Indomables. Steven Soderbergh.
Ficha técnica:
Título original: Haywire (Loc@)
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Duración: 93 minutos.
Director: Steven Soderbergh.
Guión: Lem Dobbs.
Casting: Carmen Cuba, CSA
Director de Fotografía: Peter Andrews
Música: David Holmes.
Edición: Mary Ann Bernard, Steven Soderbergh.
Director artístico: James F.Oberlander.
Decorador del set: Barbara Munch.
Diseño de vestuario: Shoshana Rubin.
Jefe de Departamento de maquillaje: Michelle Vittone.
Estilista de peluquería: Marie Larkin.
Productor: Gregory Jacobs
Co-productor: Kenneth Halsband.
Productores ejecutivos: Ryan Kavanaugh, Tucker Tooley, Michael Polaire.
Diseño de producción: Howard Cummings.
Intérpretes:
Gina Carano: Mallori Cano,
Michael Angarano: Scott,
Channing Taum: Aaron,
Michael Fassbender: Paul,
Ewan McGregor: Kenneth
Michael Douglas: Alex Coblenz,
Antonio Banderas: Rodrigo,
Bill Paxton: John Kane,
Sinopsis:
La ex marine Mallory Kane (Gina Carano) es una agente secreto que trabaja para el sector privado, una experta en artes marciales a la que contratan diferentes gobiernos para llevar a cabo peligrosas misiones "extraoficiales". Una de sus últimas misiones fue la de liberar a un disidente chino secuestrado en Barcelona. Pero la operación tendrá unas consecuencias inesperadas, tanto para ella como para todos los altos cargos involucrados en la organización del rescate.
...
Crítica:
Está claro que al Señor Jordi Costa no le gustan nada los blockbusters, por una razón que entendemos quiere ser ideológica, por aquello que afirma Daniel Tubaut, y que no vamos a discutir porque coincidimos con él: "Supongo que Marx (Karl, no Groucho) estaría de acuerdo en que la historia del cine en las últimas décadas es una estupenda constatación de cómo la estructura (el dominio de la producción, distribución y exhibición) influye en la superestructura (la ideología y la cultura), en este caso en la manera de escribir guiones y en el tipo de películas que se estrenan." (1) Claro que esto sonaría mucho más veraz y honesto si no apareciera impreso en las páginas de un emporio, como el diario 'El País', y el crítico se batiera el cobre con sus compañeros, muchos con grandes merecimientos, en el grupo de 'todo a 0 euros'. A la par les damos a todos estos creadores de opinión que gustan de estas etiquetas, la bienvenida al mundo real, y, aunque es cierto lo que se ha dicho y todos pasan por el aro si quieren hacer algo parecido a lo que les gusta, no todos tienen el mismo talento, ni aprovechan del mismo modo las oportunidades que se les dan, por pequeñas que sean. Porque si no ¿Cómo hubiera pintado Miguel Ángel la Capilla Sixtina? ¿Le impuso Julio II el tema, subordinado a su ideología y espiritualidad? Todos sabemos que sí. Por otra parte, elegimos una metáfora clara para nuestros lectores: la Seguridad Social parece que, de momento, es propietaria de los mejores hospitales, pero la verdadera cuestión radica en la detección precoz de las enfermedades, y ahí los más pobres tienen menos posibilidades. ¿Qué quiero decir con ésto? Pues que tienen muchas más posibilidades de hacer cine mainstream quien ya participa de la ideología y el estatus económico y social dominante entre sus financiadores, y hay que tener mucho talento, pero mucho, para destacar en cualquiera de las manifestaciones artísticas, ya sean literarias, pictóricas, musicales o cinematográficas, desde que llevas a la imprenta las galeradas de tu primer y pequeñito libro para que sea publicado, subes a Youtube un corto, o pintas gratis para tus amigos un cuadrito. Recordamos aquí al crítico de la película de Brad Bird, Ratatouille, y el reconocimiento del trabajo de la más humilde de las ratas: no todo el mundo puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista puede provenir de cualquier lugar. Es difícil imaginar orígenes más humildes."
En un momento de gran confusión y demagogia, en la que parece que pululan recién llegados a la lucha por el justo reparto del pastel, aunque todo suena demasiado viejo cuando nos introducimos por el camino de baldosas amarillas que nos lleva a la Ciudad Esmeralda donde nos esperan los magos que hoy se llaman Bill Gates, Zuckerberg, Larry Page o Serguéi Brin, (pocos saben que uno de los dos fundadores de Google es ruso y que pusieron en marcha el buscador en un garaje alquilado), sólo queríamos dejar bien sentada nuestra opinión sobre lo que se llama blockbuster, porque precisamente en base a esa etiqueta Jordi Costa hace la valoración de la película de Soderbergh y le coloca un soberbio círculo rojo , que destaca entre el dominante verde de sus compañeros de otros periódicos, a la vez que lo ningunea junto a, ni más ni menos, Luc Besson: y le acusa de alternar aparatosas producciones -no siempre obvias, no siempre exentas de riesgo - con proyectos portátiles - no siempre necesarios, no siempre radicales (¿radicales?-), y termina afirmando que quien no necesite de la coartada Soderbergh para disfrutar lo que esta película sirve (mal), puede recurrir al legítimo cine de subgéneros, ya sea de la mano de Jesús Franco o, si me apuran, Luc Besson. (2) O somos tontos y no le hemos entendido bien, o es él quien no se ha explicado con claridad y no ha confesado lo que más le ha molestado de esta película.
