Sufragistas. Sarah Gavron
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Ficha técnica:
Título original: Suffragette.
País: Gran Bretaña.
Año: 2015.
Duración: 106 minutos.
Dirección: Sarah Gavron.
Guión: Abi Morgan, ( La Dama de Hierro, 2011, Shame, 2011 )
Casting: Fiona Weir. (Harry Potter, Love Actualy (2003), Boy A (2007), La Brújula Dorada ( 2007) y Radio Encubierta (2009).
Diseño de Fotografía: Eduard Grau (catalán).Color.
Música: Alexandre Desplat.
Montaje: Barney Pilling.
Diseño de Vestuario: Jane Petrie.
Maquillaje: Siane Grigg.
Productores: Alison Owen y Faye Ward,
Productores ejecutivos: Tessa Ross, Rose Garnett, Nik Bower, James Schanus, Teresa Moneo.
Compañías. Productoras: Ruby Films, Film4, Pathé, Ingenious Media, Canal + , Cine +
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Intérpretes:
Carey Mulligan: Maud Watts,
Helena Bonham-Carter: Edith Ellyn,
Brendan Gleeson: Arthur Steed,
Meryl Streep: Emmelyne Pankhurst (líder del movimiento)
Anne- Marie Duff: Violet Miller,
Ben Whishaw: Sonny Watts,
Romola Garai: Alice Haughton,
Samuel Weston: Benedict Haughton,
Geoff Bell: Norman Taylor,
Sarah Finigan: Señora Garston.
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LAS MUJERES DEL EQUIPO
Sara Gavron, realizadora. |
Abi Morgan, guionista. |
Fiona Weir, directora de casting. |
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Sinopsis:
Sarah Gavron dirige a Meryl Streep, Carey Mulligan y Helena Bonham Carter en 'Suffragette', un drama centrado en la lucha por el sufragio universal en Reino Unido. Maude, el personaje de Carey Mulligan, vive siendo ninguneada por ser mujer, pero al ser lo normal no se plantea que pudiera haber alternativas. Hasta que conoce a un grupo de mujeres que lucha, con métodos poco ortodoxos, por el voto femenino. Están dispuestas a perderlo todo por la dignidad y la igualdad ante las urnas. Gavron, directora conocida por films como 'Village at the End of the World', 'Brick Lane' o 'This Little Life', se ha basado en un guión de Abi Morgan para dar forma a la que ya es una de las favoritas para los Oscar 2016.
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Críticas:
La película dirigida por Sarah Gavron, una realizadora que no ha hecho hasta el momento nada destacable, salta a la palestra con un film sobre el movimiento sufragista británico, al que la única objeción le viene de la revista Variety, formulada por Justin Chang quien, incapaz de arremeter contra el aliento político que anima el film, lo hace contra la maestría artística de su directora, que ha sido unánimemente aplaudida por la crítica, porque ha hecho una película libre sin prejuicios y nada casposa, como demuestra el hecho de que haya optado por Alexandre Desplat par ambientar con música electrónica una película reivindicativa. Algo que quizás choque con el público que acude masivamente a la proyección de este tipo de películas que se altera con la luz de un móvil o un decibelio suelto que acaba con sus nervios.
Las críticas son propicias al trabajo de Sarah Gavron, pero incluyen juicios inexactos, ya que ningún movimiento obrero ni de liberación de mujeres y otros colectivos desfavorecidos ha sido liderados hasta el momento por los trabajadores, ni aun en el momento actual, entre otras cosas porque no dominan la retórica ni la elocuencia ni disponen de los instrumentos necesarios para movilizar a las masas, fácilmente manipulables por la propaganda oficial o la que vomitan las televisiones. Las propias imágenes del film contradicen este aserto. Javier Ocaña hace un análisis correcto en esta ocasión, tras mostrar la vergüenza de un hombre por la privación de derechos a que habían sido sometidas las féminas hasta bien entrado el siglo XX, en países desarrollados como Reino Unido (1928) y Francia (1944). En España eas diferente apenas se apreciaba en el derecho a voto porque no era libres ni hombres ni mujeres hasta que murió el dictador en 1975 y se aprobó la Constitución en 1978: "Gavron y Morgan relatan el proceso de conversión ideológica y política de una mujer común. ¿Común? Aparentemente común, porque esas obreras del activismo lo arriesgaron todo hasta las últimas consecuencias. Hasta el martirio, hasta la muerte, hasta perder a sus hijos. La imprescindible mano de obra de una revolución que tenía sus caras brillantes, y necesarias, en mujeres que han pasado a la historia por sus discursos, y que desde luego se la jugaron, pero que necesitaban las imprescindibles acciones de las de abajo." (Media humanidad (como poco). Diario 'El País', 18 de diciembre de 2015).
