Manuale d'amore.Giovanni Veronesi.







Debo reconocer que Italia es un país que me apasiona y puede que sea poco objetiva, pero estoy de acuerdo con la valoración que hace The New York Times: el film Manuale d'amore de Giovanni Veronesi es moderno y encantador y consigue hacer olvidar al espectador que está en la Ciudad Eterna, a pesar de mostrar de pasada lugares emblemáticos como El Coliseo o El Vaticano. Las historias que relata son universales y se pueden dar en cualquier parte del mundo, y los italianos han perdido esa patina felliniana y se comportan como lo que son, hombres actuales con problemas actuales.

Una mujer recita un manual de autoayuda acerca del amor que advierte de que éste no avisa, aparece y punto; el hombre enamorado se vuelve ridículo, despistado, y como denuncian las estadísticas, hasta peligroso. El film describe cuatro fases, precedidas por sus respectivos títulos, en el ciclo del amor: el flechazo, la crisis, la traición y el abandono. Las actitudes de los personajes son vistas con una mirada cínica e irónica y siempre hay un personaje secundario que hace acotaciones sobre los desvaríos de los afectados por el amor/desamor apelando directamente al espectador y buscando su complicidad.

En la fase de enamoramiento los amantes pueden llegar al ridículo, mediante el uso de diminutivos o apelativos cariñosos e infantiles, como si fueran subnormales; la llegada de los niños los obnubila y debilita a la vez , pues esos 'locos bajitos' a muy temprana edad llaman a la madre 'zorra' y al padre con apelativos parecidos. Detrás de la caca de un niño está la vida profetiza una mujer ante la mirada entre escéptica y burlona de un hombre que siente que su relación naufraga.

En la fase de la crisis las parejas intentan salvar su amor con medidas ortopédicas: cursos de salsa, terapias de grupo, que el director logra poner en solfa; personajes ajenos a esos sentimientos temporizan cada una de las etapas y advierten de que el amor es fisiológico y sólo dura tres meses, luego viene el sexo que puede mantenerse algún año y por último sólo queda el afecto. Cuando ya ni esto último queda llega la traición, que no es nada bien aceptada por el traicionado, que se revuelve contra el mundo entero. Pero lo peor de todo es seguir los consejos del manual del amor, que pone al abandonado incluso en situación de peligro físico.

Pero, a pesar de su cinismo el director no cierra la puerta a la esperanza de encontrar una persona que haga que de nuevo reviva la pasión. En la patria de Cicerón, que hizo un canto a la vejez y sus excelencias, cuando ya no hay que luchar por un puesto en la vida, ni esforzarse por ser un reclamo sexual, el hombre experimentado sabe que también, cuando menos se la busca, puede saltar la chispa. Y vuelta a empezar el ciclo.

La mujer que escribe el libro advierte de que uno no se puede abandonar a la abstinencia sexual que puede convertirse en una costumbre cómoda. Muchos lo prefieren así. Los cínicos son muchas veces hombres desengañados de los convencionalismos sociales y las condiciones que impone la sociedad para ser feliz, como tener una pareja, aunque el precio sea alto.

Contado con sencillez, naturalidad y sin histrionismos, hace que te pases un buen rato.


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