El abrazo de la serpiente. Ciro Guerra.
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Ficha técnica:
Título original: El abrazo de la serpiente.
País: Colombia/Venezuela/Argentina.
Año: 2015.
Duración: 125 minutos.
Dirección Ciro Guerra.
Guión: Ciro Guerra y Jacques Toulemonde Vidal, según los datos de Theodor Koch-Grumberg y Richard Evans Schultes.
Casting: Gustavo Muyano.
Casting: Gustavo Muyano.
Dirección de Fotografía. David Gallego, en color y blanco y negro.
Música: Nascuy Linares.
Montaje: Etienne Boussac, Cristina Gallego.
Dirección artística: Angélica Perea.
Productor: Cristina Gallego.
Los productores ejecutivos: Cristina Gallego, Raúl Bravo, Marcelo Céspedes, Horacio MENTASTI Diseñador de producción: Angelica Perea,
Los productores ejecutivos: Cristina Gallego, Raúl Bravo, Marcelo Céspedes, Horacio MENTASTI Diseñador de producción: Angelica Perea,
Compañías. Productoras: Ciudad Lunar Producciones, Dago García Producciones, Caracol TV, Nortesur Producciones.
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Intérpretes:
Jan Vijvoet: Theo,
Brionne Davis: Evan,
Antonio Bolivar Salvador: Karamakate.
Nibio Torres: Karamakate, joven,
Miguel Dionisio Ramos: Manduca,
Nicolás Cancino: Anizetto,
Luigi Sciamanna: Padre Gaspar.
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Sinopsis:
Karamakate, único superviviente de la tribu aborigen de los Coihuano, está a punto de convertirse en el líder espiritual de dos exploradores blancos, un alemán y un norteamericano. El segundo de ellos, Evans, un etnobotánico americano, busca una poderosa planta oculta, la yakruna. El chamán vive en un aislamiento voluntario en lo más profundo de la selva y lleva años de total soledad que lo han convertido en chullachaqui, un ser igual a tí mismo, le explica a Evans, pero vacío, hueco, que vaga solo por el mundo como un fantasma, entre el tiempo sin tiempo, privado de emociones y recuerdos. Karamakate accede a acompañar a Evans en su búsqueda y juntos emprenden un viaje al corazón de la selva, donde el pasado, presente y futuro se confunden, un lugar en el que el chamán irá recuperando sus recuerdos perdidos. Esos recuerdos traen consigo vestigios de una amistad traicionada y de un profundo dolor que no liberará a Karamakate hasta que no transmita por última vez su conocimiento ancestral, el cual parecía destinado a perderse para siempre.
La propuesta de Ciro Guerra está basada en los diarios de los exploradores Theodor Koch-Grünbert (1782-1924) y Richard Evans Schultes (1915-2001), que contribuyeron al estudio de los pueblos nativos de Sudamérica y al descubrimiento de las propiedades de los hongos y plantas de la selva amazónica. (1)
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2015: Premios Oscar: Nominada a Mejor película de habla no inglesa
2015: Festival Cannes: Quincena Realizadores: Art Cinema Award
2015: Festival de San Sebastián: Sección oficial competitiva ("Horizontes Latinos")
2015: Festival de Mar del Plata: Mejor película - Astor de Oro
2015: Independent Spirit Awards: Nominada a Mejor película extranjera
2015: 4 Premios Fénix: Mejor director, fotografía, música original y sonido
2015: Festival de Lima: Mejor película.
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Críticas:
Anna Petrus califica el film, dirigido por el colombiano, de magnética y lúcida' propuesta, que abre una nueva puerta al cine colombiano, que empezó a abrirse camino en la década de los noventa del siglo pasado, un film que huye de cualquier certeza, aun tomando una posición crítica con el colonialismo y la desaparición de las culturas ancestrales del Amazonas: " (...) la cámara de Ciro Guerra combina, con inusual precisión, la ligereza de lo que vemos en las imágenes con una contundencia de los encuadres y los movimientos de cámara. Así pues, el film de Guerra se mueve entre la fascinación que ejerce la espiritualidad y los fantasmas ancestrales, y la rabiosa necesidad de denunciar la forma como ciertas culturas desaparecen bajo los imperativos de otras." (opus cit).
El hombre comienza a entonar el mea culpa por el daño que se ha hecho a sí mismo y ha hecho a la naturaleza en su expansión 'civilizadora' que ahora se muestra hostil y vengativa, como denuncia Alejandro González Iñarritu en 'El renacido' en la que el oso arranca la piel al trampero que vive de la venta de la de los de su especie. Si Leonardo Di Caprio se mueve con dificultad, herido, en medio de las aguas turbulentas del río que cruza transversalmente su historia, como un personaje más, Ciro Guerra hace que el Amazonas arrastre a sus protagonistas a un lugar incierto, y es precisamente en ese viaje en el que no se busca una verdad concluyente, donde muchos ven la grandeza, la fuerza y el magnetismo de la película. En un bello ejercicio Guerra muestra las tribus que han sabido vivir y permanecer en contacto con la naturaleza "a pesar de la obstinación del hombre de alejarse de ella"
Contada en dos tiempos narrativos diferentes, que se van intercalando a lo largo del metraje (el viaje de Theodro Koch- Grünbert y Richard Evans Schulter ,con más de treinta años de diferencia), " la figura chamánica del nativo Karamake, último superviviente de una tribu amazónica exterminada, sirve, -según la percepción de Jordi Costa -, de nexo de unión entre los dos viajes que narra la película: el que realizó el primero en 1909, recogiendo testimonio fotográfico de un buen número de comunidades hoy desaparecidas; y el efectuado por el botánico estadounidense Richard Evans Schultes en 1940 en busca de la yakruna, una planta sagrada de propiedades alucinógenas. La devastación del tiempo entre las dos trayectorias sostiene un discurso en torno al efecto del colonialismo, entendido tanto en su sentido de depredación capitalista (el negocio del caucho) como en el de infección ideológica (ese cristianismo punitivo que, en el curso de la película, se transforma en culto cruel y monstruoso). La mitología indígena y su particular concepción del doble proporcionan una estimulante unidad simbólica a los dos niveles del relato, concediendo a la figura central de Karamake la posibilidad de la expiación personal o la reafirmación en la condición irredimible del hombre blanco. ( El abrazo de la serpiente, Diario 'El País, 18 de febrero de 2016).
