El seductor. Donald Siegel
Ficha técnica:
Título original: The Beguiled.
País: Estados Unidos.
Año: 1971.
Duración 87 minutos.
Dirección: Donald Siegel.
Guión: John B.Sherry y Crimer Rice, basado en la novela de Thomas Gullinan.
Director de Fotografía: Bruce Surtees.
Mýsuca: Lalo Shifrin.
Edición: Carl Pingitore.
Dirección artística: Alexander Golitzen.
Decoración del set: John Austin.
Sonido: Waldon O.Watson.
Vestuario: Helen Colvig.
Peluquería: Larry Cermain.
Maquillaje: Bud Westmore.
Productor: Jennings Lang, Donald Siegel.
Productor ejecutivo: Claude Traverse, Clint Eastwood.
Diseño de producción: Ted Haworth.
Compañías productoras: Universal - Malpaso Company Picture.
Intérpretes:
Clint Eastwood: John McBurney,
Geraldine Page: Martha,
Elizabeth Hartman: Edwina,
Jo Ann Harris: Carol,
Darleen Carr: Doris,
Mae Mercer: Mallie,
Pamelin Ferdin: Amy,
Melody Thomas: Abigail,
Peggy Drier: Lizzie,
Pattue Mattick: Jamie,
Sinopsis:
Durante la Guerra Civil Norteamericana (1961-1865 ), John Mc Burney (Clint Eastwood), un soldado yanki malherido es rescatado por una jovencita de una escuela de señoritas sureña. La niña, de 13 años, se lo arrastra como puede hasta el internado, donde es recibido, en principio, por un grupo de mujeres y sus pupilas atemorizadas por la presencia de un enemigo entre sus muros. Mas poco a poco se irán sintiendo atraídas por el hombre, hasta tal punto que lo que puede ser una situación derivada de las guerras se va decantando hacia un thriller, más espantoso por lo que representa que por las crudas imágenes que Don Siegel sitúa en la extradiégesis del discurso.
La crítica se explayó en favor de un film al que, curiosamente, encuadró en el género del western (ignoro si es porque se ubica en los estados sureños durante la guerra civil entre abolicionistas o precapitalistas y señores feudales del sur, algo que no tiene sentido), como hizo en su día Augusto M.Torres para el diario 'El País', que arrastrado por la emoción tachó el título de curioso, intimista y sexual western, el mejor de su director, es decir de Don Siegel; Francisco Marinero (diario 'El Mundo') la calificó de obra perversa de exquisita y de morbosa sensualidad; y Francisco Morales (diario 'El País') simplemente de muy buena.
Comentario:
Cabría preguntarse por qué nos interesamos por esta película de 1971, ya que, aunque el cine es un arte joven, su producción es demasiado extensa, y podríamos dar muchas razones, aunque, sin el propósito de engañar ni engañarnos, el verdadero motivo que nos empuja a tomar la decisión de volver a ver y comentar un film protagonizado y producido por el propio Clint Eastwood es la de que Sofia Coppola estrena el día 18 'Seducción', un remake de la película que hizo Donald Siegel en 1971. Pero hay otros móviles de igual peso: el tratamiento que hace el cine, y en concreto el propio director de este título, que dirigió ese mismo año 'Harry el Sucio', de las relaciones de poder que se establecen entre hombres y mujeres en el constructo del amor romántico creado por el sistema patriarcal, que tiene poco que ver con los deseos de unos y otras, sometidos, subyugados y ocultos, que cuando aparecen en la superficie lo hacen con tintes más sórdidos que el alias del famoso detective. Una concepción de la mujer que se acerca al paradigma bíblico de la perversa Eva, que aconsejada por la serpiente, tentó al hombre y propició su expulsión del Paraíso.
Veinte años después el propio Clint Eastwood se quitó la espina de misógino que le debió clavar más de uno y llevó a la pantalla la historia más cruda de violencia de género, la que ejercen ciertos hombres sobre quienes venden su cuerpo, que contratan a dos sicarios para vengarse de los que abusaron de ellas, y que resuelven la cuestión de la forma que los hombres saben hacer estas cosas. Tenemos mucha curiosidad por saber como trata Sofía Coppola esta versión masculina de Viridiana (Luís Buñuel, 1961; en el sentido de un ser débil sometido a otros empoderados por cualquier circunstancia), y qué papel juegan sus chicas y las rectoras del internado, así como el perfil que le tiene reservado a Colin Farrell como hombre objeto del deseo de féminas de distintas edades y jerarquía dentro de la célula que constituye el internado, una isla de exquisitez en pleno horror de la contienda.
Clint Eastwood, a la sazón un joven muy atractivo de 40 años, debilitado por sus heridas de guerra, es presa fácil de un grupo de mujeres, alguna de las cuales no han visto un niño, un joven o un adulto en su vida, pero que sienten la llamada irracional e intuitiva del sexo. El peculiar actor, dotado de un gran carisma y célebre por protagonizar diálogos muy sonados, cuando se ve en una situación comprometida con la niña y ambos se deben ocultar de la mirada de los soldados confederados, le pregunta: "¿Cuántos años tienes? Ella le contesta: 12, bueno 13. A continuación él la besa en la boca y la enamora hasta la enfermedad, provocando después en ella un profundo rencor.
Entre quienes se debaten entre los dos mundos que coexisten, algo que con frecuencia denunciamos, el que existía ante de ponerse a caminar la revolución tecnológica, que inunda las pantallas con el prototipo de mujer-ciborg, ideado por las feministas, y los que han venido después, los millennials, a los que se reprocha no aportar una sola idea para mejorar el mundo, nos interesa lo que dijo Clint Eastwood en 1971, lo que dice David Leitch en 2017 y qué nos va a contar dentro de unos días Sofia Coppola en Seducción. Estamos expectantes y deseamos no sentirnos defraudados.
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