Argo. Ben Affleck.
Ficha técnica:
Título original:
País: USA.
Año: 2012.
Duración: 120 minutos.
Dirección: Ben Affleck.
Guión: Chris Terrio, basado en un artículo, 'Escape from Theran' de Joshuah Bearman.
Dirección de Fotografía:Rodrigo Prieto.
Música: Alexandre Desplat.
Montaje: William Goldenberg.
Producción: George Clooney, Grant Heslov y Ben Affleck.
Diseño de producción: Sharon Seymour.
Vestuario: Jacqueline West.
Warner Bros. Pictures.
Intérpretes:
Ben Affleck: Tony Mendez,
Bryan Cranston: Jack O'Donnell,
John Goodman: John Chambers,
Alan Arkin: Lester,
Michael Cassidy: Taylor Schilling,
Clea DuVall: Cora,
Kyle Chandler: Hamilton,
Scoot McNairy: Jose.
Sinopsis:
Basada en hechos reales, Argo relata una operación secreta, de vida o
muerte, para rescatar a seis estadounidenses en plena crisis de los
rehenes de Irán. La verdad permaneció oculta al gran público durante
décadas. El 4 de noviembre de 1979, en plena revolución islámica en
Irán, la muchedumbre enardecida, según unos, y un grupo de militares,
según otros, entró en la embajada de Estados Unidos en Teherán y
tomaron cincuenta y dos prisioneros estadounidenses. Sin embargo, en
mitad del caos, seis de ellos lograron escapar y encontraron refugio
en casa del embajador canadiense. Sabiendo que es sólo cuestión de
tiempo que los encuentren y, muy probablemente, los maten, un
especialista de la CIA en operaciones especiales llamado Tony Mendez (Ben Affleck)
ideó un plan, aparentemente irrealizable, para sacarlos del país de
forma segura, sin conflictos políticos y sin violencia. Un plan tan
increíble que sólo podría salir bien en una película,
y que ahora permite la realización de un film porque los materiales que
documentan la operación ya fueron desclasificados y los participantes
condecorados, entre ellos John Chambers, diseñador de maquillaje de la
versión de 'El planeta de los simios' realizada por Franklin J.
Schaffner.
Comentario:
Argo es un thriller de vocación política y de la escenificación de una mascarada que tiene al propio cine como elemento esencial (Quim Casas). Ben Affleck realiza un gran homenaje al cine americano, tomando como referentes a los directores que trabajaron en la década de los 70, como Sidney Lumet, cameo de Network (1976), Alan Pakula o Sidney Pollack, buscando en ellos la estética setentera, que logra mediante la combinación de texturas (cámaras super 8 que captan imágenes de los acontecimientos en tiempo real, cámaras analógicas y digitales, cambios de formato, granulado sobresaliente, grandes masas de extras...) .El joven realizador confiesa que se sirvió mucho de internet, de donde recuperó un montón de imágenes de aquel tiempo, las compiló las estudió y las trató, de tal manera que podemos observar la tensión que rodea la embajada estadounidense, con masas iraníes indignadas, en el formato propio de las televisiones, los antiguos monitores de PC, o las cámaras antiguas analógicas, montados junto a grandes panorámicas con gran número de extras, procedimientos que intentan recrear de la forma más fidedigna los graves acontecimientos de 1979, cuando el Sha Reza Phalevi huyó, enfermo de cáncer, y se refugió en Estados Unidos, tras soliviantar a las masas religiosas integristas con sus intentos de occidentalizar el país.
