El hombre sin sombra. Paul Verhoeven.
Ficha Técnica:
Título original: Hollow man.
País: Estados Unidos.
Año: 2000.
Duración: 114 minutos.
Dirección Paul Verhoeven.
Guión: Andrew W. Marlowe, basado en una historia de Gary Scott Thompson y Andrew W. Marlowe.
Casting: Howar Feuer.
Director de Fotografía: Jost Vacano, A.S.C.
Música: Jerry Goldsmith.
Edición: Mark Goldblatt, A.C.E.
Supervisor efectos especiales: Scott E. Anderson.
Director de Efectos especiales visuales: Craig HHayes del Tippett Studios. Sony Pictures Imageworks Inc., Culver City, California.
Supervisor efectos digitales: Scott Stokdyk.
Supervisor efectos especiales: Scott E. Anderson.
Director de Efectos especiales visuales: Craig HHayes del Tippett Studios. Sony Pictures Imageworks Inc., Culver City, California.
Supervisor efectos digitales: Scott Stokdyk.
Diseño de Vestuario: Ellen Mirojnick; Myron Baker.
Maquillaje: Luisa Abel.
Peluquería: D.J.Plumb y Rita Troy.
Maquillaje: Luisa Abel.
Peluquería: D.J.Plumb y Rita Troy.
Producción: Douglas Wick y Allan Cameron.
Productor ejecutivo: Marion Rosenberg.
Co-Productor: Stacy Lumbrezer,
Diseño de Producción: Allan Cameron.
Columbia Pictures Production para Douglas Wick Production.
Intérpretes:
Elisabeth Shue: Linda McKay,
Kevin Bacon: Sebastian Caine,
Josh Brolin: Matthiew Kesington,
Kim Dickens : Sarah Kennedy,
Greg Grunberg: Carter Abbey,
Joey Slotnick: Frank Chase,
Mary Randle: Janice Walton,
William Devane: Dr. Kramer.
Sinopsis:
Un equipo de jóvenes científicos trabaja en el descubrimiento de un compuesto químico que inyectado en la sangre permite ser invisible. Hasta el momento la investigación se ha desarrollado con éxito en distintos animales y cuando el equipo presenta el proyecto al pentágono, Sebasttían , su director, oculta que el proyecto está ya listo para experimentar con seres humanos, y que su objetivo es convertirlo en un arma de poder ya que él mismo se ofrece voluntario para probarlo. La prueba constituye un éxito, pero el proceso resulta irreversible. Condenado a una vida sin cuerpo, Caine empieza a mostrar una conducta muy extraña.
Comentario.
Se puede decir en pleno siglo XXI que El hombre sin sombra, un film realizado en el año 2000 , un tiempo de indefinición en el que hubo una discusión sobre si habíamos entrado ya en el tercer milenio o no, no fue comprendido. Se alabaron los efectos especiales, muy buenos, y la diestra ejecución de Verhoeven, pero se despreciaron como propios de una obra menor. Dos concepciones de la ciencia, la de Sebastian Caine ( Kevin Bacon), el científico loco que busca el espectáculo, la gloria de un Dios y no tiene límites ni éticos ni físicos, y la de Matthew Kesington ( Josh Brolin), el antihéroe, cuya modestia será recompensada con el premio: el amor de la chica. La facultad de ser invisible favorece la liberación de todas las inhibiciones y especialmente aquellas en las que incide la formación religiosa occidental, como las sexuales, y da al sujeto poseedor de esta facultad el mayor poder, aunque su incapacidad de integrarse en la sociedad le acaba desequilibrando, especialmente si es un ser que ambiciona la popularidad, como el invetigador interpretado por Kevin Baco, Sebastian Caine
El film está muy bien narrado, con elegancia, un historia que mantiene el interés hasta el final, evitando lo escatológico, lo escabroso y la exhibición de imágenes violentas gratuitas. Queda en el aire y a la interpretación del espectador el destino de la joven, vista a través de las ventanas, en una secuencia que sugiere todo y apenas enseña nada, e identifica al espectador con el siniestro voyeur y su lado oscuro, al que le conduce su extraño poder sobre las víctimas. ¿Qué le pasaría a un tipo que se hiciese invisible y se viera como consecuencia libre de toda restricción social? Platón tiene la respuesta: "Si un hombre pudiese ser invisible se sentiría Dios y haría lo que quisiera impunemente". No falta algún cameo a las agresiones sexuales de un ser invisible que hicieron famosa la película El ente de Sidney J.Furie.
Paul Verhoeven, un europeo, holandés, fracasado y acusado de excesivamente comercial en casa y que acudió a la Meca del cine para realizar una película con un título tan estrambótico como Robocop, ha demostrado conocer los efectos especiales mejor que muchos nacidos y educados cinematográficamente en los Estados Unidos, y con los que puede hacer cualquier cosa, integrando cromas, captura de movimientos, posproducción en laboratorio, etc., consiguiendo visualizaciones de un Kevin Bacon invisible francamente admirables e incluso muy estéticas, como la de la piscina. En el cine actual todavía no se presta la debida atención a los nuevos magos capaces de crear la ilusión de cualquier cosa que se les proponga: los directores de efectos visuales. Como en todas las artes, cuya etimo (ars-artis) en realidad significa destreza en la práctica de un oficio y en el terreno de las nuevas tecnologías nacidas con el desarrollo de la ciencia informática están surgiendo verdaderos artistas que ya no se puede ningunear.
Se ha acusado a Verhoeven de hacer un cine violento y provocador, y de hecho muchas de sus obras (Robocop o Starship Toopers ) , pero el director conoce aquello que permanece más oculto en la psique humana, el atractivo de los seres oscuros, malvados, latentes en las profundidades de las cavernas. La máscara de Sebastian en la que las aberturas de los ojos permiten ver su vacío interior es escalofriante y supone una profunda reflexión sobre la psicología del personaje.
Comentarios
Publicar un comentario
¡Deja tu comentario aquí!