Un film que parece haber convencido a unos y otros. Oti Rodríguez Marchante incide en el mismo análisis que sus compañeros, con algunos matices: Hay dos tiempos, uno pasado y otro presente, aunque el sentido de ellos está conectado por el viaje en paralelo y por la presencia de un chamán joven y otro viejo, y hay, junto a un naturalismo extremo, documental, también una intención espiritual en la narración, con pliegues surrealistas, simbólicos, oníricos que desconciertan, imponen una cierta confusión hipnótica, pero que no descomponen esta especie de plegaria amazónica en la que no hay vestigio de impostura. Ni siquiera el blanco y negro, tan impropio en ese paisaje, le quita verdor a la pantalla ni a su críptico mensaje medioambiental. (Crítica de 'El abrazo de la serpiente': Viaje al corazón de la Amazonia. Diario ABC, 23 de febrero de 2010).
Si a John Jopewell de Variety el film le parece : "Una película artística de muy alto nivel, con el ritmo y la tensión de las películas clásicas de aventuras", Jordan Mintzer (The Hollywood Reporter) siente la película de Ciro Guerra como: "Una exploración visual que cautiva del hombre, la naturaleza y los poderes destructivos del colonialismo, el abrazo de la serpiente, que marca una tercera característica impresionante del escritor-director colombiano Ciro . Con fotografía en blanco y negro y una serie de lugares impresionantes, este viaje etnográfico al corazón de la Amazonía - con la friolera de nueve idiomas hablados en la pantalla - (...) tiene reminiscencias de Miguel Gomes en su recreación de los acontecimientos coloniales a través de un prisma moderno ricamente nostálgico." (El abrazo de la serpiente. Cannes. The Hollywood Reporter. 15 de mayo de 20159
Un film que parece haber convencido a unos y otros. Oti Rodríguez Marchante incide en el mismo análisis que sus compañeros, con algunos matices: Hay dos tiempos, uno pasado y otro presente, aunque el sentido de ellos está conectado por el viaje en paralelo y por la presencia de un chamán joven y otro viejo, y hay, junto a un naturalismo extremo, documental, también una intención espiritual en la narración, con pliegues surrealistas, simbólicos, oníricos que desconciertan, imponen una cierta confusión hipnótica, pero que no descomponen esta especie de plegaria amazónica en la que no hay vestigio de impostura. Ni siquiera el blanco y negro, tan impropio en ese paisaje, le quita verdor a la pantalla ni a su críptico mensaje medioambiental. (Crítica de 'El abrazo de la serpiente': Viaje al corazón de la Amazonia. Diario ABC, 23 de febrero de 2010).
Si a John Jopewell de Variety el film le parece : "Una película artística de muy alto nivel, con el ritmo y la tensión de las películas clásicas de aventuras", Jordan Mintzer (The Hollywood Reporter) siente la película de Ciro Guerra como: "Una exploración visual que cautiva del hombre, la naturaleza y los poderes destructivos del colonialismo, el abrazo de la serpiente, que marca una tercera característica impresionante del escritor-director colombiano Ciro . Con fotografía en blanco y negro y una serie de lugares impresionantes, este viaje etnográfico al corazón de la Amazonía - con la friolera de nueve idiomas hablados en la pantalla - (...) tiene reminiscencias de Miguel Gomes en su recreación de los acontecimientos coloniales a través de un prisma moderno ricamente nostálgico." (El abrazo de la serpiente. Cannes. The Hollywood Reporter. 15 de mayo de 20159
(1) El tiempo sin tiempo. Dirigido por...febrero, 2016. Anna Petrus)
El concepto chullachaqui está mal utilizado. En la película, el chamán le dice al botánico que actúa como un chullachaqui cuando está pensando desde su cuerpo, vacío, superficial. El chullachaqui es el cuerpo separado del alma, pasajero, contenedor de nuestra verdadera naturaleza. Por eso le dice en un punto que él es dos hombres, siendo uno su chullachaqui de hombre blanco y el otro el verdadero que lo guía a través de los sueños a la verdad y a encontrar la planta que busca.
ResponderEliminarNo te extrañe nada, puesto que las sinopsis. oficiales o no, se hacen con bastante poco rigor. De todas formas te agradezco tus valiosas informaciones. Un saludo.
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