La pequeña pícara. John Hughes.
Ficha técnica:
Título original: Curly Sue.
Año: 1991.
Duración: 98 minutos
País: EE.UU.
Guión y dirección: John Hughes.
Música: Georges Delerue.
Fotografía: Jeffrey Kimball.
Productora: Warner Bross Pictures.
Ficha artística:
James Belushi, Kelly Lynch, Alisan Porter, John Getz, Fred Dalton Thompson, Cameron Thor, Ely Pouget.
Sinopsis:
En esta versión de El chico, de Charlot, Curly es una pequeña huérfana, una niña, a la que Bill Dancer, (James Belushi), ha criado e intentado educar, que se desarrolla a partir del momento en que aparece la posibilidad de integrarla en un auténtico hogar, aunque no puede separarse de ella, porque es la única cosa que tiene . Con él vive moviéndose constantemente de un lado para otro, y esta vida errante que llevan le parece extraordinaria, aunque a veces, para sobrevivir, tengan que realizar alguna que otra pequeña estafa. La víctima de la última, en Chicago, es la joven abogado Grey Allison, (Kelly Lynch), que les invita a su casa como huéspedes temporales. Con el paso de los días, y una vez superadas ciertas dificultades, el improbable trio empieza a perfilarse como una futura perfecta familia.
Con esta excusa el director confronta dos mundos: el de la yuppie Grey Allison, de traje, corbata y jabón, y el de los sin techo, que viven de sus picardías, como lo hacía el chico de Charlot, que rompía cristales para que su padre los arreglara. La niña prefiere continuar con el ser que más ama a las riquezas que la brillante abogado le ofrece.
La obra maestra se convierte en una comedia insustancial, con tratamiento visual de serie televisiva. El gag más sobresaliente es el de la niña cantando a pleno pulmón y a medianoche el himo de América. Así son las cosas.
Con esta excusa el director confronta dos mundos: el de la yuppie Grey Allison, de traje, corbata y jabón, y el de los sin techo, que viven de sus picardías, como lo hacía el chico de Charlot, que rompía cristales para que su padre los arreglara. La niña prefiere continuar con el ser que más ama a las riquezas que la brillante abogado le ofrece.
La obra maestra se convierte en una comedia insustancial, con tratamiento visual de serie televisiva. El gag más sobresaliente es el de la niña cantando a pleno pulmón y a medianoche el himo de América. Así son las cosas.
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