La película de Affleck intenta transmitirnos la idea de que el cine no sólo informa y abre ventanas al mundo, sino que puede transformarlo, y para ello se basa en un hecho real que adapta a sus intereses. Y es en este punto en el que muestra su reverencia hacia la máxima aportación al arte de los siglos XX y XXI, y su respeto por el hombre que revolucionó el séptimo arte, George Lucas, lanzándonos el mensaje de que puede hacer una película como Lumet, pero que no renuncia al cine de su generación. En esta aventura le acompañan George Clooney y otros grandes representantes del cine de la nueva generación. Entre todos nos informan de cómo se desarrolla un proyecto cinematográfico, el peso del productor, el asociado o el ejecutivo, el guionista, la presión de los sindicatos, el director; en John Goodman (jefe de maquillaje) y Alan Arkin (productor) del filme ficticio descansa la carga humorística, que caricaturizan con amabilidad y gracia la industria del cine USA. El film que se va a pergeñar para sacar a los rehenes de Iran, es una cinta de ciencia-ficción inspirada en la Guerra de las Galaxias, con un Chewaka azul, un C3PO brillante y otrros personajes tomados de la saga. Resuelto el conflicto, Mendez (Ben Affleck) descansa en su casa, viendo la tele con su hijo en un cuarto repleto de maquetas de las películas de Lucas, que marcaron la infancia y adolescencia del actor, y la del hijo en la ficción, que en la película es un niño de 10 años. Affleck hace el film con el estilo que conviene a lo que quiere representar, pero no renuncia al cine de los Wonder Boys (Spielberg, Scorsese, Lucas...), que marcaron su juventud.
Aunque no se quiere implicar en los conflictos de Oriente Medio abiertamente, mostrándose favorable a una solución pacífica de las contradicciones entre las culturas, pone blanco sobre negro en la política americana en la zona. Mientras discurren los títulos de crédito la voz femenina de una narradora, que luego veremos en otras secuencias construyendo el hilo conductor de la revolución, nos va contando qué sucedió en Irán hasta el secuestro de la embajada americana: Reza Phalevi, un sargento chusquero, que se había proclamado Shahanshah (rey de reyes), con ayuda de los ingleses, inauguró la dinastía Phalevi.; su hijo logró el apoyo de Inglaterra y Norteamérica, a cambio de expoliar y torturar a su pueblo. Ya enfermo se refugió en Estados Unidos, que lo tuteló poniendo en grave riesgo a sus conciuidadanos, residentes en el país asiático . Estos son los acontecimientos que narra el film; desde dentro de la embajada, las masas asaltan la institución, el embajador ordena quemar y destruir todos los documentos, los que pueden incriminar a Estados Unidos y los que no, quedando al arbitrio de las masas enfurecidas. El gobierno americano defenderá la vida del dictador por encima de la de sus propios conciudadanos inocentes, presentando su ejecución como un acto de crueldad de los fundamentalistas árabes, ansiosos de venganza, y abortando el plan de Mendez, cuya posible derrota dejaría al estado más fuerte del mundo en ridículo. Pero el director opta por desenpolvar al héroe individual americano, que, desobedeciendo abiertamente a sus superiores, sigue adelante con los planes concebidos. Es aquí donde el joven realizador toma partido por el ser humano y la decencia, idea que a muchos les parecerá una utopía, pero cuya defensa suena muy bien. En los últimos momentos nos someterá a una tremenda tensión, que la llevará hasta el final, como en las películas del Hollywood clásico.
Buen ejercicio de estilo, metalenguaje, de cine dentro del cine, y de homenaje a los que fueron algo en el pasado y son en el presente, y a los que como él, comienzan a despuntar.
Buen ejercicio de estilo, metalenguaje, de cine dentro del cine, y de homenaje a los que fueron algo en el pasado y son en el presente, y a los que como él, comienzan a despuntar.
No es mi género, pero tengo grandes esperanzas en este film de Affleck, que poco a poco se muestra como un interesante nuevo director.
ResponderEliminarBueno, ya sabes, hoy parece que está de moda el que los cineastas se midan las esfuerzas en diferentes géneros, y se demuestren que son capaces de realizar con éxito una película en cualquiera de ellos. Fijate en Ridley Scott, pero también en Soderbergh, nuestro Alejandro Amenabar y tantos otros. Hay que seguirles la pista, porque el menor día te dan una sorpresa.
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