Sorprende poderosamente desde la primera secuencia de esta película, en la que la protagonista, Mallori Cano, interpretada por Gina Carano, una actriz formada en artes marciales, se pega ( le pega) una brutal paliza con Channing Tatum, y, en un momento de implantación de leyes de discriminación positiva a favor de la mujer, va noqueando a todos los que son y han sido los más guapos del cine (Michael Douglas, Antonio Banderas, Channing Tatum, Michael Fasbender o Ewan McGregor, debidamente desacralizados con filtros amarillos y de colores que les roban toda la brillantez que puedan tener). Y éste es precisamente el meollo de la cuestión en el que muchos no quieren entrar y se esconden detrás de etiquetas. No así Sergi Sánchez, que acierta cuando describe la forma en que algunos cineastas actuales representan a las mujeres, no sólo como seres sagaces o gatas violentas, sino como auténticas máquinas de matar, verdaderas depredadoras, como antes lo fue el hombre, formadas en el cuerpo de marines de los Estados Unidos: " Parece que, en sus ratos libres, que deben ser pocos, Steven Soderbergh se divierte imaginando películas protagonizadas por mujeres en pleno control de sus cuerpos. Si la Sasha Grey de «The Girlfriend Experience» integraba el suyo en el mercado de valores, convirtiéndolo en un activo más en el flujo de compra y venta del capitalismo, en «Indomable» Gina Carano lo utiliza como mecanismo de defensa contra la indignidad del hombre, obcecado, en cualquiera de sus encarnaciones, en matarla. Una actriz porno entonces, una luchadora de artes marciales ahora: cuerpos extraños que se pierden en las texturas del cine, anticuerpos que deconstruyen el discurso del cine-ensayo o del cine de acción puro y duro. «Indomable» parece un experimento juguetón concebido a la sombra de Godard, uno de los ídolos del director de Che». (3)
Es precisamente por ahí por donde entran a valorar los demás críticos. Luis Martínez afirma, quizá con falsa modestia por el medio desde el que escribe, un periódico, y el público al que se dirige (que más que leer un ensayo, que tiene su lugar idóneo en los libros, busca una opinión que le anime o le disuada de ver un film concreto ): "Gran parte del cine (y de lo que no es el cine) moderno está construido sobre la posibilidad de un oxímoron. Dicho así, da un poco de repelús, por grandilocuente, y en realidad es tan sencillo de entender como "el hielo abrasador" o "el fuego helado" que decía Quevedo que era el amor (...) La estrategia, en definitiva, no es otra que convertir la inexpresividad en la más expresiva de las armas; en acceder a ese medio instante frío ('Medium cool')." Y concluye afirmando que Soderbergh es uno de los pocos cineastas que han sido capaces de incorporar este esquema a un cine mayoritario, según el crítico, que, a mitad de un artículo magnífico da ciertas claves, que pueden resultar escandalosas para más de uno: "La película bucea en las industrias y hazañas de una máquina de matar con forma de mujer. Tal cual. De por medio, un poco de turismo por una Barcelona muy fotogénica y completamente alejada su pulcra estampa olímpica, y una balacera cruzada de todo lo que hace que el cine se mueva. Básicamente cuatro cosas: saltos, puñetazos, carreras y algún que otro disparo. Eso y Michael Douglas, Michael Fassbender, Ewan McGregor y Antonio Banderas. Todos sin mover un músculo de la cara. Carano los mueve por ellos" Continúa con una lección de las técnicas empleadas por el cineasta que aconsejamos a los lectores (4)
Estos días podéis ver gratis esta películaen las televisiones que incorporan TIVO.
(1) El guión del siglo 21. Daniel Tubau. El futuro de la narrativa en el mundo digital. Editorial Alba. Colección Fuera de Campo.pág. 20.
(2) Espejismo del subgénero. El último film de Soderbergh es un thriller de acción de bolsillo que revisita una situación de cliché. Diario 'El País', 2 de marzo de 2012.
(3) Cuerpos extraños. Diario 'La Razón', 9 de marzo de 2012.
(4) Helado de Soderbergh. Diario 'El Mundo', 2 de marzo de 2012.
