El hombre de la casa. Stephen Herek

Ficha técnica:

Título original: Man  of the house.
País: Estados Unidos.
Año: 2005.
Dutración: 97 minutos.
Dirección: Stephen Herek.
Guión: Robert Ramsey, Matthew Stone, y John J.MacLaughlin, basado en un argumento de John J.MacLaughlin y Scott Lobdell.
Dirección de Fotografía: Peter Menzies Jr.
Música: David Newman.
Montaje: Chris Lebenzon y Joel Negron.
Dirección artística: Kevin Constant.
Producción: Steven Reuther, Todd Garner  y Allyn Stewart .
Diseño de producción: Nelson Coates.
Vestuario: Betsy  Heiman.
Compañías:  Columbia Pictures.

Intérpretes:

Tommy Lee Jones: Roland Sharp,
Anne Archer: Molly McCarthy,
Brian Van Holt: Eddie Zane,
Cedric The Entertainer: Percy Stevens,
Christina Milan: Anne,
Paula Garces: Teresa,
Monica Keena: Evie,
Vanessa Ferlito: Heather,
Kelli Garner: Barbi,
R. Lee Ermey: Capitán Nichols.


Sinopsis: 

Un sheriff de Texas, Roland Sharp (Tommy Lee Jones), es designado para custodiar a  las únicas testigos que deben testificar contra un narcotraficante, un grupo de animadoras.

Críticas y comentario:

Calificada por la crítica (Javier Ocaña del diario 'El País', Francisco Marinero de 'El Mundo'...) de bochornosa y más que deficiente, el hecho de que Tommy Lee Jones aceptara el papel protagonista sólo se explica por sus necesidades recaudatorias  para poder financiar 'Los tres entierros de Melquiades Estrada'.

El film es un compendio de la ideología más casposa del mundo desarrollado occidental, que  encubre bajo un pretendido  optimismo  la defensa de valores arcaicos  como el sexismo, una de cuyas manifestaciones más características es la presencia  de animadoras femeninas en los partidos de deportes masivos (football, rugby...) que protagonizan los hombres, mientras las mujeres bailan ligeras de ropa,  portando ostentosos pompones en sus manos. Hay secuencias que hacen enrojecer de vergüenza ajena a cualquier espectador medianamente instruido, como el protagonizado por el grupo de chicas desempeñando el papel de  casamenteras entre  el agente y una de las profesoras del colegio. Para que quede bien claro que no adoptamos una actitud intransigente con un film 'ligero, divertido y simpático', sólo hay que escuchar el diálogo entre estas bellas jovencitas: "Una mujer es como un caballo, al que le gusta saber que el que la monta sujeta bien las riendas" . Otra del grupo la corrige y le señala que la  mujer no es como un caballo, pero no tiene nada que objetar a la dominación  que el hombre debe ejercer sobre ella. La profesora tampoco se queda atrás al emitir el juicio de que  muchos de sus  compañeros permanecen en el trabajo sólo por el sueldo. ¿?

El bochorno embarga al público ante esta secuencia y otras muchas por el estilo, y entendemos que sólo los adolescentes con las hormonas en plena ebullición se sientan atraídos por tanta joven resaltando sus atributos femeninos ad usum del 'machito'. El populismo se desmadra en la boda de Tommy Lee Jones con la profesora, concluido el cual, el sacerdote negro se quita la sotana y exhibe debajo el uniforme del grupo que patrocinan las animadoras, que lleva debajo de ésta.