Beatriz Martínez, tras felicitarse por la magnífica lección de historia que nos da este equipo de mujeres, con Sarah Gavron al frente del equipo directivo y la carismática e inquietante Carey Mulligan al frente del elenco de actores, son capaces de introducirse " en este periodo convulso para retratar cómo la vida de un puñado de mujeres adquiere sentido al tomar conciencia de la opresión social a la que se encuentran sometidas, sacrificándose por ello, al mismo tiempo que realizan un estupendo retrato político y social de la época. Es una película sin épica ni glamour, revestida de un empaque visual meticuloso y pulcro, pero en la que se puede sentir la miseria y la humillación. También la valentía. Sin estridencias ni sentimentalismos. Desde el rigor y la ética. Desde una modestia que consigue ser trascendente. (Para amantes de la historia contada con rigor.Fotogramas).
Joaquín Torán nos recuerda que, aunque hoy vivamos tiempos de grandes libertades, a pesar de los retrocesos en el disfrute de grandes derechos que parecían innegociables, estas conquistas no son tan sólidas como muchos creen,y hasta ayer se consideraban utopías inalcanzables. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX tomaron fuerza movimientos activistas en pro del derecho a voto de las mujeres, que fueron llamados sufragistas,y muchos consideraron enemigas del estado, a pesar de que sus planteamientos eran claramente defensores de las libertades de más de la mitad de la población sin intención alguna de alcanzar el poder, sino influir en la redacción de las leyes que pudieran favorecerlas. Al frente había mujeres que se habían destacado en la lucha por la igualdad, como Mary Wollstonecraft, madre de Mar Shelley, o Virginia Wolff, considerada una de las creadoras del movimiento feminista, o el personaje interpretado por Meryl Streep, Emmelyne Pankhurst, cuya actividad y sus consecuencias lleva a la pantalla : "Sufragistas es, como se supone, un proyecto de mujeres: ellas ocupan los cargos más destacados de la película y también son las caras más visibles y amables. Al frente de la dirección se sitúa la casi inexperta -de carrera muy breve- Sarah Gavron, que encima es convencional y carece de imaginación en sus planteamientos y soluciones (y que además demuestra torpeza en los momentos más dramáticos o delicados. El guión lo firma Abi Morgan, responsable de la escritura del biopic sobre Margaret Thatcher La dama de hierro (2011) y Shame (2011), de Steve McQueen..." ( Sufragistas. Las mujeres que también deben votar. Dirigido por...diciembre de 2015).
Si cruzamos el Atlántico, observamos que también se valora, sobre todo, el recuerdo histórico del movimiento sufragista, cuando "ese derecho inalienable a elegir a quienes nos gobiernen, a quienes hagan nuestras leyes y regulen nuestra convivencia, nuestra economía, evolución, educación, sistemas de salud, seguridad, crecimiento, etc., le costó muy caro a mujeres, la mayoría obreras, que hace 100 años se lanzaban a las calles a riesgo de ser golpeadas, arrestadas, discriminadas, estigmatizadas y martirizadas. (Lucero Solórzano. (Diario Excelsior de México).
Stephen Farbes echa mano de la memoria y nos trae el recuerdo de aquella mujer, aquel personaje de ficción que tanto nos impactó , Norma Rae, que daba nombre al film de Martin Ritt de 1979 sobre una trabajadora que comenzó a involucrarse en el movimiento obrero desde una posición de nula conciencia : " Morgan (la guionista de La Dama de Hierro, Shame y The Invisible Woman), probablemente, echó un vistazo a este personaje, que también se involucró en un creciente activismo político como operaria de una fábrica, sin conciencia de clase, con una novedad: la formación de esta trabajadora,de la heroína, no correrá a cargo de activistas masculinos, sino de otras mujeres, que responden a personajes muy bien elaborados por Abi Morgan, que se encargarán de galvanizar una conciencia y darle cohesión." (Sufragista. Comentario. The Hollywood Reporter).