En un momento de gran confusión y demagogia, en la que parece que pululan recién llegados a la lucha por el justo reparto del pastel, aunque todo suena demasiado viejo cuando nos introducimos por el camino de baldosas amarillas que nos lleva a la Ciudad Esmeralda donde nos esperan los magos que hoy se llaman Bill Gates, Zuckerberg, Larry Page o Serguéi Brin, (pocos saben que uno de los dos fundadores de Google es ruso y que pusieron en marcha el buscador en un garaje alquilado), sólo queríamos dejar bien sentada nuestra opinión sobre lo que se llama blockbuster, porque precisamente en base a esa etiqueta Jordi Costa hace la valoración de la película de Soderbergh y le coloca un soberbio círculo rojo , que destaca entre el dominante verde de sus compañeros de otros periódicos, a la vez que lo ningunea junto a, ni más ni menos, Luc Besson: y le acusa de alternar aparatosas producciones -no siempre obvias, no siempre exentas de riesgo - con proyectos portátiles - no siempre necesarios, no siempre radicales (¿radicales?-), y termina afirmando que quien no necesite de la coartada Soderbergh para disfrutar lo que esta película sirve (mal), puede recurrir al legítimo cine de subgéneros, ya sea de la mano de Jesús Franco o, si me apuran, Luc Besson. (2) O somos tontos y no le hemos entendido bien, o es él quien no se ha explicado con claridad y no ha confesado lo que más le ha molestado de esta película.
Sorprende poderosamente desde la primera secuencia de esta película, en la que la protagonista, Mallori Cano, interpretada por Gina Carano, una actriz formada en artes marciales, se pega ( le pega) una brutal paliza con Channing Tatum, y, en un momento de implantación de leyes de discriminación positiva a favor de la mujer, va noqueando a todos los que son y han sido los más guapos del cine (Michael Douglas, Antonio Banderas, Channing Tatum, Michael Fasbender o Ewan McGregor, debidamente desacralizados con filtros amarillos y de colores que les roban toda la brillantez que puedan tener). Y éste es precisamente el meollo de la cuestión en el que muchos no quieren entrar y se esconden detrás de etiquetas. No así Sergi Sánchez, que acierta cuando describe la forma en que algunos cineastas actuales representan a las mujeres, no sólo como seres sagaces o gatas violentas, sino como auténticas máquinas de matar, verdaderas depredadoras, como antes lo fue el hombre, formadas en el cuerpo de marines de los Estados Unidos: " Parece que, en sus ratos libres, que deben ser pocos, Steven Soderbergh se divierte imaginando películas protagonizadas por mujeres en pleno control de sus cuerpos. Si la Sasha Grey de «The Girlfriend Experience» integraba el suyo en el mercado de valores, convirtiéndolo en un activo más en el flujo de compra y venta del capitalismo, en «Indomable» Gina Carano lo utiliza como mecanismo de defensa contra la indignidad del hombre, obcecado, en cualquiera de sus encarnaciones, en matarla. Una actriz porno entonces, una luchadora de artes marciales ahora: cuerpos extraños que se pierden en las texturas del cine, anticuerpos que deconstruyen el discurso del cine-ensayo o del cine de acción puro y duro. «Indomable» parece un experimento juguetón concebido a la sombra de Godard, uno de los ídolos del director de Che». (3)
Es precisamente por ahí por donde entran a valorar los demás críticos. Luis Martínez afirma, quizá con falsa modestia por el medio desde el que escribe, un periódico, y el público al que se dirige (que más que leer un ensayo, que tiene su lugar idóneo en los libros, busca una opinión que le anime o le disuada de ver un film concreto ): "Gran parte del cine (y de lo que no es el cine) moderno está construido sobre la posibilidad de un oxímoron. Dicho así, da un poco de repelús, por grandilocuente, y en realidad es tan sencillo de entender como "el hielo abrasador" o "el fuego helado" que decía Quevedo que era el amor (...) La estrategia, en definitiva, no es otra que convertir la inexpresividad en la más expresiva de las armas; en acceder a ese medio instante frío ('Medium cool')." Y concluye afirmando que Soderbergh es uno de los pocos cineastas que han sido capaces de incorporar este esquema a un cine mayoritario, según el crítico, que, a mitad de un artículo magnífico da ciertas claves, que pueden resultar escandalosas para más de uno: "La película bucea en las industrias y hazañas de una máquina de matar con forma de mujer. Tal cual. De por medio, un poco de turismo por una Barcelona muy fotogénica y completamente alejada su pulcra estampa olímpica, y una balacera cruzada de todo lo que hace que el cine se mueva. Básicamente cuatro cosas: saltos, puñetazos, carreras y algún que otro disparo. Eso y Michael Douglas, Michael Fassbender, Ewan McGregor y Antonio Banderas. Todos sin mover un músculo de la cara. Carano los mueve por ellos" Continúa con una lección de las técnicas empleadas por el cineasta que aconsejamos a los lectores (4)
Estos días podéis ver gratis esta películaen las televisiones que incorporan TIVO.
(1) El guión del siglo 21. Daniel Tubau. El futuro de la narrativa en el mundo digital. Editorial Alba. Colección Fuera de Campo.pág. 20.
(2) Espejismo del subgénero. El último film de Soderbergh es un thriller de acción de bolsillo que revisita una situación de cliché. Diario 'El País', 2 de marzo de 2012.
(3) Cuerpos extraños. Diario 'La Razón', 9 de marzo de 2012.
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