La juventud. Comentario de Rosa Labrandero.
Ficha técnica, sinopsis. críticas, notas de producción (pinchad aquí), trailer.
Comentario de Rosa Labrandero para Cinelodeon.
Paolo Sorrentino se afianza en cada una de sus películas como un autor con músculo, con fuerza, un heredero de la cultura del país en el que la suerte decidió que naciera, un museo natural cuyas calles invaden las creaciones de los hombres a lo largo del tiempo, y que nos dejó impactados cuando en 2008 presentó su biopic de 'Il Divo', un retrato magistral de Giulio Andreotti y el contexto económico-social, religioso y político que lo rodeaba en un momento de grandes convulsiones y atentados terroristas en Italia; tras la fallida 'Un lugar donde quedarse', su primera película en inglés, volvió con un film. 'La Gran Belleza', que mereció el Óscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa, que puso en evidencia que este joven, hijo de un ama de casa y un director de banco, que murieron en un accidente provocado por un escape de gas, cuando apenas tenía 17 años, estaba dotado de una gran sensibilidad y capacidad creativa.
Dicen de él sus productores que "junto a una narración lineal que busca la intimidad con los personajes, Sorrentino emplea una gran estructura visual imaginativa para investigar sus relaciones y tejer el drama de los lazos que les atan, continuando con el estilo formal que marcan sus obras anteriores. Por lo tanto, después de haber pintado un fresco urbano de Roma, el director eligió para su nueva película un hotel al pie de los Alpes, una ubicación sumamente evocadora donde el horizonte se define por la majestuosidad del perfil de las montañas. En este sentido, la propia naturaleza, en su constante renovación, es un importante elemento narrativo y visual. La música siempre ha sido un componente muy importante en las películas del director, y en esta juega un papel verdaderamente significativo, ya que el personaje principal es un famoso director de orquesta y compositor retirado. Aunque el afirma no echarlo de menos, el personaje siente la presencia de la música en todas partes y la busca de manera casi inconsciente. En este sentido, cabe destacar la colaboración con el compositor americano y ganador en 2008 del Pulitzer de Música, David Lang, cuya composición I lie nos introducía en las primeras escenas de La gran belleza, y que también ha compuesto la BSO de esta película. En esta ocasión, sin embargo, Sorrentino acompaña estas composiciones originales con una rica variedad de obras para completar la banda sonora, que cuenta, entre otros, con los cantautores Marcos Kozelek, y Paloma Faith, quienes se interpretan a sí mismos en la película."
El primer indicio de hasta qué punto Paolo Sorrentino ha cuidado el espacio natural y arquitectónico en el que va a localizar su maravillosa película 'La Giovinezza', uno de los principales protagonistas del film, junto a las sensaciones, la huida irrefrenable del tiempo, las emociones, verdaderas fuerzas triunfantes sobre el empleo de la razón que acompaña al hombre en su vida activa, es el letrero de una pequeña estación, Wiesen, desde la que un ferrocarril rético, declarado patrimonio de la humanidad, que circula a 1200 metros de altura, lleva y devuelve a su destino viajeros desde esta localidad de la comuna de Davos en el cantón de los Grisones, en el valle del Albula. Mick Boyle, interpretado por un mágico Harvey Keitel, un cineasta que vive el tramo decisivo de su larga vida, despide a unos jóvenes colaboradores que le han ayudado a pergeñar su última película. Bien avanzado el film entendemos la trampa emcional que ha tendido Paolo Sorrentino a quienes tienen la capacidad de comprender la grandeza histórica y humana, parafraseando a Theodor Mommsen (1)
El gran 'pintor' de la grande belleza natural de la que el hombre forma parte, ya sea como producto o como productor de su magnificencia, cobra especial relevancia en la elección de la montaña donde descansa Davos. Un lugar al que Thomas Mann acudió a ver a su esposa que se restablecía en el sanatorio Wald, un término que designa al bosque que rodea el Schatzalp, -uno de los hoteles que se usaron para construir el establecimiento ficticio en el que se desarrolla la 'historia'-, un magnífico jardín botánico con más de 3000 especies de plantas alpinas, un símbolo de la síntesis del esplendor producto del azar combinado con el esfuerzo creativo del hombre, que inspiró su 'Montaña Mágica'. Un espacio para la inspiración que llega a su climax en el curioso concierto de los sonidos que emanan del roce de las hojas, los mugidos de las vacas, el vuelo de los pájaros, dirigidos por la batuta de Fred Ballinger, que entiende que la forma más contundente de mostrar la capacidad del genio es a través de 'melodías sencillas'. Pero Davos es también el lugar donde se reúnen los hombres más poderosos del mundo, los que concentran en sus manos el poder y el dinero derivado del sudor y el esfuerzo de millones hombres en el mundo, transmisores de una enfermedad, la avaricia, que hace que los seres humanos olviden que, a pesar de acercarse a los ochenta años, si gozan de su capacidad de sentir, percibir, crear y por añadidura de una buena salud, están preparados para ingresar en la juventud, de la que habían sido apartados los dos amigos, al abandonar la vida activa el trabajo productivo que vigilan los buitres, y que ahora sólo se juntan para hablar de 'cosas buenas'.
