Sombras tenebrosas- Tim Burton-Blu-ray
Ficha técnica:
Título original: Dark Shadows.
País: Estados Unidos.
Año: 2012. Duración:
113 minutos.
Dirección: Tim Burton.
Guión: Seth Grahame Smith, basado en un argumento de John August y Seth Grahame-Smith, basado a su vez en una serie televisiva creada por Dan Curtis.
Casting: Susie Figgis
Música: Danny Elfman.
Director de Fotografía: Bruno Delbonnel, A.F.C., A.S.C..
Montaje: Chris Lebenzon, A.C.E.
Vestuario: Colleen Atwood.
Productor: Richard D. Zanuck
Productores: Graham King y Johnny Depp. Christi Dembrowski y David Kennedy,
Productores ejecutivos: Nigel Gostelow, Tim Headington, Bruce Berman.
Productor ejecutivo: Chris Lebenzon.
Diseño de producción: Rick Heinrichs.
Co.productor: Katterli Frauenfelder.
Compañías: Warner Bros. Pictures, Village Roadshow Pictures, Infinitum Nihil/ GK Films Production, Zanuck Company Production, Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.
Intérpretes:
Johnny Depp :Barnabas Collins,
Michelle Pfeiffer :Elizabeth Collins Stoddard,
Helena Bonham Carter :Dra. Julia Hoffman,
Eva Green :Angelique Bouchard,
Chloë Grace Moretz :Carolyn Stoddard,
Jackie Earle Haley :Willie Loomis,
Jonny Lee Miller :Roger Collins,
Gulliver McGrath :David Collins,
Bella Heathcote :Victoria Winters, Ray Shirley :Sra. Johnson,
Christopher Lee :Clarney.
Sinopsis:
Tras ser convertido en vampiro por un amor rechazado, Barnabas Collins (Johnny Deep), es enterrado durante dos siglos, hasta que sale en 1972 en un mundo muy cambiado.Regresa a la que una vez fue su majestuosa casa, encontrándose con los disfuncionales descendientes de los Collins que quedan. Decidido a devolver al nombre de su familia a la gloria, Barnabas es frustrado constantemente por Angelique Bouchard (Eva Green), su antigua criada con poderes maléficos, en esta 'salvajemente imaginativa' aventura del director Tim Burton (Sam Hallenbeck,NBC-TV).
Comentario.
Un visionado más detenido,tras la salida al mercado del DVD y Blu-Ray de Tim Burton no permite reforzar las primeras impresiones obtenidas en la pantalla de la sala de proyecciones. De nuevo vemos a Tim Burton en estado puro, torciendo y retorciendo las formas hasta hacerles tomar esa forma de espiral que tanto le caracteriza, en la que se revela su formación de dibujante gótico, inquietante y creador de iconos irrepetibles, labor en la que le acompañan un actor capaz de travestirse para satisfacer las necesidades expresivas del director, Johnny Deep, y un músico sin el que sus películas perderían parte de esa aura especial que las acompaña, Danny Elfman. Se aconsejan abstenerse a aquellos a los que no les guste el extravagante director, como Gregorio Belinchón de El País, que según afirma se ha aburrido mucho; yo confieso que me ha gustado más que la primera vez que la ví.
El director más cáustico, cínico y estrafalario del cine actual retorna de nuevo a los escenarios góticos, pero en esta ocasión lo hace para dar la vuelta como un calcetín al género de terror vampírico, desacralizarlo e ironizar acerca de sus mitos y la posibilidad de implantarlos en una sociedad como la nuestra, en la que el logo de MacDonals, ese establecimiento diabólico de fast foode, que hace más daño que un mordisco del vampiro y crea adicción, es confundido por el hombre no-muerto con el signo de Mefistófeles. No pierde la ocasión de rendir homenaje a las películas del género y a uno de sus actores fetiche: Chritopher Lee; en Ed Wood le tocó el turno a Bela Lugosi . Ironiza sobre la posición dominante de las familias aristocráticas (la familia de Barnabas es inglesa, procedente de Liverpool) y la de los nuevos ricos que crecen como las plantas parásitas a su sombra, emblematizados por Angelica, que tras liquidar a los padres y a la prometida del joven, compite con el resto de la familía, inútil e inactiva en el negocio tradicional de los Collins, que trajeron la prosperidad al pueblo que tomó su nombre: Collinsport. El espectador avisado caerá en la cuenta de que las víctimas del vampiro Collins son los obreros, los hippies y las mujeres que desempeñan un trabajo liberal, como la doctora Julia Hoffman (Elena Bonham Carter). La guerra entre amos y criados (eso era Angelique doscientos años antes) nobles y burgueses, produjo todo tipo de monstruos: vampiros, licántropos o brujas. El lema de la hechicera era: "Que los altivos bajen de las alturas, que perezcan las arrogantes criaturas."
