Salvar al soldado Ryan. Steven Spielberg
Ficha técnica:
Título original: Saving Private Ryan.
Año: 1998.
Duración: 170 minutos.
Direcion: Steven Spielberg.
Guión: Robert Rodat.
Casting: Denise Chamian, C.S.A.
Producción: Steven Spielberg & Ian Bryce., Mark Gordon & Gary Levinsohn.
Director de Fotografía: Janusz Kaminski, A.S.C.
Diseño de producción: Tom Sanders.
Edición: Michael Kahn, A.C.E.
Música: John Willlams.
Vestuario: Joanna Johnston.
Co-Productores: Allison Lyon Segan.
Paramount Viacom Company, DreamWorks, SKG, Amblit Entertainment Production & Mutual Film Company
Intérpretes:
Tom Hanks :capitán John H. Miller,
Tom Sizemore :sargento Michael Horvath,
Edward Burns :soldado Richard Reiben,
Barry Pepper :soldado Jackson,
Adam Goldberg :soldado Mellish,
Vin Diesel :soldado Adrian Caparzo,
Giovanni Ribisi :médico Irwion Wade,
Jeremy Davies :Timothy E. Upham,
Matt Damon :soldado James Francis Ryan,
Ted Danson :capitán Fred Hamill,
Paul Giamatti :sargento Hill,
Dennis Farina :teniente coronel Anderson.
Premios:
Premios:
1998: 2 Globos de Oro: Mejor película: Drama, director. 5 nominaciones
1998: 2 premios BAFTA: Mejores efectos visuales, sonido. 10 nominaciones
1998: Nominada al Cesar: Mejor película extranjera
1998: Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película
Sinopsis:
Vista a través de los ojos de un grupo de soldados norteamericanos, la historia comienza en la invasión del día 'D' durante la Segunda Guerra Mundial, luego prosigue más allá de la playa, donde unos hombres se embarcan en una peligrosa misión especial. El capitan John Miller (Tom Hanks) ha de llevar a sus hombres tras las líneas enemigas para encontrar al soldado Ryan (Matt Damon), cuyos tres hermanos han muerto en combate. Al enfrentarse a los más increibles peligros cuestionan sus órdenes: ¿ por qué ocho hombres han de arriesgar sus vidas para salvar tan solo a uno?. Inmersos en la brutal realidad de la contienda, cada uno busca su propia respuesta y el valor para triunfar sobre un futuro incierto con honor, decencia y respeto.
Comentario.
Steven Spielberg, llamado por la crítica el Rey Midas, porque todo lo que toca se convierte en oro, se introduce en ocasiones por caminos arriesgados, aun a costa de perder dinero, cosa que nunca ocurre, como hace con La Lista de Schindler (1993), Munich (2005), o la que comentamos, Salvar al soldado Ryan , que levantan grandes polémicas,entre críticos y publico defensores y detractores de las guerras , aunque recibiera el premio del Círculo de Críticos de New York a la mejor película del año. La primera media hora es de gran dureza y abiertamente antimilitarista. Las muertes y desmembraciones de los marines durante el desembarco, que se prolongan en el tiempo, las imágenes truculentas de hombres con las tripas fuera, acribillados antes de saltar de sus lanzas, y la matanza entre soldados, la mayoría reclutados a la fuerza, por el simple hecho de llevar un uniforme diferente, es un alegato de tal fuerza e intensidad que desmitifica el cine bélico, que encubre esta realidad bajo la exaltación de una pasión tan irracional como el honor o la valentía; sol soldados de Spielberg tiemblan, lloran, llaman a sus madres o se mean encima ante la inminencia del combate. Los cementerios ubicados en verdes praderas, en las que se yerguen esas cruces blancas, todas iguales, en las que yacen los soldados desconocidos, que nunca pasarán a los libros de historia, y a cuyas familias se recompensa con unos galardones que jamás sustituirán al hijo muerto, son una evidencia de que la guerra no es otra cosa que una de las pestes apocalípticas que cíclicamente azotan a la humanidad, poco honorables por no deseadas como el hambre o la muerte.
Al hecho terrible de la contienda se une la mala conciencia de los altos estados mayores, que afectados y sensibilizados por la tragedia de una madre que ha perdido tres hijos en acto de servicio, deciden devolverle al que en principio debe seguir vivo. Para ello no dudan en sacrificar a ocho soldados que deben rescatarlo y a sus madre, que también la tienen. El comando encargado de la operación debe cruzar las filas enemigas, adentrarse en el infierno y arriesgar su vida por una misión que no entienden, llegan al extremo de la .sublevación.No comparto la opinión de que el final es patriótico, y que los que quedan luchan por el honor, la decencia o el respeto. Ryan se niega a abandonar el combate, y el resultado es la muerte de los que han cumplido la orden de ir en su búsqueda, y que un joven antimilitarista, un traductor de francés e inglés, mate por primera vez en la guerra a un nazi, que ejecutó sin piedad a un camarada y por cuya salvación él se enfrentó a los de su grupo. Es cierto que el capitán John Miller (Tom Hanks), un profesor de instituto, que comienza a sufrir los efectos psíquicos de esta brutalidad que es la guerra, pide a Ryan que se haga merecedor del sacrificio que sus compañeros, hombres de carne y hueso no ideas, han realizado por él y por la tranquilidad de su madre. No le pide que sea un héroe, simplemente un ciudadano decente.
Es inolvidable la anécdota en la que suena en la población derruida ,en la que se libra el último combate de la guerra para estos hombres, una triste canción de Edith Piaf, que ha perdido a su amante, y que provoca un amargo sentimiento de agobio en los soldados abatidos, mientras el sargento exclama: : "Si no nos matan los alemanes y sigue sonando esa música, yo mismo me corto las venas".
Steven Spielberg realizó dos proyectos televisivos de carácter bélico de gran aceptación por la prensa y público: Band of Brothers (2001) y The Pacific (2010), producidas por la HBO . Tenían un buen precedente, en el film de un director que ha inspirado a tantos cineastas, entre ellos al joven español Alejandro Amenabar, que proclama abiertamente su admiración por el director norteamericano.
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