Dos escultores de la sensibilidad humana, a la que dan forma en sus obras, pueden sentir y embelesarse con el cuerpo de una mujer, una miss universo, que deja frío al joven Jimmy Tree, interpretado por Paul Dano, un personaje en busca de autor y de inspiración, que ve en Fred y Mick lo que verdaderamente son y que no podrá estar ausente del ingreso del músico en una nueva etapa de su vida, cuando más de un prosaico pensaría que está al final de la misma; un momento de esplendor al que contribuye Sumi Jo con la interpretación de la emotiva Simple Song#3 de David Lang, merecidamente nominada para un Óscar a la Mejor Canción Original. Pero la fotografía de Luca Bigazzi también contribuye a derribar las barreras entre las diferentes generaciones que conviven en el hotel al que se accede únicamente por un funicular propio, que convierte el espacio en una célula social apartada, apta para la experimentación. Con la única excepción de la espectacular miss, una diosa entre los mortales, los cuerpos se confunden, se idealizan los viejos y se tratan con realismo los jóvenes, un ejercicio que los aproxima y que como ocurre con los paisajes por los que deambulan los dos octogenarios, filmados al amanecer y en el crepúsculo, un momento en el que alcanzan su máximo esplendor, se muestran en un extremo y otro con toda su gloria. De este modo, 'La Juventud' es de nuevo un canto ciceroniano a la vejez, ante la que los dos amigos tomarán vías diferentes.
Cuando Fred supera aquellos aspectos de su vida pasada que lastran su existencia actual, y decide visitar a su mujer en Venecia, demostrarle el cariño a una hija, a la que una vida de trabajo, de constante creación había condenado desde niña al silencio, puede por fin dedicarse a esa existencia placentera que alababa el viejo y sabio romano. Porque Paolo Sorrentino nunca olvida sus orígenes y hace un homenaje a su compatriota Federico Fellini en 'Fellini 8 1/2', a través de Mick y las mujeres de su vida, una de las cuales introduce ciertas dudas sobre su pasado. Más como afirma Cicerón cuando no aprieta el deseo, cuando uno no debe ya luchar por abrirse camino en la vida y sentir los rigores del cinismo y la falta de humanidad de los poderosos ( emblematizados hoy en en Davos), no hay cosa más agradable que una vida dedicada al estudio y la contemplación. Las notas más cómicas corren a cargo de aquellos que se encuentran en el fragor de la batalla por la supervivencia, los jóvenes, y están protagonizadas por Lena (Rachel Weisz), la hija de Fred, abandonada por su marido, el hijo de Mick, porque ha encontrado a otra mujer que es 'más buena en la cama'. La juventud biológica también protagoniza alguna secuencia triste, como la casi adolescente que acude al hotel para prostituirse, acompañada de su madre.
(1) El mundo de los Césares. Theodor Mommsem.. Fondo de Cultura Económica.
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