Beatriz Martínez, tras felicitarse por la magnífica lección de historia que nos da este equipo de mujeres, con Sarah Gavron al frente del equipo directivo y la carismática e inquietante Carey Mulligan al frente del elenco de actores, son capaces de introducirse " en este periodo convulso para retratar cómo la vida de un puñado de mujeres adquiere sentido al tomar conciencia de la opresión social a la que se encuentran sometidas, sacrificándose por ello, al mismo tiempo que realizan un estupendo retrato político y social de la época. Es una película sin épica ni glamour, revestida de un empaque visual meticuloso y pulcro, pero en la que se puede sentir la miseria y la humillación. También la valentía. Sin estridencias ni sentimentalismos. Desde el rigor y la ética. Desde una modestia que consigue ser trascendente. (Para amantes de la historia contada con rigor.Fotogramas).
Joaquín Torán nos recuerda que, aunque hoy vivamos tiempos de grandes libertades, a pesar de los retrocesos en el disfrute de grandes derechos que parecían innegociables, estas conquistas no son tan sólidas como muchos creen,y hasta ayer se consideraban utopías inalcanzables. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX tomaron fuerza movimientos activistas en pro del derecho a voto de las mujeres, que fueron llamados sufragistas,y muchos consideraron enemigas del estado, a pesar de que sus planteamientos eran claramente defensores de las libertades de más de la mitad de la población sin intención alguna de alcanzar el poder, sino influir en la redacción de las leyes que pudieran favorecerlas. Al frente había mujeres que se habían destacado en la lucha por la igualdad, como Mary Wollstonecraft, madre de Mar Shelley, o Virginia Wolff, considerada una de las creadoras del movimiento feminista, o el personaje interpretado por Meryl Streep, Emmelyne Pankhurst, cuya actividad y sus consecuencias lleva a la pantalla : "Sufragistas es, como se supone, un proyecto de mujeres: ellas ocupan los cargos más destacados de la película y también son las caras más visibles y amables. Al frente de la dirección se sitúa la casi inexperta -de carrera muy breve- Sarah Gavron, que encima es convencional y carece de imaginación en sus planteamientos y soluciones (y que además demuestra torpeza en los momentos más dramáticos o delicados. El guión lo firma Abi Morgan, responsable de la escritura del biopic sobre Margaret Thatcher La dama de hierro (2011) y Shame (2011), de Steve McQueen..." ( Sufragistas. Las mujeres que también deben votar. Dirigido por...diciembre de 2015).
Si cruzamos el Atlántico, observamos que también se valora, sobre todo, el recuerdo histórico del movimiento sufragista, cuando "ese derecho inalienable a elegir a quienes nos gobiernen, a quienes hagan nuestras leyes y regulen nuestra convivencia, nuestra economía, evolución, educación, sistemas de salud, seguridad, crecimiento, etc., le costó muy caro a mujeres, la mayoría obreras, que hace 100 años se lanzaban a las calles a riesgo de ser golpeadas, arrestadas, discriminadas, estigmatizadas y martirizadas. (Lucero Solórzano. (Diario Excelsior de México).
Stephen Farbes echa mano de la memoria y nos trae el recuerdo de aquella mujer, aquel personaje de ficción que tanto nos impactó , Norma Rae, que daba nombre al film de Martin Ritt de 1979 sobre una trabajadora que comenzó a involucrarse en el movimiento obrero desde una posición de nula conciencia : " Morgan (la guionista de La Dama de Hierro, Shame y The Invisible Woman), probablemente, echó un vistazo a este personaje, que también se involucró en un creciente activismo político como operaria de una fábrica, sin conciencia de clase, con una novedad: la formación de esta trabajadora,de la heroína, no correrá a cargo de activistas masculinos, sino de otras mujeres, que responden a personajes muy bien elaborados por Abi Morgan, que se encargarán de galvanizar una conciencia y darle cohesión." (Sufragista. Comentario. The Hollywood Reporter).
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