El director más cáustico, cínico y estrafalario del cine actual retorna de nuevo a los escenarios góticos, pero en esta ocasión lo hace para dar la vuelta como un calcetín al género de terror vampírico, desacralizarlo e ironizar acerca de sus mitos y la posibilidad de implantarlos en una sociedad como la nuestra, en la que el logo de MacDonals, ese establecimiento diabólico de fast foode, que hace más daño que un mordisco del vampiro y crea adicción, es confundido por el hombre no-muerto con el signo de Mefistófeles. No pierde la ocasión de rendir homenaje a las películas del género y a uno de sus actores fetiche: Chritopher Lee; en Ed Wood le tocó el turno a Bela Lugosi . Ironiza sobre la posición dominante de las familias aristocráticas (la familia de Barnabas es inglesa, procedente de Liverpool) y la de los nuevos ricos que crecen como las plantas parásitas a su sombra, emblematizados por Angelica, que tras liquidar a los padres y a la prometida del joven, compite con el resto de la familía, inútil e inactiva en el negocio tradicional de los Collins, que trajeron la prosperidad al pueblo que tomó su nombre: Collinsport. El espectador avisado caerá en la cuenta de que las víctimas del vampiro Collins son los obreros, los hippies y las mujeres que desempeñan un trabajo liberal, como la doctora Julia Hoffman (Elena Bonham Carter). La guerra entre amos y criados (eso era Angelique doscientos años antes) nobles y burgueses, produjo todo tipo de monstruos: vampiros, licántropos o brujas. El lema de la hechicera era: "Que los altivos bajen de las alturas, que perezcan las arrogantes criaturas."
El cuestionario al que somete la cabeza de familia Elizabeth Collins, interpretada por Michelle Pfeiffer, a la joven institutriz Victoria Winters (Bella Heatchcote) demuestra que no está tan loca como el discurso visual nos quiere hacer creer, y sabe muy bien cómo superar una prueba para ser aceptada por la decadente clase alta. Su actitud vital contrasta con la de los jóvenes de su época. Las mujeres del film están todas estupendas, desde Michelle Pfeiffer a la pequeña Chloë Graze Moretz , (Kick ass), pero especialmente Eva Green realiza un trabajo sobresaliente, a pesar de ser un incógnita en principio para el director. Su escena de sexo con Johnny Deep es lo más estrambótico, extravagante y divertido que pueda salir del imaginario de un realizador, y tiene poco que ver con la de Amanecer de Bill Condon, protagonizada por el ídolo de las adolescentes, Robert Pattinson, que al plantearla de forma trascendente la convierte en ridícula. El estilo de los retratos de las mujeres de la familia de la bruja van evolucionando con el tiempo hasta llegar al de una de sus recientes antecesoras supuestamente realizado por la peculiar Tamara de Lampika.
Tampoco olvida el realizador la sorpresa del protagonista al observar el progreso del hombre en las formas de representación de la realidad, a través de la fotografía, el cine o la televisión .No es gratuita la imagen del vampiro de rostro pálido, gafas oscuras y sobrero de ala ancha, que evoca la del famoso astro de la música y la televisión: Michael Jackson. Toma el cine como referente para ubicar temporalmente la historia, al pasar la intrusa Victoria Winters, (nombre que toma de un anuncio de deportes de invierno) por un cine, en cuya fachada se anuncia con un gran cartel el film Deliverance de John Boorman, una advertencia de cómo se trata a los extraños en algunas pequeñas localidades, como Collinsport, en un Estado del NE de los Estados Unidos: Maine.
Transiciones realizadas con cámaras circulares, picados y contrapicados amenazantes, planos digitales muy inquietantes, grandes precipicios por los que caen los enamorados, van tomando el pulso al estado de ánimo de los personajes magníficamente diseñados y mejor interpretados, especialmente por los actores que acostumbrados al director se desenvuelven en el plató como en su propia casa. La crítica no ha tratado bien este film inteligente y divertido de Tim Burton, pero no es la primera vez, ni será la última que los críticos no acierten en sus pronósticos.
Cmrl.
La historia de Barnabas me gustó demasiado, es un vampiro único, con la personalidad tanto del mismo Barnabas cono de Jhonny Deep.
ResponderEliminarLa pareja Tim Burton/Johnny Deep ha dado páginas muy especiales al cine de todos los tiempos, y me alegra mucho de que tengas tan buen gusto cinematográfico, y disfrutes con este vampiro tan particular. Un saludo.
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