Jet lag. Danièle Thompson.
Ficha técnica:
Título original: Decalage Horaire.
País: Francia.
Año: 2002.
Duración: 81 minutos.
Dirección: Danièle Thompson.
Guión: Danièle Thompson, Christopher Thompson.
Casting: Gérard Moulevrier, A.R.D.A.
Dirección de Fotografía: Patrick Blossier.
Dirección de efectos visuales: Alain Carsoux.
Música: Eric Serra.
Montaje: Sylvie Landra.
Cámara: Patrick Blossier.
Sonido: Pierre Gamet.
Productor: Alain Sarde.
Producción ejecutiva: Christine Golan.
Diseño de producción: Michèle Abbe.
Vestuario: Elisabeth Tavernier.
Les Films Alain Sarde-TF1 Films Production, Pathé Jet Lag Ltd., Distribución: Studio/Canal
Intérpretes:
Jean Reno: Félix,
Juliette Binoche: Rose,
Sergi López: Sergio,
Scali Delpeirat: Médico,
Karine Belly: azafata,
Raoul Billerey: padre,
Nadege Beausson-Diagne: pasajero,
Alice Taglione:Camarera,
Jerome Keen: Conserje,
Sebastian Lalanne: Barman.
Sinopsis
Rose (Juliette Binoche) es una mujer maltratada que huye del hombre con el que convive, Sergio (Sergi López) que le amarga la vida. Félix (Jean Reno) es un restaurador, un empresario de alta cocina congelada, que va detrás de su ex-esposa. a la que piensa que ama. Ella es discreta, retraída y poco habladora. Él es conversador, de gesto hosco y tendende a la depresión y la ansiedad. Ella ocupa un asiento de turista. Él viaja en primera clase. Ninguno, en realidad, está preparado para conocer al otro.
Comentario:
Una huelga general en un aeropuerto. donde los viajeros se aglutinan esperando ansiosos el momento en que se iniciará el vuelo cancelado, agotados, nerviosos, cansados, durmiendo en el suelo a falta de un banco, es un momento y un lugar idóneos para entablar nuevas relaciones. La excusa puede ser ese móvil que cae en el water cuando más se necesita, y el cruce con un hombre que te presta el suyo para solventar la urgencia. Una situación tan cotidiana favorece el desarrollo de una historia sencilla, bien contada, que atrapa al espectador y lo involucra emocionalmente gracias al encanto natural de Juliette Binoche y la vulnerabilidad de Felix, un hombre abandonado, hipotenso y de aspecto muy humano y cercano.
Rose, hija de profesores comunistas, que debe su nombre a Rosa Luxemburgo, se emociona con las manifestaciones y oyendo 'La Marsellesa'; es una mujer maltratada, a la que insulta y pega su compañero. Es también una mujer encantadora, sensible, que se maquilla en exceso, se pone laca en el pelo, lleva tacones altos y un look kitsch y cutre; su bolso es un auténtico kit de peluquería y estética, pero brilla como nadie cuando se ducha y se lava la cara con agua y jabón. Felix es un artista de la cocina que es incapaz de compartir un desayuno con alguien, muy exigente con los platos que guisan otros. Ninguno de los dos sabe qué hacer con su vida, y ambos husmean en las valijas del otro.
Comentario:
Una huelga general en un aeropuerto. donde los viajeros se aglutinan esperando ansiosos el momento en que se iniciará el vuelo cancelado, agotados, nerviosos, cansados, durmiendo en el suelo a falta de un banco, es un momento y un lugar idóneos para entablar nuevas relaciones. La excusa puede ser ese móvil que cae en el water cuando más se necesita, y el cruce con un hombre que te presta el suyo para solventar la urgencia. Una situación tan cotidiana favorece el desarrollo de una historia sencilla, bien contada, que atrapa al espectador y lo involucra emocionalmente gracias al encanto natural de Juliette Binoche y la vulnerabilidad de Felix, un hombre abandonado, hipotenso y de aspecto muy humano y cercano.
Rose, hija de profesores comunistas, que debe su nombre a Rosa Luxemburgo, se emociona con las manifestaciones y oyendo 'La Marsellesa'; es una mujer maltratada, a la que insulta y pega su compañero. Es también una mujer encantadora, sensible, que se maquilla en exceso, se pone laca en el pelo, lleva tacones altos y un look kitsch y cutre; su bolso es un auténtico kit de peluquería y estética, pero brilla como nadie cuando se ducha y se lava la cara con agua y jabón. Felix es un artista de la cocina que es incapaz de compartir un desayuno con alguien, muy exigente con los platos que guisan otros. Ninguno de los dos sabe qué hacer con su vida, y ambos husmean en las valijas del otro.
Danièle Thompsom nos mantiene siempre en espacios cerrados, (el aeropuerto, el hotel), pero logra alejar el fantasma de la claustrofobia y consigue que el espectador sea atrapado por estos dos personajes tan normales, tan sensibles y tan entrañables.
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