El pueblo de los malditos. John Carpenter.




Ficha técnica de John Carpenter's Village of the Damned

Año: 1995.
País: EE.UU.
Dirección: John Carpenter.
Producción: Larry J. Franco, Shep Gordon.
Música: John Carpenter, Dave Davis.
Fotografía: Gary B. Kibbe.
Montaje: Edward A. Warschilka.
Escenografía: Rodger Maus.
Efectos especiales: Bruce Nicholson.

Ficha artística:

Reparto: Christopher Reeve: Dr. Alan Chaffee
Kirstie Alley: Dr. Susan Verner
Linda Kozlowski: Jill McGowan
Michael Paré: Frank McGowan
Meredith Salenger: Melanie Roberts
Mark Hamill: Reverendo George
Peter Jason: Ben Blum
Constance Forslund: Callie Blum
Karen Kahn: Barbara Chaffee
Thomas Dekker: David McGowan
Lindsey Haun: Mara Chaffee




Eliminad todo lo imposible y lo que quede por improbable que sea debe ser la verdad (Sherlock Holmes. Arthur Conan Doyle)

Carpenter construye una diégesis inquietante, como es habitual en él, con un score basado en ritmos cadenciosos reiterativos que generan la tensión y preparan al espectador para la observación de imágenes que perturban por la inmovilización de los actores más que por una acción trepidante con abundancia de sangre. Cuando se produce el fenómeno extraño en el pqueño poblado de Midwhich se manifiesta por un desplome colectivo, que sumerge a sus habitantes en un profundo sopor y los deja indefensos ante cualquier agresión. Caras candorosas, rostros albinos, buenos modales, bien peinados y mejor vestidos, los monstruos en forma de niños, engendrados mientras la población 'dormía', funcionan unidos en grupo compacto, carentes de humanidad, autosuficientes, fríos, soberbios y asesinos en potencia, incluso de sus propias madres.

El lenguaje de ficción permite crear una metáfora de la maldad sin caer en la demagogia, asociando el lado oscuro de la condición humana a seres extraterrestres, que tienen aspecto humano, pero no nuestra naturaleza. Se sientan separados por sexos en las aulas, pero caminan emparejados por la calle, en orden militar, induciendo a los individuos al suicidio en soledad; una de las madres, cuyo marido murio el dia en que se produjo el hecho prodigioso, intenta inculcar en su hijo los sentimientos de individualidad, diferencia y empatía, hecho que se ve favorecido porque la niña que debía formar pareja con él nació muerta.







La Doctora Susan Verner intenta controlar el poder de estos niños, y entre sus teorías está un rumor muy extendido de que la CIA había experimentado con la población y le había suministrado LSD, con efectos pricotrópicos . Una de las cosas más bonitas que pone Carpenter en boca de la hija del Doctor Alan Charffee, (Cristopher Reeve) aunque se lo dice con desprecio, es que un hombre humanista como él es prisionero de sus valores, lo cual es una tremenda realidad, mientras que para estos monstruos el asesinato es una necesidad biológica para subsistir, sin problemas de conciencia en un mundo en el que todos los que pueden explotan a los que no se pueden oponer. Ellos en realidad son sólo una réplica de seres superiores, a los brutos porque están dotados de sentimientos.

Sólo hay una forma de vencerlos: levantar un muro ante ellos e impedirles que penetren en el pensamiento de los hombres, lo que supone una autocensura, una limitación a la libertad inherente al ser humano. El muro se construye con pensamientos intrascendentes. La lucha es feroz y sólo se puede resolver de forma violenta, inmolándose y muriendo con ellos mediante la explosión de un artefacto. Si en el film de Wolf Rilla el final es ambiguo, pues los ojos de los niños parecen seguir brillando tras el incendio de la bomba, en John Carpenter es el amor de una madre, la del niño desemparejado, la que se lleva consigo la semilla del mal que puede retornar.

Magnífica metáfora de una raza blanca y rubia, resultado de un proceso de xenogénesis en la ficción, cuya supervivencia se basa en el exterminio biológico de seres a los que la empatía, los sentimientos, la compasión y la humanidad los hacen débiles y vulnerables para estos monstruos. El film de Wolf Rilla sigue inspirando a directores actuales como Haneke y su 'Cinta Blanca', a la que sobre metraje y le falta la imaginación de que hace gala Carpenter.

Film de ciencia ficción en el que la pérdida de los seres queridos y la búsqueda de estrategias para preservar la libertad del individuo y su supervivencia amenazada son el motor que hace avanzar la historia.


Film de Wolf Rilla.


Comentarios

  1. Sigo pensando que es mejor la de Wolf Rilla la verdad jajajaj. El detalle de darle sentimientos al chico que le falta pareja, no me gusta; los hace parecer débiles y es una cosa que no pueden permitir; por lo que en ese aspecto creo que la película de Carpenter se va de la trama y de la idea original. Aun así como siempre Carpenter consigue crear la atmósfera perfecta de intriga e inquietud solamente con unos niños a los que les brillan los ojos, simplemente increible!.

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