Sonrisas y lágrimas. Robert Wise.








Ficha técnica:


Título original: The sound of music.
País: Estados Unidos.
Año: 1965.
Duración: 172 minutos.

Dirección: Robert Wise.
Guión: Ernest Lehman.
Música: Richard Rodgers; letras Oscar Hammerstein II. Arreglos y dirección: Irwin Kostal.
Coreografía: Marc Breaux y Dee Dee Wood.
Director de Fotografía: Ted McCord, A.S.C.
Edición: William Reynolds, A.C.E.
Sonido: Murray Spivack y Bernard Freericks.
Decoración del set: Walter M.Scott.

Vestuario: Dorothy Jeakins.
Maquillaje Ben Nye.
Peluquería: Margaret Donovan.

Diseño de producción: Boris Leven.
Producción: Robert Wise.
Productores asociados: Saul Chaplin.
Compañías productoras: Argyle Enterprises, Inc.,20th Century Fox. Film Corporation,  Todd-AO.

Intérpretes:


Julie Andrews: Maria,
Christopher Plummer: Capitán Von Trapp,
Eleanor Parker: la baronesa.
Richard Hayden: Max Detweiler,
Peggy Wood: Madre Abbess,
Charmian Carr: Liesl,
Heather Menzies: Louisa,
Hicholas Hammond: Friedrich,
Duane Chase: Kurt,
Angela Cartwright: Brigita.
Debbie Turner: Marta,
Kym Karath: Gretl.
Anna Lee: Hermana Margarita,
Portia Nelson: Hermana Berta,
...

Premios:


 1965: 5 Oscars: Película, director, sonido, bso (adaptada), montaje. 10 nominaciones
 1965: Globos de Oro: Mejor película: Comedia o Musical
 1965: Premios David di Donatello: Mejor actriz extranjera (Julie Andrews)


 Sinopsis:


 La historia que lleva a la pantalla Robert Wise  está basada en un hecho real, y la película es la más familiar y popular de la segunda década del siglo XX. Julie Andrews interpreta a Maria, una muchacha muy espiritual que deja el noviciado para convertirse en la Institutriz de los siete hijos del Capitán Von Trapp, un hombre viudo y autoritario que con sus estrictas reglas no deja sitio en su casa para la alegría, ni para la música. 


Crítica:


A pesar del manto de amabilidad, delicadeza y sensibilidad, Robert Wise nos abre una ventana a un mundo en el que lo correcto es poner un espacio entre el deseo y la realización del mismo, que enseña a la gente a controlarse y a la vez desarrolla caracteres fríos y calculadores.  El Capitán  Von Trapp cree en la  disciplina y usa un silbato para llamar a sus hijos como si de sus soldados subordinados se tratara; la llegada de Fräulein María,  (Julie Andrews),  una novicia de un convento de Salzburgo contratada como institutriz, cercana en edad a los niños,  va a desempeñar un papel muy similar al de Mary Poppins, una hada que debe devolver la felicidad a unos niños, tras la pérdida de su madre, pero mucho más ñoña y edulcorada y menos fresca.

Woody Allen dijo en cierta ocasión que desearía que no hubiera reencarnación para no volver a ver esta película. No sé si habrá reencarnación o no, lo que espero es que no haya vuelta atrás y debamos sufrir lecciones de buena educación hipercursis y tanta 'bondad'  repartida por el mundo. Las buenas maneras de la familia Trapp no encierran ningún problema para una joven educada con las monjas, unas maestras del arte de la contención,  el disimulo y la  represión  de los sentimientos. Pero no todo es perverso en el film, algunas canciones han traspasado el marco para el musical de Broadway para el que fueron concebidas, que tuvo su réplica en el film de Wise y penetraron despues en el Moulin Rouge de la mano de Baz Luhrmann, interpretadas heréticamente  por Ewan McGregor.

Robert Wise  muestra de forma marginal la actitud que mantuvieron algunos sectores austriacos, contrarios al pangermanismo y la anexión a Alemania de su país, que  obligo a la Familia Trapp a huir precipitadamente  del país en  la secuencia más madura del film. El giro que se da en la segunda parte de la cinta resulta poco verosimil, excepto para almas muy cándidas; el autoritario capitán se convierte en el amante y el padre más comprensivo. Curioso el uso diario del traje tirolés.


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