tipo de acción que implica persecuciones de todo tipo en calles practicamente desiertas; curiosamente el taxista elige este turno para trabajar más tranquilo, de acuerdo con su perfil emocional. El destino, amparado en la oscuridad, le depara la mayor aventura de su vida, que incluye incluso el amor.
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